La ministra de Transportes llega a Valladolid sin resolver la paralización de los dos tramos de la A-11

La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez , llegará este lunes a Valladolid en vista oficial. Los más optimistas podrían pensar que se trata de una cita prevista para anunciar las ansiadas inversiones que desbloqueen algunas de las obras empantanadas que salpican diferentes puntos de la provincia, puede que incluso los dos tramos de la A-11 que siguen acumulando meses de paralización mientras las máquinas permanecen detenidas y casi olvidadas. Sin embargo, la realidad es muy distinta, puesto que la representante del Gobierno de España desembarcará en la capital vallisoletana para presidir la inauguración de una estación de carga para los autobuses eléctricos recién incorporados por Auvasa y sin que haya trascendido información alguna que permita pensar en nuevos anuncios relacionados con esta Autovía del Duero. Y mientras tanto, el proyecto acumula meses y meses de retraso a pesar de su importancia tanto para la cohesión de la Comunidad como para reducir la siniestralidad vial.

La convocatoria para este acto, remitida a los medios el viernes, no podría ser más clara. Sánchez estará a las 10.30 horas en la sede de Auvasa del Polígono de Argales para la inauguración de esta instalación, mientras que a unos pocos kilómetros al este una de las mayores obras viales de Valladolid y de Castilla y León sigue condenada a la pasividad, la desidia y el olvido por parte de sus responsables, encabezados precisamente por la propia ministra.

A día de hoy, son dos tramos de la autovía A-11 los que esperan su conclusión en la provincia de Valladolid. El primero de ellos es el que discurre entre las localidades de  Quintanilla de Arriba y Olivares de Duero , mientras que el segundo une  Olivares con Tudela de Duero.  En conjunto, 35 kilómetros de los que tan solo se ha ejecutado poco más del 20% mientras los alcaldes de los municipios que estarán conectados por la carretera, si es que alguna vez se concluye, cada vez guardan menos esperanzas de que llegue a ser una realidad.

Lo cierto es que cada vez resulta más difícil confiar en que las obras lleguen a concluirse algún día, pues tras tres años y medio de actuaciones en la zona los avances que se pueden apreciar son mínimos y, en algunas zonas, nulos. De hecho, la previsión inicial era que la Autovía del Duero estuviese lista en diciembre del pasado 2022 , aunque ahora el horizonte presupuestario se sitúa en 2025. En definitiva, un galimatías de fechas y cifras que, pese a todo, no es difícil de resumir: la A-11 mantiene tramos empantanados mientras la ministra responsable opta por visitar la capital para inaugurar un enchufe para cargar buses eléctricos.

Hace tan solo una semana, era el secretario general de Infraestructuras, Xavier Flores, quien reconocía, de nuevo en Valladolid, que aún no existen fechas, ni siquiera estimadas, para la finalización de las obras . A pesar de ser uno de los altos cargos del Ministerio de Transportes, se limitó a avanzar la licitación del tramo entre Langa de Duero (Soria) y Aranda de Duero (Burgos) este verano, algo que por otra parte era de sobra conocido. Sin embargo, en cuanto a los kilómetros que discurren por la provincia de Valladolid, silencio.

El diputado nacional del Partido Popular por la provincia de Valladolid, José Ángel Alonso, recuerda en declaraciones a este periódico que la visita de la ministra de Raquel Sánchez de este lunes tiene lugar prácticamente un año después de al anterior, e incide en que en aquella ocasión "fue abucheada por decenas de transportistas". En esta ocasión, sin embargo, Alonso matiza que el desembarco de la responsable nacional de Transportes "se produce ahora ante la estupefacción de los vallisoletanos" .

No en vano, según este diputado, esta visita "es un gesto más de la pasarela de ministros que visitan Valladolid para no anunciar absolutamente nada" . Además, Alonso recuerda que no hay avances "de los grandes proyectos prometidos por el Gobierno para esta legislatura", algo que considera "vergonzoso".

En cualquier caso, y como tantos otros vallisoletanos, Alonso todavía guarda alguna esperanza de que Sánchez sorprenda con alguna novedad acerca de la A-11. "Espero que para lo que venga sea para anunciar que las obras se van a cumplir en tiempo y forma" , confía, si bien, y dado que los plazos previstos para la finalización de los trabajos concluyeron ya tiempo atrás, él mismo se corrige y asegura que, al menos, el viaje de Sánchez podría emplearse para "poner remedio" a los retrasos.

Sobre este mismo asunto, el diputado 'popular' lanza al aire la pregunta de si "tienen que seguir pasando más desgracias" antes de que el Gobierno de España tome medidas reales y efectivas para que la A-11 sea una realidad. Y es que, más allá de su función como autovía vertebradora de Castilla y León y que la recorre de este a oeste, esta infraestructura también debería contribuir a reducir el elevado número de siniestros viales que se producen cada año en la todavía operativa N-122, ya que en muchas ocasiones este recorrido es escenario de terribles accidentes que se han cobrado un preocupante número de vidas.

La A-60, en vía muerta

A pesar de que la paralización de la A-11 ya ha alcanzado niveles dramáticos, esta no es la única autovía que discurre por la provincia de Valladolid y que ha quedado relegada al fondo del cajón del Ministerio de Transportes. Y es que si las máquinas apenas se mueven para abordar los trabajos de la Autovía del Duero, a la A-60 que une la provincia con León ni siquiera han llegado después de que el propio Gobierno dejara caducar el informe de impacto ambiental y condenándola así a la vía muerta.

José Ángel Alonso es igual de crítico con este asunto, pues defiende que "la A-60 es la máxima expresión de la dejadez y el abandono al que tienen sometida a la provincia de Valladolid" . Al respecto, recuerda que en los últimos Presupuestos Generales del Estado, que crecieron con respecto a los del año anterior, la provincia vallisoletana vio como las inversiones se reducían en más de un 10% durante el presente ejercicio.

Además, el diputado del PP por Valladolid advierte de que esta pasividad puede tener también consecuencias negativas a futuro, poniendo trabas a que más adelante se pueda avanzar en los proyectos. "Complican a futuros gobiernos hacer actuaciones" , asegura Alonso, al tiempo que explica que aunque exista voluntad de avanzar en las obras la necesidad de tramitar un nuevo informe de impacto ambiental supondrá más retrasos.

En definitiva, Alonso concluye que si las infraestructuras previstas para la provincia de Valladolid no avanzan al ritmo previsto y están paralizadas "no es porque no haya dinero, es porque no tienen ninguna intención de hacerlo" . Y es que si bien está es su propia opinión, lo cierto es que tanto las declaraciones como las acciones por parte del Gobierno, y en particular del Ministerio, hacen pensar en Castilla y León como una comunidad autónoma de segunda clase cuyas infraestructuras, aunque necesarias, son obviadas.