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Resurge el "poderoso y peligroso" clan de Los Monchines en la macrorredada contra la droga de Pajarillos

Material incautado en la macrorredada contra la droga de Valladolid.-ICAL

Publicado por
Felipe Ramos
Valladolid

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La operación 'Santo' contra los grandes clanes de la droga en Valladolid acaba con 39 detenidos, de los que 18 ya están en prisión y se incauta de 28 kilos de hachís, 5 kilos de plantas de marihuana, 780 gramos de cocaína y 130 de heroína además de 10 armas de fuego

 

Los clanes de la droga de Valladolid y, entre ellos, el «más poderoso y peligroso» , a decir de los propios investigadores policiales, el de los Monchines resurgen en la macrorredada contra el tráfico de estupefaciente que tenía su epicentro en el barrio de Pajarillos en Valladolid . La Policía Nacional, en colaboración con el Servicio de Vigilancia Aduanera (AEAT), desarticula una «organización criminal» que se dedicaba a la plantación ‘indoor’ de marihuana y a la venta y distribución de droga. La operación policial, denominada ‘Santo’, que también recibía el nombre de ‘Lata, en un primer momento , es fruto de año y medio de trabajo y conllevaba  la detención de 39 personas, «principalmente en Valladolid», según explicaba el comisario jefe provincial, Francisco Oterino, si bien en total se llevaban a cabo 39 registros domiciliarios con actuaciones simultáneas en las provincias de Valladolid, Palencia, Madrid, Segovia y Bilbao.

De los 39 detenidos, 18 ya se encuentran en prisión; cinco de ellos tras la primera redada y otros 13 este jueves , según informabad la Delegación del Gobierno de Castilla y León. Catorce de los detenidos pasaban a disposición judicial y, de éstos, 13 ingresaban en prisión.

En los registros realizados se intervenían 28 kilos de hachís, 3.500 plantas de marihuana (hasta un total de 275 kilos), 780 gramos de cocaína, 130 gramos de heroína, 335.240 euros en efectivo, 8 armas largas, 5 armas cortas, varias armas blancas, gran cantidad de munición, uniformidad de otros cuerpos, chalecos antibalas, una decena de vehículos, teléfonos móviles y un dron que los clanes utilizaban para «garantizar su propia seguridad».

«Hemos desarticulado una organización criminal que resurge como una hidra cada vez que desarticulamos sus operativos, y lo seguiremos haciendo» , subraya en declaraciones recogidas por Ical el jefe superior accidental de Policía de Castilla y León, Jesús del Amo, que recalca que con este golpe logran  «neutralizar su capacidad operativa, no solo en la venta del tráfico de estupefacientes, sino también en su capacidad ofensiva y de ataque, ya que tienen armas de fuego y elementos de autodefensa como chalecos antibalas, algo que supone un salto cualitativo singular en su organización ».

La delegada del Gobierno, Virginia Barcones, recuerda que la ‘Operación Santo’ se desarrollaba en dos fases, la primera de ellas el pasado 30 de mayo que se saldaba con una docena de detenciones (cinco de los detenidos se encuentran actualmente en prisión), y la segunda y última desarrollada a primera hora de este martes, en la cual se detenía a 27 personas.

Barcones asegura que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado han conseguido «desarticular la organización y sacar de la calle un importantísimo volumen de drogas y armas». «Gracias a su compromiso con la sociedad, Valladolid hoy es una ciudad más segura, con menos armas y droga en la calle. No puedo estar más orgullosa de vuestro trabajo», resalta.

Del Amo, por su parte, agradece el «enorme esfuerzo, trabajo y dedicación» de los investigadores, y la  coordinación junto al resto de comisarías de la Comunidad y de otras jefaturas superiores, y con el Servicio de Vigilancia Aduanera. Oterino precisa que los detenidos forman parte de «dos clanes muy conocidos en Valladolid desde hace muchos años» . «Hemos investigado a diferentes generaciones de ese mismo clan; se les desarticula, se les asesta un golpe y vuelven a organizarse », asegura. Uno de ellos, el más peligroso y poderoso, el de los Monchines.

La operación comenzaba, en palbras de  Oterino, a comienzos del año 2022, cuando se detectaba en un vertedero próximo al cementerio del Carmen de Valladolid una gran cantidad de sacos y bolsones con restos de plantaciones de marihuana. Junto a alguno de estos sacos se encontraron evidencias de la relación de esos restos con un clan que se dedica al tráfico de drogas en el Barrio España, especializado en el cultivo ‘indoor’ de marihuana, es decir, plantaciones que se realizaban en el interior de casas o almacenes de su propiedad que luego ‘cosechaban’ e introducían en el mercado.

Estas plantaciones requieren un enorme aporte de energía mediante lámparas de calor, para el crecimiento rápido de las plantas, energía que conseguían con “enganches” ilegales a la red. Una de las siete viviendas que controlaban en la misma calle en las que se ubicaba unas de las plantaciones contaba con un auténtico túnel bajo tierra, que discurría unos 5 metros, hasta una farola de alumbrado público, donde se habían ‘enganchado’ .

Tan pronto como se constataron indicios delictivos suficientes para informar a la Autoridad Judicial, se realizó el correspondiente informe policial, dando cuenta al Juzgado de Instrucción número cinco de Valladolid, que desde el primer momento decretó el secreto de las actuaciones.

En el avance de las investigaciones de lo que en un primer momento se denominó ‘operación Lata’ , se detectó la estrecha conexión de este grupo familiar con otro poderoso clan, histórico de la ciudad de Valladolid, asentado en el barrio de Pajarillos, y que estaba también siendo investigados en una línea distinta por la Policía Nacional., vinculado principalmente con la venta de cocaína y heroína. "Las dos investigaciones confluyeron en una sola y se unificaron ambas líneas de trabajo, y el resultado ha sido la que hemos denominado ‘Operación Santo’", afirmó Oterino.

La investigación ha permitido a lo largo de estos meses establecer los canales de conexión entre los dos grupos, su operatividad y control del tráfico de drogas en la provincia de Valladolid y otras próximas (caso de Palencia y Segovia), sus sistemas de aprovisionamiento, transporte y puntos de ocultación de la droga y el sistema de pagos por medio de intercambios, en ocasiones, de sustancias en determinadas operaciones.

La complejidad de los clanes investigados, así como su peligrosidad, integrados en su mayoría por los propios miembros de sus familias, con un importante arraigo durante años en los barrios en los que residen y un permanente control de los mismos (uno de los principales investigados en Pajarillos era el propietario de 5 de las 6 viviendas que hay en el inmueble en que reside, como clara medida de seguridad) han supuesto una enorme dificultad para los investigadores.

Según detallaron los investigadores, la primera fase de la operación se centró en la detención de todas las personas implicadas en la venta de marihuana, y localización y neutralización de las ‘plantaciones indoor’. Con ese objetivo el pasado 30 de mayo se efectuaron 16 registros domiciliarios, siete de ellos en el barrio España, más otros registros en Cabezón de Pisuerga, Cubillas de Santa Marta, Aldeamayor de San Martín, Cigales, Villabañez, y otro más en Frómista (Palencia).

En ellos intervinieron más de 3.500 plantas de cannabis con un peso total de 270 kilogramos, 140 gramos de cocaína, sustancias de ‘corte’, 4,6 kilogramos de hachís, cinco turismos, numerosos teléfonos móviles, diferentes armas y munición, y doscientos noventa mil (290.000) euros en metálico, procedentes del tráfico de drogas.

En esta primera fase se detuvieron 12 personas, de las cuales siete fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción cuatro de Valladolid, en funciones de Guardia, quien decretó el ingreso en prisión de cinco de ellas. En cuanto a la segunda fase, en la madrugada del pasado martes, 6 de junio, se desarrolló un dispositivo policial contra el resto del entramado implicado en la venta y distribución de sustancias estupefacientes, cocaína, heroína y hachís. En él resultaron detenidas 27 personas en una operación conjunta en Valladolid capital, Cigales, Traspinedo, Villamuriel de Cerrato, Palencia capital, Madrid ciudad, en la pedanía Segoviana de Perogordo y Bilbao, donde se realizaron 23 registros domiciliarios.

A la espera de cerrarse el operativo se intervinieron en esa segunda fase 23,4 kilogramos de hachís, cinco kg de marihuana, 640 gramos de cocaína, 130 gramos de heroína, cinco armas largas, cinco armas cortas, tres armas simuladas, gran cantidad de diferente munición, diversas armas blancas, básculas de precisión, un dron, uniformidad de un cuerpo policial, chalecos antibalas, cinco vehículos, teléfonos móviles y cuarenta y cinco mil dos cientos cuarenta 45.240 euros.

De las actuaciones entiende el Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid. El operativo policial continúa abierto, y no se descartan nuevas detenciones.