Antonio Bañuelos: 30 años criando los ‘toros del frío’
El ganadero burgalés debutará en la plaza de Valladolid en una tarde con un cartel compacto con Perera, Luque y Adame / Galería con las fotos en exclusiva de los toros que se lidian
Tras 30 años como ganadero de lidia, Antonio Bañuelos , un empresario burgalés que cerró su etapa profesional y se entregó de lleno a la crianza de toros bravos, se anuncia en Valladolid. Sus astados saldrán por la puerta de chiqueros del ruedo del paseo de Zorrilla en la tarde del jueves 7 de septiembre. El cartel anuncia a Miguel Ángel Perera, Daniel Luque y el mexicano Joselito Adame. Una terna compacta, de gran atractivo para la afición.
Bañuelos, un hombre entregado a su vacada, ofrece un aire de ascetismo ennoblecido. Quizá por eso, cuando se decidió a materializar el sueño de aquel niño al que le gustaba “ir a las ganaderías de Salamanca, contemplar el manejo y todo lo que sucedía en la dehesa, y hablar con los vaqueros y mayorales”, se decidió por la línea Ybarra-Torrealta, una procedencia de calidad cierta. “Por mi parte, como criador, sigo fiel a esa línea, si bien hemos aportado algo más de fuerza y de potencia a los toros” , indica Bañuelos cuando se le pregunta sobre la selección de las vacas de vientre y sementales que ayudaron a crear una divisa que pasta en el Páramo de Masa burgalés, a una altura inusual para la cría del toro de lidia. Son, ‘los toros del frío’. Un paisaje que en invierno se cubre de nieve, ensabanando los cercados.
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Con voz pausada, y sin recriminar nada ni a nadie, el ganadero confiesa que hasta esta temporada ninguna empresa le llamó para lidiar en Valladolid . “Ahora lo han hecho y vamos, y lo hacemos muy contentos, con orgullo, porque la afición vallisoletana nos ha acogido muy bien, y aquí, en La Cabañuela, en la finca, siempre hemos recibido a penas, toreros y a los chavales del bolsín con mucha ilusión”. Es un criador de éxito, aunque le cueste alardear de esta condición, una senda que ya se atisbaba desde que en 1999 Enrique Ponce indultó al recordado Gamarro en el coso burgalés de El Plantío. “Fue una corrida apoteósica, con un triunfo pleno, y desde ese día el camino era más real, y me hizo sentir emociones nuevas en mi vida, algo para recordar siempre”, expresa con comedida emoción el ganadero.
¿Y los toros para Valladolid? “Son toros con presencia, muy en las hechuras de esta ganadería, y con la presencia acorde con el respeto que se debe a una plaza de la categoría de Valladolid, bajos y con cuello que propicien sus embestidas humilladas”, indica. Unos toros cuyas fotos acompañan a este reportaje, en un anticipo en exclusiva para este diario.
Mientras espera a esa tarde del 7 de septiembre, Antonio Bañuelos, como los últimos 30 años, sigue “con la obligación de superar cada día los conocimientos anteriores, con una dedicación plena, rigurosa y muy exigente”. Tras sus habituales triunfos en plazas de toda la geografía española y francesa, ahora llega el reto de seducir con su bravura a una plaza todavía no conquistada. Un éxito para rubricar 30 años como ganadero de élite.