El cuartel de Vadillos de Valladolid será derribado y dará paso a 40 viviendas de alquiler para jóvenes
Una parte del solar se destinará a la ampliación del centro de salud del barrio / La Junta, propietaria del edificio, prevé que la demolición tarde al menos un año y que las obras estén terminadas en 2026
El caso del antiguo cuartel de la Guardia Civil de Vadillos, en la plaza del mismo nombre, guarda cierta similitud con la batalla que libraron en su día los vecinos de La Rondilla para que el colegio San Juan de la Cruz se destinará a usos del barrio. La diferencia está en que en aquella ocasión los vecinos no lo consiguieron tras una larga lucha, que perdieron, con el entonces alcalde, Javier León de la Riva, y los de Vadillos parece que conseguirán su objetivo para que el cuartel tenga el destino que reclamaban .
La Junta de Castilla y León, propietaria del edificio desde 2018, lo mismo que del acuartelamiento de la Guardia Civil rehabilitado en Puente Colgante , destinará el de Vadillos a viviendas del alquiler para jóvenes, 40 en concreto de uno y dos dormitorios y con garaje, y una parte se dedicará a la ampliación del centro de salud próximo, una reivindicación histórica de la asociación vecinal Bailarín Vicente Escudero.
A diferencia del proceso seguido en Puente Colgante, en el cuartel de Vadillos no hay posibilidad de rehabilitación dado su mal estado y el edificio será derribado . En todo caso no será de inmediato. La directora general de Vivienda de la Junta, María Pardo, calcula que habrá de pasar todavía un año antes de que las máquinas entren a tirar los muros del viejo cuartel.
De una de las ventanas del edificio cuelga una pancarta desde hace cuatro años con la frase ‘la casa cuartel para el barrio’, la prueba de la lucha de los vecinos, temerosos de que la Junta vendiera el inmueble y pudiera derivar en un ‘pelotazo’ urbanístico en una zona donde no hay sitio para construir, pero sí una demanda de viviendas. En 2020 la Junta se comprometió ante los vecinos a mantener la titularidad pública del suelo, con lo que se disipaba el temor y faltaba por ver el destino que se le daba .
Apenas constituido el Ayuntamiento el pasado mes de junio, la Junta ya ha mantenido una reunión técnica con el nuevo equipo de gobierno para analizar la situación. El proceso a seguir pasa primero por la elaboración de un estudio de detalle para la reorganización de la parcela, aunque se mantendrán los 4.800 metros cuadrados de edificabilidad que hay ahora. Es en esta reorganización del espacio donde se concretará la parte que se cede a Sanidad para la ampliación del centro de salud.
El estudio de detalle tardará en torno a ocho meses y ya el siguiente paso será la demolición del edificio. La previsión de la directora general de la Vivienda es que las viviendas estén terminadas en 2026, antes de acabar la legislatura, y la inversión inicial prevista asciende a 4,5 millones de euros , aunque susceptible de incrementarse a la vista de la marcha de las obras.
Lo que tiene los visos de ser un compromiso firme de la Administración regional supone el principio del fin de una vieja reivindicación vecinal que pasó por diferentes fases.
El cuartel lleva cerrado desde 2007 y entonces se planteó la posibilidad de que se destinara a aparcamiento subterráneo y en superficie una zona deportiva e incluso un centro de la tercera edad, de vida activa, como se denomina ahora.
La batalla por el cuartel viene de antiguo para que el suelo mantuviera su titularidad pública y así lo planteó el Grupo Municipal Socialista en el pleno de noviembre de 2018 -entonces ya estaba al frente de la alcaldía- con una moción en la que pedían, entre otras cosas, que el cuartel se destinara a viviendas para jóvenes y a la ampliación del centro de salud, el cual «no da más de si para atender a 35.000 personas», podía leerse en la propuesta.
En el pleno intervino la asociación vecinal Bailarín Vicente Escudero para respaldar la moción, que fue aprobada por mayoría. El entonces concejal del Grupo Municipal Popular Carlos Fernández coincidió en la necesidad de ampliar el centro de salud y de que el edificio de la casa cuartel siga siendo de titularidad pública, sobre todo porque «hace falta para la ampliación» .
La moción demostró que todos los grupos estaban de acuerdo en mantener el uso público del cuartel y en la necesidad de ampliar el centro de salud y así se envío la petición a la Junta de Castilla y León, que se comprometió a estudiarla.
El presidente de la asociación Bailarín Vicente Escudero, Javier Valverde Ortega, recordaba que «el centro de salud y la casa cuartel están pegados» y añadía que llevaban «cuatro años esperando la respuesta de la Junta» , al tiempo que lamentaba que se estaban «retrasando mucho».
A la espera de que empiece a materializarse el compromiso de la Junta de Castilla y León, todo apunta a que, por fin, parece encarrilado el destino de los dos cuarteles de la Guardia Civil que estaban -el de Vadillos todavía lo está- abandonados en la ciudad. Eran dos ‘muertos’ urbanísticos , el primero de ellos, el de Puente Colgante, a punto ya de terminar las obras de rehabilitación que alumbrarán un edificio con 63 viviendas, una parte de ellas también para alquiler de jóvenes, que además contará con un aparcamiento para los inquilinos en el antiguo patio. A estas 63 se sumarán las 40 que se construyan en el de Vadillos.