Así borró la UVA el nombre de Franco
El vicerrector de Patrimonio, Julio Grijalba, ordenó al Servicio de Mantenimiento su eliminación después de un año de la aprobación de la Ley de Memoria Democrática, usando un método de pátina
La Facultad de Derecho de la Universidad de Valladolid (UVA) llevó a la máxima expresión el tópico «borrón y cuenta nueva» al ocultar el nombre de Francisco Franco de un azulejo ubicado en uno de sus pasillos, bajo el amparo de la Ley de Memoria Democrática del 20 de octubre de 2022 . Y tras un año de estudio sobre cómo llevar a cabo su retirada, en menos de 24 horas todo el medallón lució con una capa blanca que impide la legibilidad de cualquier término en referencia al Jefe del Estado y Caudillo de España entre 1939 y 1975.
«Hasta que no hemos tenido claro el procedimiento técnico a seguir, no hemos actuado» , expone Julio Grijalba Bengoetxea , vicerrector de Infraestructuras, Patrimonio y Sostenibilidad de la UVA, que reconoce que la eliminación de la dedicatoria franquista se empezó a considerar desde el mes de noviembre de 2022, prácticamente a la par de la aparición de la Ley de Memoria Democrática, que «condena el golpe militar de julio de 1936 y la dictadura franquista», por lo que todas las instituciones públicas están obligadas a retirar aquellos elementos contrarios a la misma. «Desde ese momento se hizo un inventario de dónde podría ser aplicado en la Universidad Valladolid y podía ser en ese azulejo», señala al respecto. Atenidos al texto legal, en concreto al artículo 35 , apunta que se trata de una decisión de «obligado cumplimiento» y por la que no es necesario ninguna orden para su retirada.
La demora en la eliminación del nombre es causa de la propia historia que engloba el conjunto de azulejos y medallones, cuya placa en cuestión fue instalada en el año 1944 como agradecimiento a Franco por la reconstrucción del edificio después de un incendio en 1939 y realizada por un importante taller de Talavera de la Reina, detalla Grijalba. En la pintura, además del nombre completo del Caudillo y de otros responsables de la institución, resaltaban las iniciales D.O.M., que significa «Para Dios el Mejor y más Grande», situándose en la parte antigua de la Facultad de Derecho .
Para preservar su historia, el vicerrectorado de patrimonio e infraestructuras tuvo el primer objetivo de «extraer esos azulejos y sustituirlos por otros» para mantenerlos conservados en el Museo de la UV A. «Pero después de distintos estudios técnicos, el proceso era imposible» , indica Grijalba debido a los daños materiales que, incluso, podían impedir su total retirada.
Tenida en cuenta esa incapacidad, analizaron otras propuestas en reuniones periódicas y claustros, formalizadas para ordenar las obras a realizar. «El nuevo planteamiento se atiene a todos los procedimientos de intervención en patrimonio, que consiste en no dañar y además intervenir de manera reversible» , afirma el vicerrectorado de Sostenibilidad, Patrimonio e Infraestructuras. Entonces, se ha aplicado una pátina en los azulejos que tienen el texto franquista.
«Es una pátina que oculta el texto, pero que es reversible. Por tanto, al no afectar al azulejo y ser reversible, el bien queda preservado, aunque el texto no sea visible», detalla, por lo que unen en un único proceso dos requisitos: el cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática y de los procedimientos de restauración avalados internacionalmente de mínima intervención y reversibilidad. Todo ello ejecutado en un único día, el martes, por el Servicio de Mantenimiento de la UVA con un coste «irrelevante», expone Grijalba.
Los estudiantes de la Facultad de Derecho, con constancia de su eliminación, lo celebraron como un hito «tras más de 10 años de insistencia» , reflejó el grupo ‘Estudiantes de Derecho por la Universidad Pública’ tras conocer la noticia. «En 2006 se solicitó la retirada de la placa, en 2018 la solicitud de retirar la placa fue más intensa pero sin que prosperara. Ha sido siempre un tema de conflicto por las reiteradas peticiones y respuestas evasivas o infundadas que se recibían» , asegura Unai Loiarte , miembro de la asociación de Estudiantes de Derecho por la Universidad Pública (EDUP), que defiende los derechos y libertades de los alumnos.
«Desde distintos colectivos se ha manifestado que el azulejo sería objeto de aplicación de la Ley de Memoria Democrática y que por lo tanto debería de actuarse. Y así ha sido», reconoce el vicerrector.
Desde EDUP consideraron «necesario» la retirada de «cualquier tipo de homenaje a un genocida como Francisco Franco» y definen como «antidemocrático» el ensalzamiento a su persona y sus ideas «que han discriminado y maltratado a mucha gente».
«La Universidad de Valladolid no debería posicionarse en cuestiones de este estilo» , opina Clara Davida , actual estudiante de Derecho en la Facultad de Derecho.
Además, Loiarte recuerda que Franco ordenó cerrar la Universidad de Valladolid el 8 de febrero de 1975, «dejando a 8.000 estudiantes sin curso lectivo hasta un año después que se recuperó la actividad lectiva», agregan sobre aquel caso. Consecuentemente, entiende que el azulejo dedicado a su figura «no tiene cabida en una institución como la universidad pública, cuyo lema es ‘ sapientia aedificavit sibi domum’ (la sabiduría edificó aquí su templo)».
De esta forma, una vez publicada la Ley de Memoria Democrática, EDUP intervino con su presentación en el rectorado y en el claustro de la institución para impulsar «cuanto antes» su retirada, además de proponer métodos o ideas «en sustitución de las controvertidas frases intolerables» de Franco.
El martes lograron su objetivo, aunque sin notificación de la acción debido a que no han alterado el normal funcionamiento de la universidad. «Tampoco era objeto de debate, sino el mero cumplimiento de un deber legal», razonan ante la aplicación de la Ley de Memoria Democrática.
No obstante, los detractores de esta medida existen y desdeEDUP tienen constancia de ello. «En nuestras redes sociales ya hay ejemplos de compañeros ensalzando el régimen del dictador con orgullo», indica Loiarte.
Igualmente, el vicerrectorado Grijalba entiende que haya estudiantes que quisieran su conservación, pese a no tener constancia. «La universidad es un espacio de libertad. Y como es un espacio de libertad, es un espacio de libre circulación de las ideas», declara, y pese las variadas interpretaciones se atiene a la ley de memoria democrática y los buenos procedimientos en restauración.
En cambio, la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte se mantiene más crítica sobre esta decisión, especialmente al formar parte desde enero de una lista de Vox sobre 150 vestigios de la guardia civil y el franquismo solicitados para ser declarados Bien de Interés Cultural (BIC). Hecho que, sin embargo, no impide su eliminación al no estar incoado, explican fuentes de este departamento. «Todos ellos están en un proceso de estudio para su incoación», añaden, lo que habría garantizado la protección del azulejo.
«Una vez superada la fase de incoación, un elemento será perceptible de ser BIC y será declarado», desarrollan, como ocurre en el caso de la fachada principal y el atrio delantero de la Facultad de Derecho, que «son intocables», o la Pirámide de los Italianos, en el municipio burgalés de Valle de Valdebezana, «que goza de protección porque ya está incoado, aunque no está todavía declarado pero ya es susceptible de ser BIC», recalcan desde la Consejería de Cultura.
El consejero de Cultura, Gonzalo Santonja (Vox), defendió la protección de la pirámide asegurando que «no es un edificio más», sino que atesora virtudes «artísticas», «históricas» y «paisajísticas», ya que insistió en que es «muy singular» y «único» en España de la arquitectura del periodo de «entreguerras».
«Nosotros no hubiéramos eliminado nada que tiene un valor histórico y patrimonial. Y consideramos que el azulejo, al estar instalado en 1944 después de la rehabilitación de la universidad, creemos que es un símbolo de uno de sus hitos históricos como fue el incendio», argumentan, que inciden que en la importancia de la instalación de la placa tras su reconstrucción, aunque no exigirán ninguna rectificación.