El director de fotografía Juan Mariné recibirá el Goya de Honor en la gala de Valladolid
La cita cinematográfica más importante del panorama español se llevará a cabo el 10 de febrero en la Feria de Muestras
Juan Mariné , el director de fotografía, restaurador fílmico e investigador de 102 años recibirá en la gala de los Goya de la edición 38 un galardón de honor por su trayectoria, el máximo reconocimiento que otorga la Academia de Cine. La junta directiva ha decidido otorgarle este premio "por su entera dedicación al cine durante más de 80 años de trayectoria que transitan por la historia del cine español, por sus esfuerzos en el trabajo de la conservación y la restauración fílmico, y por representar vivamente, a través de su oficio, la importancia de la luz en la historia" del cine español.
"Incondicional de las actividades que hace la academia, al ser el primer director de fotografía que ingresó en la institución, este explorador de la imagen colaboró con cineastas como Edgar Neville, José Luis Sáenz de Heredia, Antonio del Amo, José María Forqué, Pedro Lazaga y Pedro Masó en las más de 150 películas que fotografió, la última fue 'La grieta', de Juan Piquer Simón", rememora la institución según informa Europa Press.
"Hablar de este veterano profesional que durante años trabajó en restauración en la Filmoteca Española y que ha investigado e inventado técnicas con las que mejorar la calidad de la imagen es recorrer la historia de nuestro cine", añaden. Reconocido con el Premio Nacional de Cinematografía, la Medalla de Oro de las Bellas Artes, el Premio Nacional de Fotografía, el Premio Segundo de Chomón, la Espiga de Honor de la Seminci de Valladolid , el Premio de Investigación Juan de la Cierva y la Medalla de Oro de la Academia, entre otros galardones, Mariné empezó a trabajar en el séptimo arte con 14 años.
Nacido el último día del año 1920 en Barcelona, llegó a los estudios Orphea de la Ciudad Condal, donde se filmaba 'El octavo mandamiento', con tan solo 13 años para entregar unas cámaras nuevas que venían de Francia. Estas no funcionaban y él, gracias a sus conocimientos de francés, las hizo funcionar correctamente, por lo que la empresa le siguió contando con el para que se encargara de ellas.
Afiliado al sindicato CNT, Mariné grabó el entierro de Buenaventura Durruti, asesinado en noviembre de 1936, sepelio que rodó a mano porque se agotaron las baterías de la cámara. Fue fotógrafo de guerra de Enrique Líster, estuvo internado en los campos de concentración franceses de Saint-Ciprien y Argelès-sur-Mer, viajó como preso de San Sebastián a Cádiz, ingresó en el campo de prisioneros de La Rinconada (Sevilla), de donde salió gracias a los contactos de su padre, y fue fotógrafo del Estado Mayor de Cataluña, puesto que compaginó con trabajos como ayudante de fotografía en producciones rodadas en Barcelona.
Ya en libertad y finalizada la guerra, volvió a ir al cine a ver la película estadounidense 'El gran Ziegfeld', proyección que le impactó y por la que se prometió a sí mismo que dedicaría su vida al cine, como recuerda la Academia, "más de ochenta años de trayectoria que transitan por la historia del cine español, sus esfuerzos en el trabajo de la conservación y la restauración y por representar vivamente, a través de su oficio, la importancia de la luz en la historia de nuestro cine" que define a Mariné como "uno de los directores de fotografía más importantes, innovadores y longevos de la historia de España".
Debutó como director de fotografía en 'Cuatro mujeres', de Antonio del Amo, trabajó a las órdenes de numerosos cineastas, e intervino en coproducciones, pero nunca se sintió atraído por Hollywood, aunque Orson Welles le invitó a ir y quedarse en su casa cuando fue a dar clases en la Universidad de California en Los Ángeles.
Década a década, fue sumando títulos, entre los que figura la primera película en color de la historia de España, 'La gata'. Fue inventor de nuevas técnicas fotográficas y de restauración de películas, como una copiadora óptica o una máquina de lavar negativos diseñadas por él mismo, que puso en práctica en Filmoteca Española , que en 2020 le homenajeó con la proyección de películas tanto fotografiadas como restauradas por él, como 'Orgullo', 'La gata', 'La gran familia', 'Supersonic Man', 'Currito de la cruz' y 'La aldea maldita', entre otras; y dónde rescató producciones españolas que se daban por irrecuperables.
Cuando dejó la dirección de fotografía en 1990, fue director de restauración cinematografía en la ECAM (Escuela de Cine de la Comunidad de Madrid), donde acudió diariamente hasta 2020, año en que llegó la pandemia. En el sótano de la escuela tenía su despacho, varias salas llenas de máquinas y material fílmico, el 'sub-Mariné', en palabras de los alumnos del centro, donde investigaba, limpiaba y restauraba el celuloide.
Objeto de varios documentales, está pendiente el estreno de 'Juan Mariné. Un siglo de cine', película documental escrita y dirigida por María Luisa Pujol avalada por la Fundación Aula de Cine Colección Josep M. Queraltó, de la que Mariné es uno de sus Patronos de Honor. La Academia de Cine ha homenajeado en varias ocasiones a Juan Mariné, la última, el pasado mes julio cuando se proyectó 'Juan Mariné: entre luz y sombra', documental de Rafael Toba en la que Mariné se despide con una declaración de amor al cine: "Siempre he pensado que estamos para algo en el mundo. Yo no puedo dejar de rodar películas ".