Diario de Valladolid

La Junta y el Ayuntamiento extenderán la red de calor a 60.000 viviendas de Valladolid en diez años

Después de Villa de Prado y Parquesol, a finales de 2024 empezarán las obras para suministrar energía térmica generada con biomasa a los hogares de la zona sur / La inversión para extender la red a toda la ciudad ascenderá a 235 millones y constará de 200 kilómetros de tuberías

Juan Carlos Suárez-Quiñones y Jesús Julio Carnero visitan las obras de la rede de calor en Valladolid.-ICAL.

Juan Carlos Suárez-Quiñones y Jesús Julio Carnero visitan las obras de la rede de calor en Valladolid.-ICAL.

Publicado por
Fernando Martín
Valladolid

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Si las previsiones de la Junta de Castilla y León y del Ayuntamiento se cumplen, Valladolid contará en el plazo de 10 años  con una red de calor generado a partir de biomasa, tanto para la calefacción como para el agua caliente, que se extenderá por toda la ciudad y de la que podrán beneficiarse 60.000 hogares. Este sistema de calor sostenible ya funciona para suministrar energía a 32 edificios de la Universidad, entre ellos el Hospital Clínico, y a otras 1.000 viviendas de Huerta del Rey, y ahora están ya muy avanzadas las obras para ampliar este modelo de suministro energético, más barato para el usuario, a  Villa de Prado y Parquesol. En  el caso de Villa de Prado, a finales del próximo año las comunidades de vecinos que lo soliciten ya podrán engancharse a la red, mientras los de Parquesol tendrán que esperar un año más, hasta 2025. La previsión es que, con la extensión de la red a Parquesol y Villa de Prado, el número de viviendas que podrán conectar con la red de calor sostenible alcance las 11.200.

Las tres primeras fases, Universidad, Huerta del Rey, Villa de Prado y Parquesol, con una inversión de 48 millones y una red de tuberías de 45 kilómetros, las puso en marcha la Junta en 2014 y 2019  y ahora, con un nuevo equipo de gobierno en el Ayuntamiento, la administración autonómica continuará el proceso para extenderlo a toda la ciudad en el horizonte de una década. El protocolo firmado este miércoles por el alcalde, Jesús Julio Carnero, y el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones,  contempla proseguir los trabajos con la extensión de la red a la zona sur, en concreto a los barrios de La Rubia, Covaresa, Arturo Eyries y el Paseo de Zorrilla, con una inversión de 80 millones de euros. Las obras empezarían a finales de 2024 con la construcción de la central de generación de energía, a partir de biomasa, que estaría ubicada en las instalaciones de Auvasa, en el polígono de Argales. Luego sería necesario instalar la red de tuberías para llevar el calor a las viviendas, aunque este aspecto todavía no está concretado.

A la zona sur, le seguiría, en una fecha por determinar, la este para llevar la red a los barrios de Los Santos Pilarica, Delicias, Pajarillos y plaza Circular, en este caso con una inversión de 80 millones de euros. Con la sexta y última fase, cuya inversión ascenderá a 60 millones,  la red llegaría a la zona Norte, a los barrios de La Victoria, Rondilla, Paseo de Isabel la Católica y centro de la ciudad. En total, el coste de extender la red a toda la ciudad ascenderá a unos 235 millones de euros, IVA incluido, a cargo de la Junta de Castilla y León, y la red de distribución alcanzará los 200 kilómetros.

Tras firmar el protocolo con el  consejero de Medio Ambiente, Carnero dijo que el de hoy es  "uno de los actos más importantes de este mandato al extender la red de calor "a toda la ciudad" y permitir "que cualquier vecino " pueda acceder al sistema de "eficiencia energética ". Además de las 60.000 viviendas que podrán beneficiarse, la red llegará también a 250 edificios terciarios y supondrá, cuando esté a pleno rendimiento, el ahorro de unas 165.000 toneladas de emisiones de CO2 a la atmósfera.

El consejero de Medio Ambiente no dudó al señalar que el firmado este viernes es "un protocolo histórico" que marcará "un antes y un después" para Valladolid, al convertirse en la ciudad "con la red  de calor más importante" en España y también en Europa, equiparable, dijo Quiñones, a Copenhague, la capital de Dinamarca. "Y no es ninguna exageración", aseguró el representante de la Junta.

Suárez-Quiñones hizo hincapié en el ahorro energético que supondrá para la familias, pero también en los beneficios para el medio ambiente al evitar la emisión de miles de toneladas de CO2 a la atmósfera. Las viviendas que se adhieran a la red ya no necesitarán calderas y así los usuarios podrán olvidarse de averías y del mantenimiento que ahora exige una instalación convencional.

Como tercer aspecto positivo, el titular de Medio Ambiente subrayó  el paso adelante que supone este modelo para impulsar la independencia energética de la Comunidad, al abastecerse de un combustible como la biomasa, el residuo de astillas que se genera en las cortas y desbroces de montes y zonas arboladas , tan abundante en Castilla y León, lo que generará actividad económica y empleo en el medio rural.

Tras la firma del protocolo, el alcalde y el consejero visitaron las obras que están en marcha para llevar la red de calor a Parquesol, Villa del Prado y la zona suroeste de Huerta del Rey. Ya el pasado mes de febrero, había 4.000 solicitudes  de tantas viviendas y 30  más de edificios, entre ellos el de las Cortes regionales y la Agencia Tributaria, para conectarse cuando  entre en funcionamiento. Las  estimaciones apuntan a una reducción de la factura de calefacción y agua caliente que oscilará entre un 30% y un 50%, lo que supondrá un ahorro entre 550 y 750 euros al año.

El corazón de la red estará en un edificio que se encuentra en una parcela de 3.600 metros cuadrados cedida por el Ayuntamiento junto al estadio Zorrilla, entre el punto limpio y la A-62 . Las nuevas instalaciones estarán divididas en tres partes, una de ellas  albergará las cuatro calderas desde las que se generará la energía  que luego se distribuirá por la red de tuberías  hasta los hogares. Con una potencia de 48,8 megavatios,  consumirán 50.200 toneladas de astillas al año. 

Un segundo espacio se destinará  al almacenamiento de la biomasa y habrá un tercer compartimento para otros usos. Las  instalaciones contarán con un sistema de almacenamiento de calor  de 6.000 metros cúbicos que permitirá acumular energía térmica renovable en horario nocturno,  un periodo en el que la demanda de la ciudad baja, para luego suministrarla cuando lleguen los picos de demanda durante el día.

La última red de calor que entró en funcionamiento en Valladolid, en 2019 para dar servicio a la zona norte-este de Huerta del Rey estaba pensada para atener la demanda térmica de edificios públicos del entorno, entre ellos las consejerías de Agricultura, Fomento y Medio Ambiente, Economía y Hacienda,  así como la Escuela de Arquitectura y el complejo deportivo Huerta del Rey, pero también se dio opción  a los edificaciones privadas que estuvieran interesadas. 

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