El comité alerta de falta de material y déficit de 100 trabajadores en los talleres Renfe de Valladolid
Los responsables de los empleados de San Isidro auguran que la situación «va a ir peor» debido a que no se corregirá la plantilla pese a que a los 7 modelos actuales de tren que reparan se unirá la nueva serie eléctrica 121
La falta de personal sigue siendo una de las principales reclamaciones que transmiten los trabajadores de Renfe a la dirección de la operadora ferroviaria. La cuestión incide directamente en los talleres de la empresa ubicados en el páramo de San Isidro , donde actualmente están empleadas alrededor de 500 personas y donde se tiene previsto que lleguen 61 trabajadores nuevos, pero desde el comité provincial del grupo exponen que se necesitarían «otras 100 personas, por lo menos» .
«No damos abasto», afirma rotundamente Virgilio Herrera, delegado sindical del comité, que explica que en los nuevos talleres de Renfe en Valladolid se reparan entre 50 y 55 trenes al año a los que se añade el trabajo con componentes de distintas series de otros talleres. Una carga de trabajo «importante» a la que se añadirá una serie nueva eléctrica de alta velocidad: la 121 . Fabricada por CAF en el año 2009 para los servicios Avant e Intercity, cuatro de los coches del tren y un intermedio fueron montados en Valladolid desde el año 2008 hasta 2010, y a partir del año que viene la reparación al completo -salvo los bogies , que se encargará CAF- se realizará en San Isidro. «Ya se está habilitando una zona para trabajar en él», afirma Herrera.
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Con la serie 121 serán ocho los tipos de trenes destinados en las instalaciones vallisoletanas , entre los que se encuentran la serie 592,596 598 y 599, de la gama convencional diésel, mientras que en el apartado eléctrico trabajan con la 450, 446 y 447. Por ello, el delegado sindical del comité provincial del Grupo Renfe en Valladolid espera que si termina llegando la familia de trenes regionales 121 se reduzca el trabajo en otras series porque «si no es imposible». A pesar del anuncio, añade que «todavía está todo un poco en el aire» y que desde el mes de febrero no han mantenido reuniones al respecto.
Se conforme o no la llegada del nuevo tren a la producción de los talleres, Herrera afirma que «necesitamos más gente» debido a que las cargas de trabajo aumentarán ante las futuras jubilaciones en el personal y desvinculaciones. De momento, serán 61 los trabajadores nuevos los que llegarán a la industria , pero Herrera estima que harían falta, como mínimo, 100 personas más.
Sin embargo, no solo cree que la situación va a seguir «en la misma línea», sino que «va a ir a peor» debido a que informa que desde la dirección de Madrid se ha tomado la decisión de que «no entre más gente» . Pero explica que tampoco va a salir nadie en caso de que un trabajador solicite una desvinculación, mientras la empresa «te pueda retener dos meses y, legalmente, hasta final de año». «Ellos lo justifican en que si se van yendo hasta que vienen los de las ofertas de empleo público, es un problema», señala, exponiendo a su vez una «falta de previsión» por parte de la compañía debido a que los puestos quedan vacíos, aumentando las cargas de trabajo de los que permanecen en la plantilla .
Todo ello deriva en un «ambiente enrarecido» con «malestar y cabreos» debido a que «no soportan la soberbia de la dirección del taller». «Y eso es lamentable», expresa, antes de advertir que «no va a haber ningún tipo de solución al respecto» a pesar de las reuniones mantenidas para corregir el déficit.
En esta carencia, además, considera que existe un problema en cómo está formada la plantilla debido a que más de 100 empleados provienen de empresas subcontratadas , «en vez de potenciar el personal que tenemos». Una cuestión por la que acusa directamente a la dirección de la compañía, ya que considera que «pone a dedo» a gente en puestos que no le corresponden, mientras se relega a trabajadores dedicados a la administración al taller. Así, Herrera solicita convocatorias internas, especialmente en administración y gestión , «para que la gente pueda acceder a esos puestos y se cumplan mejor las expectativas». Pero, según agrega, «por algún motivo no le interesa a la dirección».
El déficit de personal que opina que presentan los talleres provocará que «los trabajos cada vez se externalicen más» y «el know-how de la empresa se pierda porque se lo estamos enseñando a terceros».
Además del posible agravante de la falta de trabajadores con el futuro encargo de reparación de la serie 121, Herrera expone que también puede existir un problema sobre las condiciones del taller , que ocupa una superficie de 77.000 metros cuadrados . «El almacén que tenemos es pequeño», asegura, como recuerda que ya informó al empezar a operar en las nuevas instalaciones pese a ser consideradas unas de las más modernas de Europa. Incluso, denuncia una mala orientación al acumular más de 30 grados en la parte central de las instalaciones durante cualquier jornada laboral.
Ante este problema, recientemente solicitaron a la dirección de Renfe que se colocaran unos ventiladores grandes y con pocas revoluciones en las columnas para evitar molestias, pero como «el coste era muy elevado, decidieron optar por unos ventiladores de ‘juguete'». Asimismo, insiste en que hay falta de material en el taller . «Es más rutinaria de lo que debe de ser», lamenta, y apunta a un problema con los proveedores, que «no funcionan bien».
«Pensábamos que con el cambio de taller iba a funcionar todo mejor, pero qué va, y hay veces que los trabajos no se pueden hacer, se quedan pendientes, o se va el tren sin reparar» , concluye Herrera, que anuncia que seguirán las movilizaciones desde el comité a partir de septiembre si la situación no cambia.