Adiós al carril bici de la avenida de Gijón en Valladolid
El desmantelamiento del carril empieza y el Grupo Municipal Socialista critica el “despilfarro” de 6,5 millones de euros y advierte que las medidas de Carnero perjudicarán la salud de todos los ciudadano
Las obras para modificar el tramo de López Gómez, puente del Poniente y puente de Isabel la Católica para el nuevo plan de movilidad del Ayuntamiento comenzaron ya ayer a trabajar. Los coches y vehículos particulares volverán a circular este mes por los carriles todavía exclusivos para bus y taxi que discurren desde la Avenida Miguel Ángel Blanco hasta el puente de Isabel la Católica, plaza la Universidad- López Gómez y el que va desde la Avenida de Gloria Fuertes hasta el puente del Poniente, con el objetivo de hacer desaparecer las marcas que delimitaban su uso restringido, según confirmaron fuentes del Ayuntamiento.
Hace unos días el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, anunciaba que además de estas modificaciones de los carriles bus y taxi donde se suprime la ‘exclusividad’ en la nueva ordenanza municipal de tres carriles de bus y taxi, divididos en seis tramos, también elimina el carril bici que ahora funciona en el tramo final de la Avenida de Gijón. Esta modificación ha comenzado esta misma mañana, trabajos para los que el Ayuntamiento calcula que se prolongarán durante un periodo de entre quince y veinte días, por lo que a lo largo de diciembre estos carriles ya estarán abiertos para todos los vehículos. Se suma en la misma línea una nueva modificación para cambiar de ubicación el de Isabel la Católica para llevarlo por el interior de Las Moreras.
Frente a las críticas de la oposición por la supresión del primer carril bici sin plantear una alternativa, Carnero anunció las obras de un pequeño tramo para uso exclusivo de bicicletas entre en el final de la calle Eras , entre la calle Olma y el puente Mayor. Este primero, que sustituirá al de la Avenida de Gijón, tendrá continuidad con otro, este sin fecha, entre la calle Olma y la calle Canal. Así el carril bici de la calle Gijón pasará a convertirse en un ciclo-carril, ósea que podrán circular todo tipo de vehículos, pero con limitación de velocidad a 30 kilómetros por hora.
A largo plazo se espera que esté abierto el carril bici que irá por el interior de Las Moreras y que sustituirá al que ahora discurre por el Paseo de Isabel la Católica. El alcalde de Valladolid calculó que las obras empezarán en febrero de 2024 y con un presupuesto de 948.718 euros estarán terminadas para finales de año, y anunció que el carril que hay ahora no se suprimirá hasta que entre en funcionamiento el nuevo. Para completar el casi desmantelamiento del modelo del anterior mandato, habrá otros quince carriles que pasarán de ser 'exclusivos' para bus y taxi a ser de uso restringido, con la novedad de que podrán circular también motocicletas.
El Grupo Municipal Socialista ha reaccionado frente a este plan y califica de “error” esta actuación "innecesaria" del equipo de gobierno porque dicen "incentivará el uso del vehículo privado y perjudicará a todas las personas que utilizan distintos modos de desplazamiento en la ciudad: viajeros de AUVASA, ciclistas, usuarios de monopatines, clientes del taxi, y peatones".
También han apuntado la importancia de la secuela común que tendrán estas decisiones para todos los ciudadanos: la contaminación , donde han señalado, la calidad del aire empeorará a consecuencia del incremento del tráfico y, en consecuencia, “la salud será la víctima de las medidas del actual equipo de gobierno”.
“Las decisiones de PP y VOX van en dirección contraria a los criterios marcados por la Unión Europea. Valladolid dejará de ser una ciudad puntera en la sostenibilidad; en lugar de estar en la vanguardia en España y en Europa, la ciudad será ahora señalada como uno de los sitios donde no solo se pone freno a los avances, sino que se da marcha atrás ”, afirma Luis Vélez . El anterior concejal de Movilidad sitúa la responsabilidad en el alcalde: “Carnero no conoce Valladolid; en realidad siempre viaja en coche oficial, y ahora la conocerá menos aún porque ha preferido ir al Senado”.
Además, PSOE critica que las medidas contempladas con la nueva ordenanza no son gratuitas. El coste estimado por el propio equipo de gobierno asciende a 6,5 millones de euros : 5 millones de euros en la ampliación del puente del Poniente, 1 millón de euros en el nuevo carril-bici y cerca de 500.000 euros en las actuaciones para destruir la señalización y los elementos que marcaban hasta hoy los carriles bici y carriles exclusivos para autobuses y taxis. “Un gasto innecesario, un despilfarro”, concluye Luis Vélez.
Valladolid
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