Nueve de los diez detenidos con laboratorios de droga en Valladolid y Bilbao pactan penas que suman 40 años de cárcel
El juicio sigue contra Asier F.C, único acusado que ha rechazado acuerdo alguno y que sigue porfiando en su inocencia
Nueve de las diez personas detenidas en febrero de 2022 en la denominada 'Operación Virgin VA', realizada por la Guardia Civil y la Ertzaintza que desmanteló un laboratorio de droga en Bilbao que abastecía a Valladolid, han sellado este miércoles acuerdos con la Fiscalía para asumir condenas que globalmente suman un total de cuarenta años y cuatro meses de prisión.
La primera de las dos jornadas del juicio previstas en la Audiencia de Valladolid se ha centrado inicialmente en la ratificación de las conformidades pactadas entre nueve de los encausados y la fiscal del caso por delitos de tráfico de drogas de las que causan grave daño a la salud y pertenencia a grupo criminal, con una atenuación de sus penas al reconocer la acusación pública a siete de ellos su adicción a sustancias como circunstancia atenuante analógica, informa Europa Press.
Las penas más duras han recaído en Martín I. de S- -se le condena también por tenencia ilícita de armas--, Alberto O.C. y Jesús Carlos L.A, en concreto siete años y seis meses de cárcel y 253.000 euros de multa para el primero y los seis años y seis meses de privación de libertad asumidos por los otros dos y multas, por el mismo orden, de 336.000 y 25.000 euros, según el acuerdo. Además, el pedrajero Santiago F.N. se ha conformado con tres años y diez meses y Florian G, Florin F.G, Mariano S.S. y Valentina S. han pactado tres años y seis meses y multas de entre 1.400 y 6.000 euros.
Tras la lectura 'in voce' de las condenas de los nueve confesos por parte del presidente de la Sección Segunda de lo Penal, el juicio se ha reiniciado con la declaración de Asier F.C, vecino de Bilbao y único acusado que ha rechazado acuerdo alguno y que sigue porfiando en su inocencia al desvincularse por completo de ese garaje ubicado en la calle Juan de Guisasola de la capital vizcaína donde agentes de la Guardia Civil y la Ertaintza desmantelaron un laboratorio donde hallaron 18 kilos de distintas sustancias.
El acusado, al que se adjudica el papel de ser uno de los proveedores a partir de ese laboratorio en Bilbao que abastecía al resto de la trama en Valladolid, ha explicado que por aquellas fechas se encontraba en paro, consumía cocaína y porros y vivía con una ayuda mensual de poco más de 500 euros. Ha rechazado tener conocimiento de ese 'supermercado' de droga a pesar de su amistad desde la infancia con Martín I. de S, otro de los acusados que sí ha confesado regentar dicho inmueble, y pese a que la policía encontrara en el mismo una carta con la mención "A la atención de Asier F, el gemelo".
Aunque en el domicilio de Asier, en la calle Gordóniz de Bilbao, fueron halladas distintas sustancias y efectos para el pesaje de la droga, el acusado ha apuntado que solo parte de ella--la cocaína, el hachís y el speed- -era de su propiedad con destino al autoconsumo y ha justificado la existencia de una balanza en su celo por evitar que le engañaran al adquirir la mercancía. "Solo alguna vez he trapicheado al menudeo para buscarme la vida", ha aseverado.
También se ha declarado amigo de otro de los encausados confesos, José Carlos L.A, a quien los investigadores atribuyen la función de "transportista" que viajaba de Valladolid a Bilbao para abastecerse y con quien Asier mantuvo distintos encuentros en la capital vasca para, supuestamente, formalizar el 10 de febrero de 2022 un pase de droga y recibir del comprador, el 14 del mismo mes, una bolsa con el dinero en pago por la mercancía.
En favor de Asier, quien se expone a una condena de casi diez años y una multa de 210.000 euros, ha testificado el propio Martín I. de S, quien ha asegurado que el acusado desconocía la existencia del garaje con sustancias de la calle Juan de Guisasola de Bilbao y que tampoco tenía las llaves del inmueble. "La llaves las tenía yo, José Carlos y dos tíos de Pamplona y Donosti" , ha asegurado Martín, quien ha confesado que una persona apodada 'el abuelo', cuya identidad no ha querido desvelar, era la que le había encargado a él guardar la droga y repartirla.
Las investigaciones comenzaron en octubre de 2021 tras conocerse que había un aumento de consumo y venta de drogas en Pedrajas de San Esteban (Valladolid), dentro de las funciones de prevención realizadas por el Puesto de Íscar. Una vez facilitada la información al Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA), se llevaron a cabo las vigilancias, seguimientos e interceptación de comunicaciones que permitieron descubrir una red de distribución de drogas que operaba en la provincia de Valladolid.
Esta organización estaba articulada en diferentes escalones y evidenciaba que existía un trasvase de drogas desde el origen de partida en Bilbao hasta su llegada al consumidor final en la provincia de Valladolid. Así, se logró identificar a todas las personas que formaban parte de la pirámide perfectamente estructurada y organizada y se inició la explotación.
Se ocuparon 14.265 gramos de speed, 3.313 gramos de cocaína, 1.041 de MDMA, 12,6 de heroína, 33 de marihuana, 700 de cafeína y otras sustancias de corte y precursores de drogas. En total, 18,6 kilos de sustancias. Asimismo, se incautaron un revólver calibre 22, 19.400 euros y siete vehículos (cuatro turismos, una furgoneta, una motocicleta y un ciclomotor). El total de las sustancias intervenidas podrían haber sumado las 80.000 dosis y haber alcanzado aproximadamente un valor en el mercado de 1,5 millones de euros.