Argüello confiesa cinco víctimas abusadas por curas en Valladolid

El arzobispado de Valladolid confesó este miércoles que el Servicio de Atención a Víctimas de Abusos del Arzobispado de Valladolid (SAVA) ha recogido un total de cinco denuncias desde el mes de mayo de 2020 , de las cuales dos de ellas son anónimas, en otro caso el acusado ya falleció, otro se dio traslado a la diócesis donde ocurrieron los hechos al producirse fuera de Valladolid, y el último está dentro de un proceso canónico, en manos de la Santa Sede. Ninguna de ellas ha pasado a justicia ordinaria y no han requerido ser puestos en conocimiento de las autoridades civiles , ya que los plazos en los que se cometieron los hechos estaban prescritos

Así lo detalló el arzobispo Luis Argüello , acompañado del psicólogo Diego Velicia y el abogado y secretario de la Asociación Castellano y Leonesa para la Defensa de la Infancia y la Juventud (REA), Antonio Rodríguez Marcos durante una rueda de prensa en la que se presentó el proyecto ‘Somos Luz en misión’. Al respecto de las denuncias, dos corresponden a informaciones anónimas y y no se tradujeron en denuncia formal; uno de los casos correspondían a hechos ocurridos en los años 60 y el sacerdote implicado ya había fallecido , mientras con la víctima se cumplió con un acompañamiento personal y psicológico; otro se dio traslado a una orden religiosa y una diócesis vecina , ya que el acusado pertenecía a una orden que ya no figura en la diócesis de Valladolid, aunque la persona denunciante reside en la ciudad;  y el último está dentro de un proceso canónico , pendiente de resolución.

Además, llegó una sexta denuncia al SAVA de una madre que expuso acoso a su hijo adolescente en la catequesis, pero que fue retirada tras comprobar que había sufrido un engaño por parte de él. 

En estos casos, el SAVA tiene cuatro funciones principales frente a estas denuncias: recibir información y denuncias de abusos sexuales, como también recabar datos al respecto; ayudar a las víctimas orientándolas en la vía civil y canónica; enviar al arzobispo de Valladolid las actas de denuncias; y proponerle iniciativas nuevas para un mejor abordaje de los casos. «No propone condenas», esclareció Velicia.

«La cuestión de abusos sexuales en menores sigue siendo de extraordinario actualidad», afirmó Argüello, que recordó a su vez la situación que se ha vivido en Almendralejo en estos últimos días, poniendo de relieve el uso de la Inteligencia Artificial  para difundir fotos de jóvenes desnudas. Por ello, desde la Iglesia señaló que apuestan por una propuesta «más amplia y honda» en estos problemas para poder frenarlo .

«Nos encontramos en que todo lo relativo a la efectividad y a la sexualidad se encuentra en un momento de convulsión» , explicó el arzobispo, lo cual deriva, según sus palabras, en una «necesidad de una verdadera formación afectivo-sexual» como también en el impulso de la educación moral mediante las actividades eclesiásticas al considerar que existe un «problema de educación ética» .

Así, Argüello puso el foco en las últimas generaciones, a las que etiquetó con el término «porno», y en las nuevas tecnologías como en las redes sociales. «Los datos que controlan las páginas más visitadas en Internet desgraciadamente reflejan que las más visitadas son las pornográficas», por lo que denunció el acceso de los niños «que se les pone en la mano y en el bolsillo un teléfono móvil». Al respecto, recordó la condena al ex cura Óliver Fernández   de la iglesia de Las Angustias, a tres años de prisión por abuso sexual y ciberacoso a una menor, y que tenía que ver con mensajes inadecuados a través de Whatsapp, pero que no se incluyó en el registro del SAVA al estar ya sentenciado y tendrá su primer permiso en octubre, como ya avanzó este periódico.

«Los asuntos del corazón, la formación de la conciencia, la madurez afectiva sigue teniendo ritmos lentos, pero la vida va deprisa. Es un gran desafío a la hora de la conciencia moral»,  continuó, donde añadió «la distinta configuración de las familias, con muchos hijos únicos que ven a sus padres poquísimo» como otros asuntos «gordos de la vida cotidiana que afectan a la madurez psicológica- afectiva». «Hoy nuestro mundo contemporáneo tiene ese desajuste desestructural», agregó.

Respecto a la cantidad de denuncias recibidas desde que se creó el SAVA por Ricardo Blázquez hace más de tres años, Argüello aseguró aunque «puede haber una cifra oculta, que no ocultada por nosotros», en el sentido de que haya personas que no hayan dado el paso a formalizar la denuncia. No obstante, no quiso dar por hecho que tuviese que haber más casos porque «hemos sido proactivos en la búsqueda de estos asuntos», apuntó.