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La fórmula del éxito de la Provenza vallisoletana

Tiedra de Lavanda es el resultado de la evolución de un proyecto agrícola familiar que nació para ofrecer una alternativa al cereal / Se ha convertido en un revulsivo económico

Luz María Ruiz Cuadrado, impulsora del imperio de la lavanda en Tiedra. J. M. LOSTAU

Publicado por
Estibaliz Lera

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La lavanda es una planta aromática originaria de la cuenca del Mediterráneo que tiene múltiples propiedades y usos. Su olor, su color y su belleza la convierten en un atractivo para los sentidos y para el medio ambiente. Pero también es un cultivo rentable y sostenible que ofrece una alternativa a los cereales en zonas secas y soleadas.

En Tiedra, un municipio de Valladolid famoso por el castillo medieval que se erige en un alto, se encuentra el primer Centro de Interpretación de la Lavanda en España, impulsado por Luz María Ruiz Cuadrado, una psicóloga que decidió dejar de lado los recursos humanos, la formación y la orientación laboral para apostar por esta planta hace más de una década. Junto con su familia, empezó a cultivar lavanda en su explotación agrícola familiar, buscando una opción más interesante que el cereal en la comarca de los Montes Torozos.

Sin embargo, la lavanda no es solo una planta, sino un producto agroindustrial que requiere de un proceso de destilación para obtener el aceite esencial. Por eso, Luz María invirtió en una destilería en el año 2008 y empezó a prestar servicios a otros cultivadores de la zona. Así nació Aromáticas del Duero, una empresa que gestiona junto a su marido, Antonio Fonseca Hernández, ingeniero de montes con más de 30 años de experiencia, que se dedica a la producción y comercialización de aceite esencial de lavanda y otros productos naturales derivados.

El aceite esencial de lavanda tiene numerosos beneficios para la salud, la belleza y el bienestar. Se utiliza en la industria farmacéutica, cosmética y perfumera, así como en aromaterapia y terapias naturales, según los expertos. De igual forma, cuenta con propiedades antisépticas, antiinflamatorias, cicatrizantes, relajantes y sedantes.

Tiedra de Lavanda, que acaba de recibir el Premio CEOE Valladolid al Compromiso con el Territorio, brinda experiencias únicas. En 2019, abrió el Centro de Interpretación de la Lavanda, un espacio donde se puede conocer en profundidad el mundo de esta planta. En él se puede aprender sobre las variedades, la historia, los usos, el proceso de destilación y las aplicaciones del aceite esencial.

Este lugar ofrece visitas guiadas por las instalaciones y por los campos de lavanda, donde se puede disfrutar del espectáculo visual y olfativo que ofrece esta planta en floración. La época ideal para visitarlos es entre julio y agosto, aunque este año se ha adelantado debido a la climatología.

Luz María Ruiz Cuadrado explica que su objetivo es dar a conocer la lavanda desde una perspectiva didáctica y divulgativa, tocando distintos aspectos como la botánica, la farmacopea o la ecología. " Esta visita es un complemento muy interesante para la gente que, además, le gusta ver y disfrutar del campo", afirma para, a continuación, añadir que el centro recibió unas 3000 visitas en 2019 y unas 2000 en 2020, a pesar de las restricciones por la pandemia. Este año esperan superar estas cifras y consolidarse como un referente en el sector.

Otra línea de negocio es su tienda online donde se pueden adquirir sus productos naturales elaborados con lavanda. Entre ellos se encuentran esencias puras, polvos de hadas, jabones artesanos, sacos aromáticos, almohadillas de guata, ambientadores o velas. " Todos ellos tienen un aroma selecto y ofrecen una sensación única e irrepetible".

A esto se suma, cuenta muy emocionada, un quiosco que han colocado a la entrada del Centro de Interpretación, donde se pueden degustar tanto helado y cerveza de lavanda como otros manjares locales, como, por ejemplo, la miel de la zona. " Es nuestro pequeño rincón para tomar algo y disfrutar". Sin olvidar, explica, los eventos que realizan como la inauguración de la temporada de floración, la noche de perseidas o el festival de cervezas castellanas. 

EMPRENDER EN SU PUEBLO

Luz María nunca se había planteado emprender. De hecho, trabajaba en la Administración y le gustaba mucho, sin embargo, realizaron un recorte de personal que en su caso se transformó en un traslado, por lo que renunció. A partir de ese momento sí que decidió que los siguientes capítulos laborales los escribiría con un proyecto realizado a su imagen y semejanza. 

"Decidimos buscar una alternativa a una explotación familiar dedicada al cereal que veíamos que se había quedado corta. Empezamos a estudiar opciones. Viajamos a la Provenza, el epicentro mundial de la lavanda, y decidimos apostar por ello", recuerda. No obstante, reconoce que, aunque estaban emocionados con este cambio, tenían cierto temor.

Primero empezaron con una actividad agroindustrial, si bien con el tiempo se dieron cuenta de que a Tiedra llegaban muchos turistas con ganas de ver la plantación debido a que es todavía un cultivo muy desconocido en la zona. De ahí que decidieran dar el salto y diversificar. Una diversificación que año tras año gana más adeptos. Es más, tal y como admite, quedan pocas horas libres dentro de las reservas que ya tienen para poder disfrutar de la lavanda en su máximo esplendor.

El Centro de Interpretación, que está ubicado en un moderno edificio en las inmediaciones de extensos campos de lavanda, cuenta con seis salas expositivas a través de las cuales se hace un recorrido por sus variedades, lugares y modos de cultivo, cómo se extraen los aromas o la presencia en nuestra cultura y costumbres a lo largo de la historia.

Una experiencia sensorial y olfativa que ofrece todo un mundo de posibilidades. Junto a las visitas, tanto guiadas como libres, se añaden las rutas en todoterreno por la plantación donde se presencian los trabajos de cosecha y muchas personas aprovechan para realizar reportajes fotográficos; programas educativos dirigidos a escolares; degustación de productos elaborados con lavanda; demostraciones conducidas por expertos donde se exhibe cómo se realiza la destilación, el trenzado de plantas, jabonería…; sesiones de yoga o mindfulness, entre otras actividades. «Hay mucha variedad, lo mejor es que nos llamen y nosotros les indicaremos la mejor opción que se adapte tanto al tiempo que tengan como a sus gustos y necesidades», señala la impulsora de Tiedra de Lavanda, que está muy orgullosa porque todo el material que disfrutan los visitantes está realizado por ella

FOCO DE INTERÉS

Son muchas las personas que se acercan a Valladolid para llevarse una instantánea donde el morado adquiere una nueva dimensión. Luz María está feliz de que su pueblo ocupe portadas de medios de comunicación de distintas partes del mundo por las más de 500 hectáreas de lavanda que contempla su negocio. " El Centro de Interpretación da sentido a un negocio que comenzó para dar una segunda vida a unos terrenos familiares y ahora preserva el encanto de un pueblo de poco más de 300 habitantes".

Y es que, tal y como expone, los turistas que se acercan hasta esta localidad no solo disfrutan de este cultivo, también conocen la zona, todos los atractivos que tiene y la gastronomía. "Nos hemos convertido en un importante revulsivo para la economía de la comarca, puesto que hay más movimiento de hoteles, restaurantes, incluso se contrata gente de los alrededores para eventos puntuales o se solicita la colaboración de emprendedores locales", señala Luz María.  

Por encima de Castilla y León solo hay otra zona con mayor extensión de esta planta en Brihuega, en la comarca de La Alcarria (Guadalajara).