ALAN PIPO | PENSADOR, POETA Y RAPSODA LOCAL
«Con más poesía los parlamentarios tendrían más educación y respeto»
Se le puede ver en la vallisoletana calle de Santiago. Llueva, nieve o haga sol. Impertérrito, muestra sus carteles, regala poesía, charla con cualquier transeúnte que quiera conocer algo de su filosofía de vida. «Yo he sido un bohemio trabajador, tengo cotizados casi 43 años», advierte a punto de cumplir los 79
Pregunta.– ¿Cómo es eso que dice usted que es? ¿Poeta urbano?
Respuesta .– Pensador poeta. O el poeta de la calle, me encanta. También voy alguna vez a los estrados, pero soy más el poeta de la calle.
P.– ¿A los estrados?
R .– La Casa de Cervantes, la Casa de Zorrilla… Los estrados. Pero suelo estar por aquí, regalo poesías. La Diputación de Valladolid me ha aprobado la que estoy dando sobre el río Pisuerga. He hecho el himno a San Pedro Regalado, que tiene 600 años casi San Pedro Regalado y no tenía himno. Lo he cantado este año en la Plaza del Salvador, porque me lo pidieron las peñas.
P.– ¿Se lo pidieron las peñas?
R .– Sí, y me han nombrado rapsoda local. El Ayuntamiento también, porque estaba allí cuando lo recité.
P.– Se ha situado hoy justo donde estaba convocada una manifestación contra Vox, pero no ha venido nadie. ¿Es usted el único manifestante?
R .– No, no. Desconocía que hubiera convocada una manifestación.
P.– ¿Y qué opina al respecto?
R .– Yo opino que estamos en una democracia avanzada, y somos parte de una Europa que ha estado tranquilísima hasta hace un año con lo de Ucrania, y a mí me parece bien que estén todos en el Parlamento. Que haya una dialéctica de progresar, porque yo me siento progresista. Si no hubieran sido progresistas mis antepasados, me hubiera muerto del cólico miserere. El avance, el progreso, me gusta. Pero hay que progresar todo a la vez, en educación, en respeto.
Tengo un texto que dice: ‘¿Tú cómo quieres ser? / Yo quiero ser como se debe ser: / un buen español con cultura y educación’ . Con más poesía los parlamentarios tendrían más educación y respeto. Y este mensaje se lo mando a los parlamentos autónomos y al español. Pero a mí me parece bien que esté todo el mundo, porque esto es una democracia. Estamos en una España y en una Europa libre.
P.– Pues ahora lo que falta precisamente es un poco de respeto, ¿no?
R .– Nunca, nunca, tienen que ir difamando ni levantando calumnias. Tanto monta, monta tanto, pero no es Isabel como Fernando, porque yo me siendo de centro liberal. A mí los extremos, pueden estar ahí, pueden estar por sus votos, porque esto es una democracia. Pero yo soy de centro liberal, porque el liberalismo es el que ha traído las libertades. Y los extremos, a través de la historia de España y del mundo, nos han traído solo desgracia, ruina, destrucción, muerte, miedo, odio y rencor. Y yo no estoy en ese ideal.
«Los extremos, a través de la historia de España y del mundo, nos han traído solo desgracia, ruina, destrucción, muerte, miedo, odio y rencor»
Lo que no se puede hacer es ser muy berrinche, tanto de un lado como de otro, porque eso puede provocar una guerra.
P.– ¿Dónde se pueden leer sus poemas?
R .– Me los sube la gente [a internet], yo no me subo. Estoy también con otra frase de los Derechos Humanos, que me la han puesto el año pasado. El presidente nacional de los Derechos Humanos me la ha puesto en todo el mundo. Dice así, es muy cortita: ‘Como suele decir el poeta y filósofo Alan Pipo, / todo lo grande siempre nace pequeñito’. Es lo que acontece a los Derechos Humanos.
P.– Usted aquí no era manifestante, pero... ¿se ha manifestado por alguna otra cosa alguna vez?
R .– Sí me he manifestado, y me parece muy bien que se manifieste la gente, siempre que sea con respeto, con educación, me parece estupendo. La democracia es así. Yo siempre he salido con carteles. He sido siempre un manifestante, pero solitario. Alguno me ha dicho: «Haces más labor tú que un montón de personas», porque me sube todo el mundo.
P.– ¿Dónde nació usted?
R .– Lo de nacer es una cosa que tengo un poco todavía a descubrir. Somos seis hermanos, tres chicos y tres chicas. Todos saben dónde han nacido, pero yo no. Vine en ‘Año Cero’, eso que dicen de los extraterrestres. Yo digo que si no habrá algo de ahí. Nací el diez del tres del cuarenta y cuatro. Voy a hacer 79 años.
«Todos saben dónde han nacido, pero yo no. Vine en 'Año Cero', eso que dicen de los extraterrestres. Yo digo que si no habrá algo de ahí»
P.– ¿Pero sabe la provincia?
R .– En Palencia. Me bautizaron allí, en la Iglesia de Santa Ana. Fíjese su señoría, que yo he ido con mi padre a vender las hortalizas de una huerta de Vaquerín de Campos. Íbamos a Ampudia y a todos los pueblos con el carro.
P.– ¿Su padre era hortelano?
R .– Mis padres, la madre de mi padre, y mi bisabuela, eran de Herrera de Pisuerga, y eran mayoristas de las hortalizas de Santander. Eran ricos. Llevaban la cartera con los billetes y la goma, o la cuerda. Tenían onzas de oro. Un hermano de ella se quedó todas las onzas de oro, que fue alcalde de Herrera toda la vida.
P.– ¿Y cómo llegó a Valladolid?
R .– Mis padres se vinieron. Tenía yo 14 años. Empezó a trabajar mi padre en una finca y luego entró en la Fasa. Pero en el pueblo vivíamos muy bien, de comer no nos faltó nunca.
P.– ¿Se vivía mejor antes o se vive mejor ahora?
R .– Hay gente que dice que qué bien lo de antes. Yo les respondo: «Para ti todo». No quiero nada, nada, nada. Antes hasta los ricos eran pobres.
«De lo de antes no quiero nada: hasta los ricos eran pobres»
P.– Vamos mejor.
R .– En Europa, porque en otros sitios no tienen ni agua para beber ni raíces para comer.
P.– Al final no me ha dicho dónde se pueden leer sus poemas.
R .– En el móvil. Buscas en Google. No hace falta escribir. Dices: «Alan Pipo Casa de Zorrilla Valladolid». Y tengo la cápsula del tiempo enterrada en el jardín del poeta.
P.– ¿Tiene un poema, ahí?
R .– Tengo un texto muy bonito. Y van todos los poetas y poetisas a depositar sus pertenencias, sus poemas, todos los años. Hace ya ocho o diez años que lo tengo enterrado.
Yo lo quería enterrar ‘en un lugar de Castilla / donde su majestad la Primavera / tuviese mayor eclosión’ . Pero me dijo Paz Altés, que es la que lleva lo de la Casa de Zorrilla, que por qué no lo enterraba en el jardín. Le respondí que en ese momento no había flores ni nada, y me dijo que lo dejáramos para finales de mayo, cuando el jardín está lleno de rosas. Y ahí enterramos una fotografía mía plastificada, una moneda de dos euros hasta un céntimo plastificado, y un palomar que Coello me regaló para meter las pertenencias en la cápsula del tiempo.
Ahí está con un texto que dice: ‘Quiero pedir públicamente / a su majestad la Primavera / que es la estación de la luz y la fertilidad / que todos los grandes pensadores del mundo / y mandatarios equilibrados / pongan especial atención / a la más importante de las asignaturas / el estudio de la envidia, / que es el principio de algunas enfermedades psíquicas / que llevan al odio y a la barbarie. / Alan Pipo’ .
«Quiero pedir públicamente / a su majestad la Primavera...»
P.– ¿Por qué lo de Alan Pipo?
R .– Había unos muñecos en El Poniente que eran Pipo y Pipa, y él se llamaba como yo. Y lo de ‘Alan’ es porque siempre he soñado que volaba.
P.– ¿Usted se acuerda de todos sus poemas?
R .– Sí. Están asustados conmigo en las tertulias a las que voy. Tengo un baúl lleno de proverbios y canciones, y lo tengo todo memorizado.
P.– ¿Tiene algo publicado en papel?
R .– Cada tres meses me mandan una poesía a la Biblioteca Nacional de Madrid, porque soy de la asociación más antigua de Valladolid, Panarcadia, que es donde hacemos la tertulia. Este mes me han mandado un chascarrillo. Me gusta que no todo sea poesía, porque algunos bostezan.
Primero lo envían al Ayuntamiento y luego a Madrid. El último fue el 13 de diciembre. Llovía y yo estaba aquí en la calle Santiago, e hice este poema [carraspea para aclararse la voz]: ‘Bendita este agua que cae en Castilla / destilada que purifica los campos verdes de mi Castilla / Paneras y pueblos se llenarán / habrá pan para mujeres y hombres de Castilla y sobrará / sobre todo, habrá sonrisas / sin mascarilla, con libertad’ . Y luego el chascarrillo este: ‘Hace 12.000 años los perros eran lobos / los hombres eran monos / y hoy somos una gran monada. / Qué monada, ¿no?’ .
«Hace 12.000 años los perros eran lobos / los hombres eran monos / y hoy somos una gran monada. / Qué monada, ¿no?»
P.– ¿Para usted la jubilación no existe?
R .– Sí que existe. Yo no he sido un bohemio. O he sido un bohemio trabajador. Tengo cotizados 42 años, casi 43. Estoy dado de alta a los 14 años.
P.– ¿Qué oficio tuvo usted?
R .– Muchos, porque yo soy polifacético, ¿sabe?
P.– Y filantrópico, supongo.
R .– Sí, sí. Toco las castañuelas, doy recitales de Lucero Tena… Tuve academia de baile y bailé cinco veces con Rocío Jurado. Me dio las reglas del baile en persona Vicente Escudero. Recité en la Casa de Cervantes con Juncal Rivero, cuando salió Miss Europa: Alan Pipo y Juncal Rivero.
«Bailé cinco veces con Rocío Jurado. Me dio las reglas del baile en persona Vicente Escudero y recité en la Casa de Cervantes con Juncal Rivero»
P.– Pero se sentirá de un oficio más que otro, además de poeta…
R .– Bailarín, claro. Bueno, también trabajé en Fasa Renault 18 años. Cuando dieron el dinero me fui, y monté una floristería. Soy diplomado en arte floral por la presidenta de Holanda, que imparte clases en todo el mundo. Luego me arruiné, lo pasé muy mal. En la vida sales a torear y, o sales por la puerta grande, o te pilla el toro. A mí me pilló el toro, me quedó un poco herido y pero luego me levanté.
El mensaje que me han dado este año es muy importante. Yo he dicho: ‘Que salgamos por la puerta grande, y entremos por la más grande de todas: la ilusión’ . Esa no me ha faltado nunca en la vida. Y no meto basura en la mente, por eso me sé toda la obra de memoria, un baúl y dos maletas grandes.