El intento de quemar la comisaría de Delicias en Valladolid vuelve a juicio
Tras su suspensión el pasado 26 de junio por la huelga en el sector de Justicia, el acusado de 38 años y con un trastorno de la personalidad, se enfrenta este 13 de diciembre a seis años de cárcel
La Audiencia de Valladolid sienta el próximo día 13 de diciembre en el banquillo a hombre que el pasado mes de febrero intentó provocar un incendio en la Comisaría de la Policía Nacional de Delicias 'armado' con un bidón de gasolina . El juicio tenía que haberse celebrado el pasado día 26 de junio pero hubo de ser suspendido con motivo de la huelga en el sector de Justicia.
La Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Provincial será la encargada de celebrar el juicio contra Iván G.E, al que se acusa de un delito de estragos en grado de tentativa o, alternativamente, de tentativa de incendio con riesgo para la vida e integridad física, con la eximente incompleta de alteración psíquica, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
Por ello, en su calificación la acusación pública solicita seis años de cárcel y deja a criterio del tribunal la posibilidad de acordar el internamiento del acusado, durante el mismo periodo de tiempo, en un establecimiento adecuado a la alteración psíquica que padece.
El acusado, de 38 años y con un trastorno de la personalidad--es parcialmente imputable--, se dirigió sobre las 03.00 horas del día 7 de febrero del presente año a la gasolinera Ronda Este, en el kilómetro 187 de la carretera Madrid N-601 y, "con el ánimo de causar destrucción o deflagración en la Comisaría de Delicias, adquirió una garrafa de plástico con boquilla flexible dosificadora y llenó la misma con 10 litros de gasolina, además de un mechero.
Una vez abonada la compra, Iván se marchó caminando hacia el centro de la ciudad por el Paseo de Juan Carlos I y, alrededor de las 03.55 horas, llegó a la altura de la comisaría y en la parte que linda con la calle Padre Benito Menni se situó junto a la valla de las dependencias policiales, hizo jirones un trapo a modo de mecha y saltó al interior del recinto.
Acto seguido se introdujo en la parte correspondiente al aparcamiento y se acercó a una caseta próxima, se colocó detrás y empezó a manipular la garrafa de gasolina con el trapo, movimientos que, a través de una cámara que controla el perímetro del edificio, fueron observados por un agente que se hallaba de servicio en funciones de seguridad.
El funcionario dio aviso rápidamente a otros dos compañeros que se encontraban en las instalaciones realizando funciones administrativas y que se dirigieron al encuentro del acusado, al que sorprendieron en posesión del bidón y la mecha. Al interpelarle por el motivo de su presencia en las instalaciones, Iván no fue capaz de dar una respuesta coherente.
Aunque el acusado no llegó a encender la mecha ni prender fuego a la gasolina que portaba, el fiscal del caso advierte de que en las instalaciones policiales se encontraban en ese momento trabajando varios agentes, "por lo que existía un riesgo tanto para su vida como para los bienes de la comisaría y de los vehículos estacionados en el lugar".