Pagar en efectivo en el autobús le costará al Ayuntamiento de Valladolid 72.500 euros
Auvasa opta por externalizar un servicio que incluye la entrega de cambio a los conductores, el conteo de la recaudación y el ingreso en cuenta, durante dos años
La posibilidad de que los ciudadanos puedan volver a pagar en efectivo el billete de autobús conlleva un gasto que el Ayuntamiento de Valladolid ha cifrado en 72.500 euros para los dos próximos años porque será una empresa externa, y no los propios trabajadores de Auvasa, quien se encargue de que los conductores dispongan de cambio en los vehículos y de ingresar en una cuenta bancaria lo recaudado por esta vía. Así se pone de manifiesto en la memoria del contrato que está en licitación pública y que incluye, además, la gestión del cobro del parking de la Plaza Mayor .
Teniendo en cuenta los dos conceptos que abarca el pliego, es decir, el referido a las máquinas del céntrico aparcamiento subterráneo y el pago en metálico en el bus urbano – una opción que eliminó el anterior equipo municipal de gobierno y que recuperó el actual el 20 de septiembre de este año–, el gasto presupuestado para externalizar ambos servicios asciende a 87.000 euros a lo largo de dos años. Eso sí, habrá que esperar para saber si hay una rebaja, una vez se resuelva en concurso.
En todo caso, la mayor parte de esa cifra está vinculada a la posibilidad de que los ciudadanos puedan abonar en 'cash' su tique para subir al transporte público, puesto que este epígrafe acapara más del 80% de los fondos totales estimados, mientras que las operaciones relacionadas con el parking tienen una repercusión mucho menor para las arcas públicas. En la práctica supone que, de los 87.000 euros de presupuesto para el próximo bienio, aproximadamente 72.500 corresponden con el pago en metálico en el autobús y el resto con la gestión del mencionado estacionamiento.
Valladolid
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Auvasa justifica la decisión de buscar una empresa que se encargue del «servicio de recogida, transporte, manipulación, custodia de fondos e ingreso en entidad financiera provenientes de la recaudación de dinero en efectivo y suministro de cambio» en la falta de medios porque, según exponen en la documentación, el personal que antes se dedicaba a esta tarea fue recolocado en otros puestos cuando se suprimió el pago en efectivo, hace tres años, durante la pandemia.
Alegan también que los «medios técnicos» que se utilizaban entonces ya «no son aptos» y añaden que en el nuevo edificio de Auvasa que se está construyendo no se planteó albergar un depósito de recaudación del dinero en efectivo, así que no existe una «ubicación idónea» para custodiar los fondos.
Así, el Ayuntamiento ha decidido externalizar el servicio , y está en vías de elegir a una empresa que maneje los fondos al considerar, además, que si lo asumiese de nuevo el personal de Auvasa podría «aumentar el riesgo para su seguridad» y sería una función que excedería «ampliamente» de sus funciones.
Con todos estos argumentos, y aunque habían valorado también la opción de instalar máquinas de pago en cada autobús para que el conductor no tuviera que intervenir en la operación, según explicó el concejal de Tráfico y Movilidad, Alberto Gutiérrez Alberca, finalmente descartaron dicha opción porque resultaba «más costosa», y apostaron por la contratación de una empresa de blindados .
Mientras se resuelve el procedimiento , el Ayuntamiento ha recurrido a Loomis para que realice estas tareas, a través de un contrato menor rubricado por 4.910 euros , aclaró el director financiero de Auvasa, José Félix Ribote. La vigencia prevista es de dos meses y medio, es decir, calculan que se mantendrá hasta finales de noviembre, momento en el que ya empiece a operar la adjudicataria que se alce con el concurso, actualmente en fase de evaluación de ofertas.
Una vez tomada la decisión de recurrir al mercado privado para que se hiciera cargo de los cambios, el conteo o el ingreso en cuenta de lo recaudado en los autobuses urbanos, el equipo de gobierno decidió también incluir la gestión del dinero del parking de la Plaza Mayor , una actividad que, de momento, lo realiza personal propio de Auvasa y no está incluido en el contrato temporal firmado con Loomis.
Cuando se seleccione a la empresa que ejecute ambas actividades por ese plazo de dos años ya mencionado, los operarios de los blindados acudirán dos veces a la semana al subterráneo ubicado bajo la Casa Consistorial y otras dos veces por semana a la central de Auvasa de la calle Bronce para gestionar la recaudación generada y surtir de cambio. En la sede de la calle Bronce, además, tendrán que instalar una máquina de cambio.
Según el pliego elaborado por la sociedad municipal, la estimación del dinero en efectivo que recogerán cada semana en el parking se cifra en 13.000 euros , mientras que la cuantía que recogerán, transportarán, manipularán y custodiarán en las instalaciones ubicadas en el polígono de Argales se ha fijado en 5.800 euros semanales . Así que la previsión del volumen anual por el pago en efectivo en los buses asciende a 300.000 euros.
A tenor de estas cifras y, teniendo en cuenta el precio del billete, se desprende que el Ayuntamiento ha calculado que en torno a medio millar de personas se detendrá cada día frente al conductor para comprar su pasaje . Lo que no ha podido determinar, hasta que no haya transcurrido más tiempo y se pueda hacer un análisis de hábitos, es si los usuarios pagarán preferentemente con monedas o billetes, pero de momento creen que el 90% llevará 'suelto', y el 10%, 'atado'.
Las previsiones, sin embargo, puede que se hayan quedado ‘cortas’ a tenor de la respuesta de la ciudadanía respecto a la recuperación del pago en metálico, pues entre el 20 de septiembre y el 9 de octubre se dispensaron 20.110 billetes a través de esta modalidad, según datos facilitados por Auvasa. Esto supone una media de 1.058 al día, el doble de lo que habían estimado .
A pesar de la buena respuesta inicial, el director financiero de Auvasa consideró que hay que dejar mayor margen de tiempo para poder realizar un análisis más acertado, puesto que con el arranque de la medida quizá hay personas que se hayan animando a utilizar el transporte público y, tras el paso inicial, opten ahora por sacarse el bonobús.
De hecho, una de las funciones de la empresa que se contrate será realizar estudios estadísticos , a partir de la información que recopilen de las bolsas que utilicen los conductores. Cuando empiecen su jornada se les facilitará una bolsa con 40 euros en billetes y monedas de diferente valor , identificada con un código de barras y, cuando finalicen el trabajo –o el ciclo, como prefieran–, tendrán que depositarla en una especie de caja fuerte, especificando cuál ha sido la recaudación y con una copia de los recibos dispensados.
En caso de detectarse descuadres en las cuentas, se «regularizarán con la nómina», explicó el director económico antes de aclarar que no es una cuestión habitual y que en la última etapa en la que estuvo vigente el pago en efectivo, los conductores de los vehículos tenían un acumulado y equilibraban las posibles pérdidas con los días de remanente.
Entonces también se recurría a una empresa externa para ingresar la recaudación en la entidad bancaria correspondiente, pero el resto de tareas las asumían trabajadores de la plantilla de Auvasa, según explicó en su día el concejal que ostentaba la cartera de Movilidad, Luis Vélez. Cuando la Organización de Consumidores y Usuarios de Castilla y León, OCU , pidió la recuperación del pago en efectivo en el transporte público porque consideraban que repercutía en la población vulnerable, Vélez calculó en medio millón de euros el coste pero porque, además de incluir el pago a la empresa de blindados, contabilizaba al personal centrado en esta tarea y sumaba el plus por quebranto de moneda que se pagaba a los conductores por manejar dinero.