Crimen machista en Valladolid
Piden 25 años de cárcel por el asesinato de Paloma y prisión permanente revisable por el de su hija India
La Fiscalía le acusa de asesinato a la madre con parentesco y ensañamiento, y el mismo delito sobre la menor, pero con alevosía / La defensa del acusado no ha presentado su escrito: «Tenemos diez días»
La Fiscalía de Valladolid solicita para David Maroto, de 46 años, asesino confeso de la que era su pareja, Paloma Pinedo, y de la hija de ésta, India, de 8 años, prisión permanente revisable por el homicidio de la niña y otros 25 años más de cárcel por el asesinato de su pareja , según informaron a este diario representantes de tres partes personadas en este sobrecogedor caso ocurrido el 23 de enero de este año en el domicilio de Paloma en el paseo de Zorrilla y que sobrecogió a la sociedad vallisoletana.
La calificación de los hechos es similar en todas las acusaciones –la Fiscalía, la que ejerce la familia de Paloma, la del padre de la pequeña India, la de la Junta de Castilla y León y la popular ejercida por la asociación Clara Campoamor– y se ha hecho oficial en estos días, aunque ya estaba anunciada, a grandes trazos, desde poco después de los hechos.
En realidad había poco margen de variación de calificación de los hechos, ya que David Maroto había confesado el asesinato y la muerte la niña de 8 años . Un reconocimiento que solo desembocaba en una petición de prisión permanente revisable para el caso de India, según la legislación española. Todas las partes ven agravantes de alevosía y parentesco en este caso de la menor. Sobre la calificación de la madre, que podría abrirse a una horquilla de 15 a 25 años de cárcel por asesinato, las acusaciones han concluido que la petición adecuada de cárcel es de 25 años porque confluyen las agravantes de parentesco y de ensañamiento.
En el caso de las hermanas y y madre de Paloma Pinedo es a título de anuncio, ya que aún no han presentado la calificación, y en el caso de la defensa de David Maroto, ni siquiera está anunciada la calificación que presentará ante el titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer 1 de Valladolid. David Maroto ha pasado en estos 11 meses desde el crimen por dos letrados de oficio y en octubre contrató a un letrado de pago , especialista en derecho penal. Este abogado aseguró a este diario que no tiene, aún, conocimiento de ningún escrito de calificación de las acusaciones.
«No me han dado trasladado de nada. No tengo conocimiento de su contenido y en el momento en el que el Juzgado nos dé traslado, tendremos diez días para redactar la nuestra . No puedo adelantar nada sobre cuál va a ser la línea que mantengamos, porque antes tengo que hablar con mi cliente», explicó el abogado.
Las calificaciones de las partes v an a poner punto final a la fase de instrucción del caso antes de que éste pase a la fase de juicio por Tribunal del Jurado. Esta semana se ha conocido que el doble crimen de Santovenia de Pisuerga se ha programado para primeros de mayo de 2024 en la Audiencia de Valladolid.
El caso de Paloma e India iría justo después, sobre finales de mayo o primeros de junio de 2024. La última diligencia de la fase de instrucción se llevó a cabo el pasado 21 de noviembre con la segunda declaración en el Juzgado del sospechoso dos semanas después de que la Policía Nacional entregara el informe policial que reconocía que las víctimas hicieron dos llamadas al 112 antes de ser acuchillada s aunque las colgó, al parecer, David Maroto.
David, en prisión provisional a la espera de que finalicen todas las diligencias y se fije la fecha del juicio con jurado popular, sólo respondió a preguntas de su abogado para decir que no recordaba «nada» de la noche del crimen . El acusado del doble asesinato machista aseguró a preguntas de su letrado que un amigo «le dio una sustancia», por lo que no tenía recuerdos de lo que sucedió ese 22 de enero de 2023 en la vivienda del paseo de Zorrilla, en la que asesinó a cuchilladas a Paloma e India.
Una versión que contrasta con las declaraciones del propio acusado cinco horas después de haber cometido el asesinato de su pareja y de la hija de ésta de apenas ocho años, en la que supuestamente confesaba el crimen a su cuñado, en una conversación telefónica.
Pero es que el testigo al que hacía alusión el propio Maroto, y que era presentado por la propia defensa del acusado, desmentía la versión y negaba ante el juez haberle dado ni vendido sustancia alguna , según informó Europa Press. A preguntas de las partes y del magistrado dejaba claro que estuvieron tomando tres copas en La Rondilla «y cuando yo me fui él estaba perfectamente» , puntualiza. Un testigo que, según declaraba en sede judicial, habían estado con Maroto él y otra persona por La Rondilla, después de llegar de la concentración de Motauros en Tordesillas. El testigo insistió ante el juez Emilio Vega: «Ni yo le di, ni ninguno tomó sustancia alguna».
Dos semanas antes de que Maroto compareciera en el Juzgado, la madre y la hermana de Paloma aseguraron a este diario que hasta la prisión permanente para David les parecía poco castigo. «Lo que ha hecho David Maroto es lo más sangrante que ha ocurrido en Castilla y León en todos los tiempos», aseguró Carmen Rodríguez, madre y abuela de las víctimas. Tanto ella como sus hijas, Patricia y María, solicitan la prisión permanente revisable. De ahí para abajo, no se conforman con nada. «Apoyaré todo lo que le caiga. Creo que va a ser mucho, aunque siempre será poco. Yo aceptaría y pediría la pena de muerte, pero no existe en España», aseguró Carmen.