Pajarillos exige «más policía» para poner fin al foco de delincuencia

No importa la semana, el mes o el año, que el barrio de Pajarillos sigue apegado a la polémica. Vandalismos, delincuencia, drogas y similares actos del estilo ensombrecen su historia, mientras desde la Asociación Vecinal ‘La Unión de Pajarillos’ reclaman «más policía a pie de calle, en vez de tanto coche», expone Yolanda Matía, su presidente. La gota que colma el vaso podría ser la detención del ‘Rini’ , que se produjo el pasado miércoles en una operación definida por la violencia al resultar heridos de carácter leve hasta cinco agentes de la Policía Nacional debido a  los cabezazos, codazos y patadas del detenido. Además, las dificultades se acrecentaron por la treintena de personas que se concentraron a la puerta de la vivienda del ‘Rini’ en la calle Cuclillo de Pajarillos para impedir su arresto. «Tenemos que luchar porque sean noticias buenas, no porque aparezcan de ese tipo», refleja Yolanda Matía al respecto, que afirma no conocer «personalmente» a la familia del implicado, sobre el que pesaban hasta nueve órdenes judiciales de busca y captura desde enero de 2022. Sin embargo, la presidenta de la asociación vecinal no considera que sea «una familia problemática».

«Yo sé que la detención fue el martes por la noche porque lo leí en la prensa, pero ni he oído ni he visto nada, ni mucho menos he visto movilizaciones. Me imagino que vivieran en el 29 de octubre y estuvieran como cualquier otra familia de vida gitana: integrados, comprando en el comercio, llevando a los niños al colegio... Como una familia normal», añade.

Ante los últimos hechos que perjudican a Pajarillos , el ‘miedo’ sería una sensación que pudiese empezar a estar presente entre los vecinos del barrio, pero Yolanda Matía prefiere usar el término de «precaución» . Por ello, considera que es necesario ver más patrullas policiales a pie sobre las calles de la zona este de la ciudad y no tantos vehículos del mismo cuerpo. «Los vehículos sí pasan y pueden controlar si hay un coche en doble fila o mal aparcado, o si no ha pasado la ITV o si no tiene seguro. Pero realmente lo que no puedes controlar es al que está a pie de calle o al que está en el comercio. Si le controlas y sabes quién es y le adviertes una primera vez, en una segunda ocasión ya no lo vuelve a hacer o por lo menos intenta no hacerlo. Al menos, los  policías a pie pueden hablar con la gente», argumenta.

A pesar de toda la cantidad de sucesos relacionados con la delincuencia que afectan con frecuencia a Pajarillos , Yolanda Matía opina que es «muy exagerada» la fama que tiene como zona conflictiva, la cual cree que surge desde la época del Poblado de la Esperanza,  uno de los suburbios más marginales de la Comunidad en el último cuarto del siglo pasado y que llegó a ser uno de los principales enclaves de venta y consumo de droga de Valladolid y Castilla y León. Especialmente, la zona del 29 de Octubre, en cuyas cercanías tuvo lugar la detención del ‘Rini’ y donde se imagina la presidenta de la asociación ‘La Unión de Pajarillos’ que «los comentarios serán nada favorables» por cómo afectará a la visibilidad de la zona que se encuentra todavía en proceso de modernización de los edificios y de acondicionamiento del entorno tras dos años de obras paralizadas. «Esto también como barrio nos afecta mucho porque vas a pasar por ahí y no ves más que suciedad en el suelo, las casas que dan pena...», manifiesta.

«Pero la verdad es que en el 29 de Octubre vive gente normal y corriente . Lo que pasa es que en todos sitios existen estas cosas, pero parece que en Pajarillos como que se alerta más», agrega. 

«No todos los que vivimos aquí somos delincuentes ni somos malas personas. Simplemente somos trabajadores que vivimos en este barrio y tenemos una convivencia normal», explica al mismo tiempo que reconoce que la detención del ‘Rini’ «duele porque es tu barrio» , pero «me puede sentar igual de mal si viviera en Parquesol o en la plaza Mayor».

Para revertir la situación de Pajarillos, Yolanda Matía se enfoca también en la cantidad y mejora de los servicios sociales que considera «poco implicados», tanto con los niños como con las personas mayores. «Por ejemplo, las personas de etnia gitana respetan mucho a sus mayores . Entonces, si a los mayores les enseñas a respetar a los demás y a que tienen que hacer las cosas como las tienen que hacer sin perder sus raíces, creo que esa gente se va a sentir mejor al respetarlas», afirma.

Además, también reclama mayor implicación con la limpieza, la rehabilitación y con el reparto de actividades culturales por distintas zonas de Valladolid. «En Pajarillos no tenemos ningún incentivo como para atraer a la gente. Yo sé que no va a haber lo que hay en el centro, pero alguna actividad cultural no estaría mal de vez en cuando», sostiene Yolanda Matía.

Así, el proyecto‘Semana de la Tierra’ de Pajarillos Educa entre los días 17 y 22 de abril, donde destaca la parte musical protagonizada por los grupos Celtas Cortos, Lagartija Nick, El Langui y Dulzaro, será otra oportunidad para comprobar la verdadera versión de Pajarillos, la de «un barrio obrero normal y corriente», sentencia.