Valladolid vive el embrujo de la noche de San Juan

La playa de Las Moreras volvió a ser el epicentro bajo el embrujo de la noche de San Juan . La noche de San Juan y sus hogueras, que purifican a todos los que la presencia, a quienes somete bajo su embrujo, y que marca el inicio de solsticio de verano.  A la espera de la gran quema de la hoguera a las doce de  la noche, las Moreras se llenaba de fiesta y fuego, con las pequeñas  y particulares hogueras de San Juan. Antes de avivarse el fuego, el ambiente en la capital estuvo protagonizado por las sesiones de grafiti que pusieron las primeros coloridos a la ciudad de Valladolid, con una demostración en vivo de este arte urbano con la Noche de San Juan como tema de los diseños.

De fondo, tanto en la chopera, las pistas deportivas como en la zona de voley, los conciertos ya empezaron a armonizar con rock, música electrónica y más de 20 pinchadiscos el entorno de Las Moreras, donde vallisoletanos de todas las edades se dejaron ver para disfrutar del ‘antes y después’ que marca tradicionalmente la jornada.

El gran momento llegó ya caída la noche, cuando la luz deslumbra a su máxima potencia y los tonos rojizos del fuego son más temidos. Pero los asistentes no transmitieron temor alguno, como si el salto sobre las llamas hubiese llevado consigo una preparación a fondo.

Con seguridad y respeto, de uno en uno o hasta de dos en dos aprovecharon la noche mágica que brinda San Juan en Valladolid para superar la hoguera y todos los momentos negativos del año . Y es que algunos no dudaron en arrojar sus apuntes de preparación de exámenes al fuego, con el fin de olvidar el pasado y afrontar el futuro. Es la historia que encumbra la noche de San Juan, la de sentirse purificado con el fuego, quemando lo viejo y lo malo.

Una noche en la que el salto de la hoguera comenzó pasadas las dos de la madrugada y las Moreras estaban abarrotadas de gente hasta alrededor de las cuatro y media de la madrugada que empezó a vaciarse la playa.