Diario de Valladolid

70 AÑOS DE RENAULT EN VALLADOLID

«A los trabajadores de Fasa se les consideraba los señoritos»

La llegada de la fábrica produjo un notable cambio demográfico / «Deme filetes buenos que mi marido trabaja en Fasa», decían entonces en las carnicerías de la ciudad

Joaquín González, ex empleado de la fábrica de Renault Valladolid. J.M.LOSTAU

Joaquín González, ex empleado de la fábrica de Renault Valladolid. J.M.LOSTAU

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Paloma Revilla

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«Deme filetes buenos que mi marido trabaja en Fasa». Esa era una de las frases más escuchadas y pronunciadas una vez que se puso en marcha la fábrica de Renault en Valladolid. El motivo se debe a que «en esa época a los trabajadores de Fasa se les consideraba los señoritos» , revela Joaquín González, que ingresó en 1973 en el taller de soldadura de carrocerías. Y es que esta compañía llegó a Valladolid en los años cincuenta no como una más. Pisó fuerte y llegó para quedarse. «Todo el mundo conoce a alguien que trabaja o ha trabajado allí», expresa Unai Hernández, actual Delegado General de CGT Renault España .

El 12 de agosto de 1953 salieron los primeros coches de la fábrica de Renault de Valladolid. Conformaban un total de doce unidades del Renault 4CV . Este modelo es conocido por su amplitud interior, aunque, a primera vista pudiese resultar chocante. A diferencia de los vehículos de hoy en día, el 4/4, llamado de esta forma por sus cuatro puertas y cuatro plazas, no contaba con cinturón de seguridad. Tampoco tenía espejos retrovisores exteriores ni reposacabezas. El volante presentaba un radio ultrafino y el motor estaba situado en la parte trasera, lo que permitía contar con un gran maletero en la zona delantera. «Entre 1953 y 1958, Renault ensambló 26.298 vehículos» , indica Luis Miguel Gómez que fue primer Secretario General de Renault España. Los coches que se fabricaban entonces estaban diseñados para una familia de clase obrera. Entre los primeros usuarios destaca el escritor vallisoletano Miguel Delibes. 

A partir de ese 12 de agosto, se empezaron a fabricar unos 25 al día. «El modelo siguiente fue el Dauphiné que salió en 1958. Después vinieron el R4, R8, R10, R6 y R12», relata Joaquín González.

Joaquín González, ex empleado de la fábrica de Renault Valladolid. J.M.LOSTAU

Joaquín González, ex empleado de la fábrica de Renault Valladolid. J.M.LOSTAU

En cuanto al personal necesario para esta fábrica, contaban con una plantilla de unos 400 trabajadores  «con un salario semanal de 165 pesetas para un oficial y 150 para un especialista», explica este antiguo empleado.  

La fábrica estaba situada en la carretera Madrid, poco más allá del Arco de Ladrillo. Se levantaron 398 viviendas alrededor de los años sesenta para los trabajadores de Fasa Renault en el barrio de Delicias, entre las calles Benito Menni, Caamaño, paseo del Arco de Ladrillo y Juan Carlos I.  Fue en la década de los setenta y principios de los ochenta cuando «llegó a haber más de 15.000 trabajadores en las fábricas de Valladolid» . «Las personas de los pueblos dedicados a tareas tradicionales, como la agricultura y la gente joven emigró a Valladolid para formar parte de Renault», explica Unai Hernández, actual Delegado General de CGT Renault España. Además, añade, «se produjo un cambio demográfico en la ciudad y en el desarrollo urbanístico». Se construyó una gran cantidad de viviendas para esos trabajadores. Y surgieron barrios. Como es el caso del barrio de Las Delicias, que estaba entonces más vinculado a la Renfe y a sus talleres. La Rondilla también aumentó en número de vecinos por la llegada de trabajadores. En 1964 la plantilla creció hasta los 1500 empleados, cuenta Luis Miguel Gómez. «También trajo consigo la instalación en nuestra ciudad de empresas, ligadas directa o indirectamente con el mundo del automóvil, que proporcionaron y aún proporcionan muchos puestos de trabajo. Marcó un antes y un después», detalla.

«En un principio había una planta de montaje, Montaje 1, Carrocerías, que se llamaba Facsa y motores llamada Famesa. La planta de Montaje 2 la inauguró el entonces príncipe Juan Carlos en 1972 y en 1978 se inauguró la de Palencia», comenta Joaquín González. 

En 1981 se empezaron a fabricar modelos nuevos, los R9 y R11 en Palencia y el Express en Montaje 1. Además, «en 1972 comienza a fabricarse el R5, considerado durante mucho tiempo el buque insignia de Renault». En 2002 Fasa pasa a llamarse Renault España .

Pero para llegar hasta este punto no fue sencillo. En 1951 se produce un acuerdo entre Manuel Jiménez Alfaro, teniente coronel y especialista en venta de coches y Pierre Lefaucheux presidente de Regie Nationale des Usines Renault. «Fue bastante problemático por la oposición de Seat», declara Joaquín González, ex empleado. La firma se decantaba por establecer la fábrica en Alcobendas, en Madrid pero Jiménez-Alfaro logró que ésta se trajera a Valladolid gracias al apoyo del alcalde de la ciudad y de empresarios que deseaban invertir en el proyecto. Manuel Jiménez-Alfaro «permitió que hoy Castilla y León cuente con la fábrica más grande, no solo en superficie, también en población trabajadora. Sin él no hubiera sido posible. Todavía hoy más de 30.000 trabajadores, entre directos e indirectos, mantienen su empleo», señala Luis Miguel Gómez, primer Secretario General de Renault España. «El 29 de diciembre de 1951 se constituye en Valladolid la sociedad Fabricación de Automóviles S.A. (FASA), con un capital social de cinco millones de pesetas. Y en enero de 1952 se amplía a 60 millones de pesetas», explica.

Por entonces no había más factorías de automóviles, «solo Fasa. Pero en aquella época de los cincuenta a los setenta empiezan a emerger Endasa, Michelin, NICAS, Pegaso, Indal…Era la época del milagro económico español. Entre 1959 y 1973», señala. 

«El poblado de Fasa se construyó principalmente para los trabajadores», relata Joaquín González, que formó parte de la plantilla. «A finales de 1972, después de años de autónomo, decido cambiar de trabajo. Como en esos tiempos en Fasa entraba todo el que presentaba solicitud, abandono Cantabria para recalar en Valladolid e ingresar en Fasa el 22 de enero de 1973 en el taller de Soldadura de Carrocerías», explica. «Tras unos meses en las máquinas de soldar paso a ocupar un puesto de nueva creación». Trabajó en el servicio de control de calidad en embutición, «donde permanecí hasta mi salida en marzo de 2007 . Salvo un período entre octubre de 1984 y marzo de 1986 que fui desplazado a Palencia», señala. 

Joaquín cuenta que durante los primeros años se presentaba a todas las plazas que salían a concurso para poder acceder «a un puesto más acorde» con su formación, Bachiller Superior. Descubrió que «para sacar alguna plaza además de formación, había dos condiciones importantes, ser «sumiso y obediente» y  tener «mano». «Yo no cumplía ninguna», revela. Además añade como anécdota que se quedó con una de las últimas plazas a las que optó, oficial administrativo. «La prueba práctica era escribir a máquina y quedamos cinco. Dos profesionales de la máquina, otro y yo que escribíamos un poco, y el quinto que aporreaba las teclas y que curiosamente fue quien obtuvo la plaza», cuenta. Ya en 2004 logra el puesto de Delegado General de CGT en Renault España «hasta mi salida con plan de bajas en marzo de 2007»,expone.

En la actualidad, la fábrica de Valladolid supera los 6.000 empleados, muchos más de los que trabajan en Palencia que son 2.069 y en Sevilla   840. A lo largo de su historia ha conseguido avances muy destacables como «la tecnología del bitono. Se pueden hacer coches con dos colores diferentes. El techo y los pilares laterales son de un color y el resto de otro. Es un avance reciente», explica Unai Hernández, el actual Delegado General de CGT Renault España. Por su parte, Luis Miguel Gómez habla de «sus estructuras carroceras y motopropulsores». 

La llegada de Renault  a Valladolid originó «un crecimiento demográfico e incipiente creación de una nueva industria».  Y ahora, «se puede decir que ha asentado su tejido industrial, haciendo al mismo tiempo que Castilla y León sea un motor de crecimiento, con incidencia en el resto del estado en cuanto a producción y exportaciones», declara.

El 30 de octubre de 1974, dos años después de la puesta en marcha de Montaje 2, tuvo lugar el fatídico incendio en el que fallecieron 10 trabajadores y hubo cerca de 30  personas heridas . «Se paró la fabricación durante una semana», detalla Luis Miguel Gómez.  El fuego comenzó  a las 5:59 horas de la madrugada y entre las personas que se encontraban en la fábrica estaban los empleados de la empresa Limpiezas El Sol.  

Otro momento a recordar de la historia de Renault es la creación de la fábrica en Palencia, cuatro años más tarde del incendio. La factoría tenía una superficie de 190 hectáreas. Luis Miguel Gómez revela que se comenzaron ensamblando «40 unidades diarias de los modelos R-12 y R-18. Al finalizar el año, tenía una capacidad de producción diaria de 214 vehículos. Hoy lo hace con más de 450 por turno». En Palencia,se fabricó entre 1977 y 1981 el R-18 y más recientemente las series Laguna, Mégane, Kadjar y Austral.

En 1980 Renault se posicionó como la marca de automóviles de turismo más vendida en España . «El R-5 permitió impulsar la producción en FASA, especialmente por las exportaciones», detalla Luis Miguel. Hubo más de 200.000 unidades matriculadas, lo que suponía el  35% de los registros totales.

Ya en 2014 el Renault Mégane se convirtió en el vehículo más vendido en el mercado español con 29.020 unidades , según informa Unai Hernández. Además de esos logros, Luis Miguel Gómez indica que otros vehículos de los que se vendieron bastantes unidades fueron los pertenecientes a la serie Clio. Entre los vehículos más recordados están las gamas R-4, R-5, R-8, R-12, R-11, Laguna y Mégane. «Cada uno de ellos ha supuesto el acompañamiento y evolución de muchos españoles y españolas», declara.

Renault vendía «el típico coche de un trabajador de hace 30 años. De una familia trabajadora. Lo usaban para ir a trabajar y de vacaciones. Ahora son de una gama más alta. Más caros. Tienen un desarrollo tecnológico mucho mayor », resume Unai Hernández. 

«Valladolid no sería la ciudad que hoy es si no se hubiera instalado aquí la fábrica de Fasa» declara Luis Miguel Gómez, que fue  Secretario General de Comisiones Obreras de Fasa Valladolid.

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