Benafarces ‘reflota’ su laguna y diseña un mirador y un aula de la naturaleza
El Ayuntamiento recupera este humedal que fue desecado a finales de los años 70
En el arroyo de Benafarces ya han visto garzas y patos, explica el alcalde de la pequeña localidad vallisoletana, Luis Chico , ilusionado porque la presencia de estas especies pone en evidencia que la antigua laguna que están recuperando, aquella que fue desecada a finales de los años 70 del siglo pasado con fines agrícolas, está volviendo a la vida. Y eso que apenas tiene agua todavía, pues las lluvias y las heladas con las que se despidió 2022 ralentizaron los trabajos y la máquina no ha podido regresar hasta ahora para continuar las labores de excavación.
Si con apenas unos pocos metros cúbicos reconquistados ya han observado aves en el entorno, cuántas no verán una vez se complete la obra, se pregunta el regidor. Muchas, confía, como las hubo antaño, cuando era «refugio de avifauna estante» , y también un alto en el camino en las rutas migratorias. De ahí que el proyecto en el que están inmersos en el municipio no se centre únicamente en rescatar el humedal que un día hubo, sino en añadir nuevos atractivos .
Entre los proyectos en ciernes destacan dos propuestas llamadas a convertirse en importantes pilares sobre los que se apoye este espacio medioambiental, para convertirse en reclamo turístico: un mirador y un aula de interpretación de la naturaleza . Eso «permitirá a alguna familia asentarse en la localidad o a alguno de sus vecinos trabajar y disfrutar de la calidad de vida del mundo rural», reza la memoria de la recuperación de la masa de agua.
Y es que entre los objetivos destaca «favorecer y potenciar la dinamización económica del entorno», a través de un recurso «innovador» que, además, pueda «generar empleo y riqueza para Benafarces», contribuyendo a «la economía circular de la zona y al asentamiento de la población en el mundo rural , que tanto se necesita».
En conjunto, entre las labores de reconstrucción de la laguna, del observatorio y del aula de la naturaleza, se necesita más de un millón de euros de presupuesto , estimó Chico, pero de momento están dando los pasos iniciales, con 61.700 euros de desembolso inicial –y por fases– para recuperar primero la masa de agua. Lo demás vendrá después.
De aquel ‘pequeño lago’ que hubo entonces, con unas dimensiones máximas de 130 x 53 metros , hay un pellizco que no volverá a emerger porque sobre una parte de la superficie se construyó una pista polideportiva y hay también un camino agrícola en la actualidad, pero el resto del vaso sí volverá a llenarse de agua , puesto que se trata de un terreno que ya no se utiliza para actividad agrícola.
Así que el primer objetivo es ‘desenterrar’ esa balsa de un metro y medio de profundidad, «según el testimonio de las personas mayores» del pueblo, así como el muro de piedra que delimitaba su perímetro para «recuperar algo en la memoria de muchos», en aras de convertirse en recurso «diferente y novedoso» en la zona.
Según estimó el alcalde de Benafarces, esta primavera ya podrán inaugurar el humedal y volver a abrir la oficina de turismo , con la vista puesta en seguir avanzando en el resto de proyectos para lograr que este espacio sea punto de encuentro de los amantes de la naturaleza. Falta la señalización, la iluminación, el mobiliario urbano, la adquisición de prismáticos, la cámara que quieren instalar en el centro de la laguna para facilitar la observación de las aves...
Paso a paso, con la puerta abierta a todas las posibilidades de futuro que puede ofrecer a la localidad este proyecto «conocido y apoyado» por el naturalista Joaquín Araujo y por el biólogo Miguel Delibes de Castro , «ambos colaboradores del inolvidable Félix Rodríguez de la Fuente », subraya la memoria de intervención en la zona.
Entre el abanico de opciones que se despliegan, más allá del mirador –pendiente de rematar y de dotar con la tecnología necesaria– y de ese aula de la naturaleza –que el Ayuntamiento prevé edificar en un solar de titularidad municipal–, destacan la llegada de senderistas, la programación de ferias o la apertura de una tienda de productos para visualizar las aves, así como merchandising , en la que haya espacio para productos de artesanía –cajas nido, cestería, réplicas de aves, libros, camisetas, etc.–, que se convertirán «en otro pilar de apoyo a la economía circular de los artesanos y los oficios tradicionales de la comarca», ensalzan.
Sin olvidar que los escolares están llamados a convertirse en uno de los principales objetivos de público al que atraer, ofreciendo visitas a los colegios, y que «existe un importante turismo ornitológico en la comarca».
La recuperación de la laguna, en definitiva, va más allá de resucitar un recurso cegado hace más de 40 años y pasa por convertir la zona en lugar donde echen el vuelo propuestas que dinamicen el entorno.