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Los vallisoletanos lamentan el cierre de Confiterías Cubero: "Da pena porque es un referente"

La noticia de la clausura del histórico local ha provocado que cientos de clientes acudan a la pastelería a comprar sus dulces favoritos por última vez

Confiterías Cubero. PHOTOGENIC

Publicado por
Rocio Arévalo

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El cierre de Confiterías Cubero ha pillado por sorpresa a la ciudad, que despedirá el próximo 31 de mayo a uno de sus locales históricos. Tras el anuncio este martes, los clientes habituales han estado acompañados por decenas de vallisoletanos que se acercaban a degustar alguno de sus productos en la recta final del negocio. Un negocio que comenzó a funcionar en 1957 en una pequeña tienda de la calle Conde Ansúrez gracias a Enrique Cubero . Sus hijos son los encargados ahora de gestionar los locales, mucho más amplios, de la calle Pasión y la calle Ferrari. 

"Aquí abrimos en 1980. Vamos a hacer ahora 43 años ", explica Enrique Cubero Torres, hijo del fundador y el encargado de llevar el obrador de los locales, que como el define es "el motor de la confiterías" y que tras su marcha por jubilación y la falta de relevo generacional tiene que parar de funcionar. Por otra parte, Cubero explica que el cierre del negocio no va a cambiar su forma de trabajar. "Nosotros queremos que sea todo igual hasta el último día . Desgraciadamente, no será así porque sin querer cuando ya estás pensando en cerrar, pues no es un día cualquiera", apunta.

"Ha venido un montón de gente, de clientes, de amigos y la frase clave ha sido 'qué pena' ", señala respecto a cómo ha sido el primer día tras el anuncio del cierre, aunque declara que no han notado un especial aumento de afluencia. Los clientes se acercaban como siempre a tomar té y café y a degustar los dulces de Confiterías Cubero; aunque tras al noticia se mostraban apenados por la pérdida de un local histórico". "Lo siento mucho porque Cubero forma parte de la tradición genuina de la pastelería de Valladolid ", señalaba uno de ellos. 

Dos vecinas de la zona observaban el escaparate buscando sus dulces favoritos. "Me da mucha pena. Tienen muy buenos productos." "Tenían unos pasteles de natillas y arroz con leche que estaban buenísimos", explicaba una de ellas. "Todo es buenísimo . Da pena porque es un referente para la gente que viene de fuera . Yo no soy de aquí y cuando viene mi familia siempre se llevan cosas de aquí", añadían.

Cubero define sus productos como de "confitería artesanal y tradicional, con el sabor de antes " y señala que en función de la época del año, adaptaban sus elaboraciones. "En confitería se trabaja con el santoral . Para cada santo tenemos un dulce y cada temporada tenemos un dulce", explica. Roscón de Reyes, coronas de San Pedro Regalado o la tarta de San Lorenzo son algunos de los ejemplos de ello.

En cuanto al balance histórico, Enrique Cubero se muestra muy agradecido con la ciudad, pero señala que "después de toda una vida de trabajo, ya toca". A estas declaraciones, se une su hermana Nines , que trabaja de cara al público en el local: " Da pena porque ha sido toda nuestra vida, pero también tenemos ganas de vivir y estar con la familia, porque con los hijos y los nietos al final no estamos nunca".

Confiterías Cubero cerrará sus puertas el 31 de mayo después de más de seis décadas ofreciendo dulces artesanos a Valladolid.