Concha Velasco, la chica ye-yé que nunca abandonó Valladolid
La actriz siempre mantuvo una estrecha relación con su ciudad, que reconoció su figura con una calle, una placa en el Calderón, una sala de teatro en el Lava y la Medalla de Oro de la Ciudad
La muchachita de Valladolid, la chica ye-yé, la niña que quería ser artista, y lo consiguió con creces, dejó este sábado para siempre, a los 84 años, el escenario de la vida tras una trayectoria intensa, dedicada por entero al teatro, el cine y la televisión, formatos todos ellos en los que brilló por su talento y su energía vital. Concepción Velasco Varona , nacida en Valladolid, en la calle Recondo, un 29 de noviembre de 1939, recién terminada la Guerra Civil, era una de las grandes divas de la escena española, versátil, con dominio en todos los ‘palos’ que tocó y con la rara virtud de concitar el cariño y la admiración tanto del público como de los compañeros de la profesión. El eco de las críticas, si las hubo, siempre resultó sofocado por la simpatía que despertaba.
Fue en Valladolid, en el Calderón, en unos de sus teatros más queridos, donde el 7 de septiembre de 2021, se bajó del escenario para siempre. Ante el público que asistía a la representación de la obra ‘La habitación de María’ , dirigida por su hijo Manuel Velasco , anunció que aquella sería su última representación. A los 81 años, después de más de 60 años de profesión en platós y escenarios, con todos los premios importantes en su vitrina, y con el reconocimiento intacto del público, decidió parar. Había pasado por una grave enfermedad que requirió tres intervenciones y se notaba ya su fragilidad, aunque, aun así, tuvo arrestos para embarcarse en la que fue su última aventura teatral.
Valladolid
Concha Velasco descansará en el panteón de los personajes ilustres de Valladolid
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A escasos metros de la placa que lleva su nombre en la fachada del teatro con la inscripción ‘Mamá quiero ser artista' , dijo adiós. Sujetada por un bastón, con una mascarilla en la otra mano -eran tiempos todavía de pandemia- se dirigió a los asistentes, con una voz tenue, para decir que sus hijos le habían pedido que lo dejara ya y, sobre todo, que cesaran las giras. Fue la última vez que el público de Valladolid pudo asistir a la actuación de su paisana . Concha Velasco cerraba el círculo y ponía fin a su trayectoria en Valladolid, la ciudad que la vio nacer ocho décadas atrás y con la que siempre mantuvo una estrecha relación. La ciudad que mañana, domingo, acogerá su funeral en la catedral y su entierro en el Panteón de Personajes Ilustres en el cementerio del Carmen .
Pese a declararse socialista, siempre mantuvo una relación cordial, respondida con reciprocidad, con todos los alcaldes de la ciudad, fueran del signo político que fueran: desde Tomás Rodríguez Bolaños a Javier León de la Riva y Óscar Puente . Todos la honraron con algún reconocimiento. León de la Riva la nombró e mbajadora del Teatro Calderón en 2010, dedicó una sala del Lava a la actriz y dio su nombre a una calle en 2015 , próxima a la plaza del Ejército. El 26 de marzo la actriz asistió a la inauguración de la placa con la calle que lleva su nombre, un acto que sirvió para renovar lo votos de cariño, como tantas veces hizo, con su ciudad y con los vallisoletanos y vallisoletanas. «Tengo mucho más de lo que merezco, de lo que hubiera pensado y deseado», dijo entonces y, en verdad, la lista de reconocimientos y premios recibidos a lo largo de su fructífera trayectoria dan fe ello.
Además del premio Max de Teatro, de otros dos premios nacionales de teatro, el Premio Nacional de Cultura, el Goya a la mejor actriz y el Goya de Honor , entre la larga lista de galardones de ámbito nacional conseguidos en teatro, cine y televisión, Concha Velasco fue profeta en su tierra y también aquí se reconoció su valía y su buen hacer. En 1985 se le otorgó la Espiga de Oro de la Seminci y en 2013 la Espiga de Honor a su trayectoría , premios a los que se añadió, también en 2013 el Premio Castilla y León de las Artes, recibido junto a la otra gran dama del teatro nacida en Valladolid: Lola Herrera.
Como colofón y en reconocimiento por ejercer su ‘vallisoletanismo’ y llevar a gala el nombre de su ciudad, el Ayuntamiento aprobó por unanimidad la concesión a Concha Velasco de la Medalla de Oro de la Ciudad en 2018, esta vez con Óscar Puente como alcalde. Sobre el escenario del Calderón, una vez más el Calderón, la actriz, emocionada, con los brazos abiertos hacia el público que llenaba el teatro, manifestó su «inmensa alegría» al recibir un premio que no era «uno más», matizó, sino que era «el premio». Aquel día recordó de nuevo que siempre se había sentido «vallisoletana y española» y evocó los «entrañables recuerdos» de sus paseos familiares por sus ciudad con su madre, Concepción Varona, a la que dedicó el premio. Con un frágil salud en los últimos años, Concha Velasco murió esta madrugada en Madrid, pero volverá de nuevo a Valladolid, a su casa, la que nunca abandonó, y esta vez lo hará para siempre.
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