El Simón Ruiz de Medina del Campo avanza en su recuperación

El hospital Simón Ruiz de Medina del Campo , construido entre los siglos XVI y XVII y catalogado, ya en el XX, como Bien de Interés Cultural (BIC), da un paso más para salir del abandono y se someterá a una nueva fase de obras de rehabilitación que le permita, poco a poco, volver a tener una utilidad. Alejada, eso sí, del cuidado de enfermos o del hospedaje de peregrinos que tuvo en su día, para centrarse ahora en albergar actividades municipales.

Este avance, con un presupuesto por parte de la Consejería de Cultura de 2,5 millones de euros procedentes de fondos europeos , se centra en la restauración de las alas suroeste y noroeste, en concreto en la reparación de las cubiertas, la estabilidad y consolidación de los muros y las fachadas, o la reposición de forjados de madera.

No son todos los trabajos que estaban contemplados en esta cuarta fase, según recogía el plan de intervención que elaboró el Ayuntamiento de la localidad en 2020, pero al menos el importe sirve para dar continuidad al proyecto gracias a los Next Generation.

De hecho, el presupuesto de ejecución material superaba los tres millones de euros en el documento original y ahora se ha rebajado prácticamente a la mitad porque «la disponibilidad de financiación imposibilita abordar la totalidad», según refleja la documentación respecto al alegato de la Dirección de Patrimonio Cultural.  

Así, con el presupuesto limitado, se ha optado por llevar a cabo las labores de consolidación estructurales y se ha dejado para futuras intervenciones los revestimientos y la adecuación de la zona del patio. Además, se trabajará en «la estructura del torreón oeste» y se acometerá la carpintería de las fachadas sureste, sudoeste y noroeste, «de manera que la intervención de restauración en esas fechadas quede finalizada y se mejore la estanqueidad de las zonas intervenidas en esta fase». 

Estos trabajos se sumarán a los ya realizados con anterioridad en este característico edificio, levantado sobre una parcela de casi 20.000 metros cuadrados, y articulado en torno a un gran patio central cuadrado de dos niveles de nueve arcos de medio punto sobre pilares, que se utilizó para la sanación de enfermos. Su disposición, con influencias arquitectónicas de quien fuera aparejador de El Escorial con Juan de Herrera, permitía la separación por sexos de los internos y también su diferenciación entre los contagiosos y los que no eran, además del uso de las galerías del nivel inferior como zona de alojamiento de peregrinos. 

Durante el siglo XX, sin embargo, se sumió en la decadencia «conforme fue perdiendo su uso», hasta que en 2005 echó el cierre definitivo el centro de salud situado en la planta inferior. A partir de entonces algunas zonas se han utilizado para almacenes municipales, con el reclamo constante a las administraciones desde la Fundación Simón Ruiz, como propietaria del edificio, para que aprobaran  inversiones destinadas a su rehabilitación. 

Las primeras se llevaron a cabo en los años 80 y se centraron en la reforma de las cubiertas; la segunda fue financiada por el Ministerio de Fomento a través del programa del 1,5% Cultural , junto con fondos del Ayuntamiento y de la propia fundación, y se realizaron en la iglesia y en los espacios asociados a ella con el objetivo de utilizar los recintos para actividades culturales; y la tercera fase también está prevista, aunque estancada en este momento. 

Y es que esta tercera fase, basada en la restauración y rehabilitación del ala sureste del hospital también está previsto desarrollarla con cargo al programa del 1,5% cultural, pero el procedimiento de contratación se ha declarado recientemente desierto. Sólo una empresa se interesó y presentó su oferta, pero no cumplía los requisitos exigidos en el pliego, por lo que de momento se ha resuelto con esa proclamación de ‘desierto’. 

Falta, por tanto, saber cómo se resolverá la contratación de la tercera fase, presupuestada en 1,9 millones de euros , y de la cuarta, con 2,5 millones de inversión estimada, pues está todavía en fase de recepción de ofertas. 

Una vez se aclaren estos dos asuntos restaría, en todo caso, finalizar la cuarta –puesto que no había suficiente presupuesto para acometerla en el mismo contrato– y completar un plan de rehabilitación que consta en total de siete etapas de intervención. Es decir, mucho trabajo por delante para que el antiguo hospital pueda volver a lucir con plenitud y acoja nuevos usos municipales. 

Por el momento sólo se ha rehabilitado para uso cultural la planta baja de la crujía noreste correspondiente a la iglesia, sacristía y la sala aneja a la misma, y en planta primera las tribunas, que albergan las oficinas de la Fundación Simón Ruiz, destaca la memoria de intervención.