Inquietud en Medina por la inesperada llegada de inmigrantes: «No sabemos si nuestro hospital podrá con tanto»

Los hay a favor y los hay en contra de la instalación de 250 inmigrantes subsaharianos en el emblemático Balneario Palacio de Las Salinas de Medina del Campo , pero en la mayoría de los vecinos lo que reina es la inquietud . «Nos han dicho que alguno ha necesitado ir a Urgencias, han llamado a la ambulancia. No sabemos si nuestro hospital podrá con tanto» declara Aurora , una vecina de la villa de mediana edad que pasea por la calle Padilla del brazo de su hija.  Metida en confianza, se atreve a llegar más allá y recuerda el reciente episodio del barrio de Las Delicias, en la capital del Pisuerga, cuyos vecinos se han movilizado en contra de la instalación de un centro de refugiados para 200 personas junto al Hospital Río Hortega: «Seguro que a estos no se atreven a enviarlos a Valladolid , porque allí se monta la de Dios», concluye.

Un poco más allá, nada más pasar el bar Continental, en dirección a la calle Almirante, está Demetrio , un medinense de 70 años que se muestra muy contrario al realojo: «Cuando a nosotros nos va mal y necesitamos algo, en vez de ayudarnos nos fríen a impuestos, y a ellos los alojan en un hotel de lujo» , critica. «Dicen que el Gobierno le está pagando al del Balneario 200 euros por cada inmigrante por noche. Me parece un derroche alojarlos en un hotel así».

Sin embargo Patricia , una joven de 27 años que espera a una amiga junto al atrio de la Colegiata de San Antolín, se muestra satisfecha con lo que considera una muestra de solidaridad de todos los españoles: «Me parece muy bien que les instalen allí. El balneario llevaba tiempo cerrado, nunca ha funcionado muy bien, y si sirve para un uso social como es alojar a 250 personas en situación de necesidad , y encima con ello los empleados del hotel vuelven a tener trabajo, me parece fenomenal», subraya. «Lo que pasa es que hay mucho temor por parte de la gente. Yo no lo achaco al racismo, sino más bien al desconocimiento», opina. Pero aun los más favorables no esconden cierta incertidumbre: «Eso sí, como les dé a todos por venir a la vez a la plaza Mayor, ya no cabemos más», bromea la joven. Su amiga recién llegada, al pie de la bandera de los trece roeles, prefiere no hablar.

Régimen abierto

Los huéspedes del Balneario pasan los días en régimen abierto. Teóricamente pueden salir cuando quieran y acercarse a la villa , pero lo cierto es que este jueves una cadena con candado cerraba a cal y canto la salida del hotel . Los inmigrantes paseaban a un lado y a otro de los jardines, cerca de la fachada y lejos de la verja de salida –donde en varios momentos del día se apostaron los medios de comunicación– o permanecían en sus habitaciones, asomándose de cuando en cuando a los balcones del histórico edificio, construido en 1912 a imagen y semejanza del Palacio de la Magdalena de Santander, sobre un surtidor de aguas medicinales.

En la tarde anterior se había visto a alguno de ellos por las calles, según los testimonios, y comprando un balón en una ferretería, pero a última hora de la tarde de este jueves no habían acudido a las calles del centro. Miembros de la ONG que gestiona la estancia de estos migrantes en Castilla y León, Accem, los acompañan en las instalaciones del Balneario, donde no se aprecia, por otra parte, la presencia de ninguna dotación de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Responsables de Accem han asegurado, en respuesta a este periódico, que la organización desconoce su destino futuro. «Dependerá de la situación administrativa y las posibilidades de cada una de estas personas. Actualmente, estamos centrados en dar un alojamiento para este repunte de llegadas. Una vez pasado este tiempo, trabajaremos con ellos sobre sus proyectos de vida futuros» , explicaron. En cuanto al tiempo que permanecerán en el hotel, «se trata de una situación excepcional que estamos gestionando para no dejar a nadie en la calle y dar una atención digna por el repunte de llegadas, por lo que no podemos saber todavía el tiempo de permanencia», apuntaron en la ONG. 

Respecto al presupuesto invertido en los alojamientos, es el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones el que tiene esa información, al ser el que ha contratado directamente con la empresa titular del Hotel Balneario Palacio de Las Salinas, pero la Delegación del Gobierno no ha informado sobre el coste de la estancia de cada migrante .

Por su parte, el Ayuntamiento medinense reiteró su «preocupación» debido a ese realojo de inmigrantes subsaharianos «llegados en los cayucos de Canarias», como manifestó el portavoz del equipo de Gobierno y concejal de Alcaldía, Contratación y Hacienda, Luis Carlos Salcedo . Preocupación «en primer lugar, por la falta de lealtad por parte del Gobierno de España , que no ha avisado a la máxima autoridad de Medina del Campo, que es el alcalde y el Gobierno municipal, sobre todo para poner en marcha aquellos protocolos que fueran necesarios tanto a nivel de seguridad como de salubridad . No sabemos si vienen vacunados o no, si necesitan asistencia sanitaria o no la necesitan», añadió.

Las autoridades locales desconocían también en qué momento de la jornada llegarían al hotel los 67 inmigrantes que anunció el día anterior la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones , para sumarse a los 183 que ya permanecían en el edificio. Al menos uno de ellos necesitó asistencia médica durante la mañana, y fue conducido sujeto por ambos brazos por dos de sus compañeros hasta un vehículo desplazado al lugar. 

Por otro lado, Salcedo destacó la «preocupación y desazón con el Gobierno de España», debido a ese «acto de deslealtad institucional». Así, el Ayuntamiento de Medina del Campo asegura no saber «cuántas personas» llegarán a la localidad. «Estamos hablando de un 2% de nuestra población de 20.000 habitantes, por tanto en ese sentido, decirle a este Gobierno, en este caso a Pedro Sánchez, que las instituciones están al servicio de los ciudadanos, y nosotros, para poder dar los mejores servicios, y tranquilidad a nuestros  vecinos de Medina del Campo, deberían haberse puesto en contacto con el alcalde y con el Gobierno municipal, que para eso está», concluyó.