Valladolid suma 116 muertes por temperaturas extremas de las 715 de Castilla y León
La Comunidad alcanza las 715, de las que el 43% se concentran en León y Salamanca / En lo que va de año se contabilizan 153, pero ninguna en Ávila, Burgos, Palencia y Zamora
Las temperaturas extremas pueden ser enormemente peligrosas para la población, pues incluso se consideran la causa principal de una notable cifra de muertes al cabo del año que el Instituto de Salud Carlos III, a través de su informe MoMo, contabiliza periódicamente. En el caso de Castilla y León, el exceso de calor y frío se saldó en 2022 con 715 fallecimientos, de los que prácticamente la mitad, 306, se concentraron en las provincias de León y Salamanca . Según los datos consultados por este periódico, la provincia leonesa fue la que cerró el pasado ejercicio con la peor estadística de toda la Comunidad. Las temperaturas extremas causaron en este territorio 158 óbitos . En cifras muy similares aunque ligeramente inferiores se colocó Salamanca, que alcanzó las 148 defunciones relacionadas con esta causa.
En cifras algo más contenidas se situó Valladolid , que se convirtió en la tercera y última provincia que en 2022 superó las cien muertes por frío o calor excesivo. Alcanzó 116 defunciones, completando el podio autonómico.
La cuarta posición le correspondió a Palencia , que registró 80 fallecimientos, una cifra destacable para una de las provincias con menos habitantes de Castilla y León. A continuación se situó Burgos , con 60 fallecimientos, mientras que Ávila mejoró ligeramente estos datos hasta quedarse con 51.
A la cola de tabla regional se situaron las provincias de Soria , con 35 muertes por temperaturas extremas, y Segovia y Zamora , que igualaron sus registros con 33 defunciones.
Conviene señalar que la suma de todos estos datos provincializados arroja un total de 714 que difiere mínimamente del dato global que aporta el MoMo. Se trata de una disonancia bastante habitual en estos registros , y que desde el propio Instituto Carlos III han achacado en otras ocasiones al volcado manual de los datos. No obstante, al tratarse de diferencias muy pequeñas, no llegan a distorsionar la estadística.
Precisamente, es importante tener en cuenta este dato total para realizar una comparativa con respecto al año anterior, 2021, donde los fallecimientos por temperaturas extremas fueron muy inferiores. En aquel ejercicio se alcanzó un total de 386 decesos , lo que supone un aumento del 85% en solo doce meses , superior al 65% que se produjo en el conjunto de España.
Aumento que, por otra parte, no fue exclusivo de la Comunidad en su conjunto, sino que se hizo extensivo a todas las provincias aunque con sensibles diferencias que oscilan entre el 11% de Salamanca y el 300% de Burgos , aunque en el caso de los incrementos más evidentes se debieron a que en 2021 apenas notificaron fallecimientos por estas causas.
En adición a estas cifras, que responden al último año completo, los datos del MoMo permiten también conocer el efecto de la mortalidad por temperaturas extremas en lo que va de 2023. Esta estadística resulta también muy interesante, entre otras cosas, porque desvela como en hasta cuatro provincias no se han contabilizado todavía fallecimientos relacionados con el frío o el calor extremos. En concreto, las cifras del año en curso estaban ayer disponibles hasta el 23 de mayo , con lo que su vigencia es más que suficiente.
Esos territorios que todavía mantienen sus estadísticas a cero son Ávila, Burgos, Palencia y Zamora, aunque por otra parte tampoco suelen estar entre los primeros puestos de la tabla autonómica. Igualmente, hay que tomar en consideración que a estas alturas del año todavía no han comenzado los días de calor extremo y que, a la vista de los datos, suelen ser más letales.
Precisamente, esto mismo los confirman también los datos del Instituto Carlos III, que ponen de manifiesto mediante gráficas que los fallecimientos vinculados a las altas temperaturas durante los meses de verano son bastantes más que las achacadas al frío en invierno, tal y como ocurrió a lo largo de 2022.
Además de esto último, el análisis de los datos por meses confirma también que el calor causa más mortalidad que el frío, tal y como certifican los registros de 2022. En enero y febrero , cuando el calor no suele ser un habitual en los termómetros castellanos y leoneses, perdieron la vida por temperaturas extremas 80 y 24 personas , respectivamente, mientras que en diciembre y en abril fueron 14. En marzo, el mes primaveral por excelencia, el registro fue de seis defunciones que resulta más difíciles de encajar en un escenario de calor o frío pero que parecen responder más a esto último.
Por el contrario, los fallecimientos por calor extremo se concentraron, como cabría pensar, en los meses de verano. Sin lugar a dudas, el pico de mortalidad se produjo en julio, cuando tuvieron lugar 341 óbitos que supusieron casi la mitad de los de todo el año. Algo menores fueron los registros de junio (124), agosto (112) y septiembre (dos).
Con todo lo anterior, la provincia que por el momento lidera la Comunidad en este sentido y durante este año es León, que acumula 66 óbitos. De hecho, la tendencia replica hasta tal punto la del pasado ejercicio que el segundo lugar vuelve a recaer en Salamanca, que llega ya a las 52 defunciones. Más discretos son los registros de Valladolid (19), Soria (diez) y Segovia (seis).
A la vista de la información proporcionada por el Instituto de Salud Carlos III, resulta evidente que las recomendaciones que las autoridades sanitarias realizan para que la población se proteja de las temperaturas extremas están más que fundadas. Por eso ahora, cuando la irrupción del verano se producirá en menos de un mes y el calor ya se ha empezado a ver en algunas jornadas a lo largo de mayo, es importante hacer hincapié acerca de los peligros que entraña una exposición desmedida a las altas temperaturas.
Asimismo, en esta ocasión entra en juego un factor que si bien no es inédito, este año aparece con mayor intensidad. Se trata de la sequía, que desde hace varias semanas mantiene en jaque a la agricultura y a la ganadería de Castilla y León y de España y que, de no revertirse la situación, acabará haciendo mella en la población general. Por todo esto es importante tomar las precauciones oportunas, ya que en la mayoría de casos los fallecimientos relacionados con las temperaturas extremas podrían ser evitables.