La subdelegada de Valladolid anunció que se habían encontrado los dos cuerpos dentro de la aeronave pero los GEAS sólo localizan el de la mujer
En una primera información Alicia Villar comunicó el hallazgo de ambos cadáveres aunque tras reflotar el primero de ellos y la avioneta esta estaba vacía y sin rastro de Guillermo Álvarez DECLARACIONES DE LA SUBDELEGADA DEL GOBIERNO EN VALLADOLID
Los trabajos de recuperación de los ocupantes del ultraligero estrellado en el Duero no han sido capaces de hacer gala de la precisión y prudencia que se espera en un asunto tan delicado como este. Este lunes, menos de 24 horas después de que fueran hallados los restos de la aeronave en el cauce del río, el desbarajuste se convertía en protagonista en pleno operativo para rescatar los cadáveres de los pilotos.
Si a las 11.15 horas se podía ver cómo los buzos del Grupo Especial de Operaciones Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) sacaban del agua el cuerpo de Beatriz Cantos , la mujer que viajaba en el asiento del copiloto de la avioneta, media hora después, a las 11.48 horas, desde el grupo de WhatsApp de prensa de la Subdelegación de Gobierno de Valladolid se difundía un audio de la subdelegada, Alicia Villar, en el que confirmaba el hallazgo de ambos cuerpos. "Alrededor de las 11.30 de la mañana se han localizado los dos cuerpos dentro del aparato" , señaló Villar es unas declaraciones que los acontecimientos posteriores convirtieron, cuanto menos, en imprecisas.
En primer lugar, porque el hallazgo de al menos uno de los cuerpos fue anterior; tanto, que a la hora a la que se refería la subdelegada ya había dado tiempo a sacarlo del agua. Y, en segundo lugar, porque los trabajos de búsqueda posteriores confirmaron lo que algunas fuentes consultadas por este periódico ya sospechaban desde horas antes: el cuerpo de Beatriz era el único en el interior de la aeronave.
De poco sirvieron las constantes informaciones que llegaron después, pues el gazapo ya estaba cometido. Por eso, conscientes de su propio error y tratando de evitar que el desbarajuste fuera mayor , en el grupo de WhatsApp mencionado los administradores procedieron a borrar un primer mensaje en el que anunciaban que se habían encontrado ambos cuerpos en lugar de admitir el error, lo cual habría sido incluso comprensible dado lo vertiginoso de esos momentos. Cuál sería su sorpresa cuando se encontraron con que el mensaje de voz, una vez que lo han recibido los destinatarios, no puede ser eliminado para así ocultar por completo esta metedura de pata , lo que llevó a un silencio que se prolongó hasta las 12.35. Fue entonces cuando por la misma vía se recordaba el audio previo pero en este caso "sobre los trabajos para recuperar los cuerpos de las víctimas del accidente de Villamarciel". La mención a que ambos se habían localizado desapareció.
Pero pese a los esfuerzos de la Subdelegación por esconder el fallo, el daño ya estaba hecho. Muchos medios dieron por buenas las palabras de Villar hasta que salió al paso quien está justo por encima de ella, la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, quien dijo que no era seguro que el cuerpo de Guillermo Álvarez estuviera dentro del ultraligero siniestrado.
Para tratar de esclarecer lo sucedido y ofrecer una información contrastada, este periódico se puso en contacto este lunes por la tarde con la subdelegación del Gobierno de Valladolid, desde donde fuentes de prensa excusaron el malentendido señalando que la primera información trasladada por Alicia Villar provenía directamente de los GEAS. Al respecto explican que en una de las primera inmersiones en el lugar del accidente, y mientras se preparaba el rescate del cuerpo de la mujer, sentada en el asiento del copiloto, alguno de los buzos tocó algo en el puesto de al lado , lo que les llevó a prever la presencia de ambos.
Qué distinto ha sido el desenlace de esta primera jornada de rescate, cuando después de acercar la avioneta a la orilla todos los presentes se han encontrado con que estaba vacía y sin rastro del segundo desaparecido, Guillermo Álvarez, que bien podría haber sido arrastrado por las fuertes corrientes que estos días dominan las frías aguas del Duero. Lo que queda por determinar es cuál es su paradero y como llegó hasta allí , si fue fruto del impacto o de las manipulaciones posteriores sobre la aeronave.
De lo que no hay duda es de que el traslado de información sobre un suceso tan delicado y que mantiene consternadas a tantas personas no puede tener lagunas como las que aquí se han visto . No solo por los periodistas, que narran los hechos con tanta precisión como se lo permiten sus fuentes, sino también por los familiares y amigos de las víctimas, especialmente de Guillermo, y a quien se daba ya por localizado a media mañana para pocas horas después reconocer que nadie sabe donde puede estar . Todo ello antes de suspender el dispositivo de rescate ante la imposibilidad de trabajar en la oscuridad.