Valladolid aprobará a final de año la zona de bajas emisiones tras contemplar 493 alegaciones
De las 440 sugerencias en contra de la reducción al mínimo de un kilómetro en torno al centro del área prohibida a vehículos contaminantes, Gutiérrez Alberca detalla que el 88% proceden de la web Movilidad Sostenible Valladolid
Sin demora. El tiempo apremia y el Ayuntamiento de Valladolid acelera para poder aprobar la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) , la nueva del equipo de gobierno de PPy VOX que se reduce al mínimo de poco más de un kilómetro en torno al centro de la capital vallisoletana, antes de final de año. Y, eso, después de contemplar las 493 alegaciones recibidas por esta nueva ZBE, en el período de exposición pública que acaba de finalizar.
De las 440 sugerencias en contra de la reducción al mínimo de un kilómetro en torno al centro del área prohibida a vehículos contaminantes , desde el Ayutamiento se detalla que el 88%, es decir 386, corresponden a un modelo que se hizo en la web Movilidad Sostenible Valladolid y 14 a otro modelo. A ella pertenecen, según se recoge en la misma web, Stecyl, grupo local Greenpeace, Federación de Vecinos Antonio Machado, Fapava, Federación de Ampas de Valladolid, Ecologistas en Acción Valladolid, Asociación Ciclista La Curva, Asociación Ciudad Sostenible, Asamblea Ciclista de Valladolid, Arba, A Ritmo de Patín, Anticapitalistas, Alianza Verde, Valladolid Toma la Palabra, Izquierda Unida, Jóvenes IU.
El resto de alegaciones hasta esas 493 se desgranan en 31 a favor de la reducción del perímetro de la zona de bajas emisiones, 5 piden exenciones en la futura ordenanza y 17 proponen diferentes cuestiones, alguna de ellas una zona propia. Sobre cómo se van a valorar y analizar, Alberto Gutiérrez Alberca deja claro que todas se contemplan y se estudiarán, pero también explica que no se p uede valorar igual sugerencias «realizadas en bloque y por un sistema casi automático», en referencia a las de la web de Movilidad Sostenible que el resto.
Sea como fuere, el concejal de Movilidad insiste en señalar que la intención es aprobar la ordenanza de manera inicial a final de año e iniciar todos los procesos de contratos para hacerla efectiva en 2024. Conviene recordar, y así lo indica Gutiérrez Alberca, que en el segundo semestre del próximo año comenzarían a imponerse las sanciones, eso sí mínimas, pero multas al fin y al cabo.
«A esa aprobación tenemos que llegar con todos los informes que exige la ley de cambio climático y el decreto de bajas emisiones del Gobierno», asegura el concejal de Movilidad, Alberto Gutiérrez Alberca, quien no se muestra preocupado porque la reducción al mínimo de la zona restringida a la circulación de vehículos contaminantes vaya a suponer pérdida de las ayudas europeas, algo que niega tajantemente. «Eso es falso porque nosotros no estamos cambiando nada porque nada estaba aprobado y cumplimos con la ley», incide Alberca, quien aclara: «Nosotros no vamos a tener ese problema de pérdida de fondos del que avisa el Gobierno en una comunicación que nos ha remitido porque no es una modificación que pueda afectar a la que estaba en tramitación».
La preocupación del edil de Movilidad viene «por cumplir con los plazos con todos los contratos». Contrato como el de la instalación de las cámaras que vigilarán el cumplimiento de las restricciones de vehículos en esa nueva zona de bajas emisiones, de poco más de un kilómetro que discurre por la almendra central de la ciudad, y la fibra óptica.
Un circuito de 49 cámaras que habrá que determinar dónde se instalan paasra controlar los flujos de tráfico y así evitar el acceso de los vehículos más contaminantes. Habrá cámaras para vigilar tanto la entrada a la zona de bajas emisiones como la salida, otroas para para monitorizar la entrada al área delimitada y el acceso a los aparcamientos y lugares autorizados.
«Se van a utilizar todas las cámaras que ya están en el contrato, aunque la zona de bajas emisiones sea más reducida», aclara el responsable de la Movilidad en el Ayuntamiento de la capital vallisoletana, quien a renglón seguido afirma que «es mucho lo que hay que vigilar».