Cerrar

Encuentran el cadáver de la mujer en el ultraligero y buscan en el Duero al del piloto

El tren de aterrizaje de la avioneta quedó enredado en el cable de acero con el que colisionó y eso evitó que la corriente lo arrastrara, mientras la fuerza de la corriente del río augura enormes dificultades para localizar el cuerpo del edil de Geria

Los GEAS retiran el cuerpo sin vida de Beatriz Cantos. J.M. LOSTAU

Publicado por
Í. ARRÚE / R. GARCÍA | VALLADOLID
Valladolid

Creado:

Actualizado:

La angustia para una de las dos familias de los tripulantes del ultraligero que se accidentó el sábado en el río Duero en Villamarciel proseguirá, al menos un día más. La búsqueda comenzó ayer por la mañana con la recuperación del cuerpo de Beatriz Cantos Melgar, la grente del aeródromo de Matilla , a a las 11.15 horas, dos horas después de que el buzo de la Guardia Civil iniciara la inmersión, pero la jornada terminó sin localizar el cuerpo del segundo tripulante, el concejal de Geria, Guillermo Álvarez.

La pronta recuperación del cuerpo de la mujer, a las 11.15 horas, hizo pensar que la extracción del cuerpo del varón , piloto del ultraligero, iba ser inmediato.  Tras la extracción, el cuerpo de la gerente del aeródromo de Matilla fue conducido al pequeño embarcadero de Villamarciel, paso previo a su traslado al Servicio de Patología Forense del Instituto de Medicina Legal para la práctica de la autopsia.

Los padres de Beatriz –Pascual y Pilar– pronto podrán incinerar en la jornada del miércoles a su hija. Pero a los familiares de Gullermo Álvarez les tocará hoy volver a la orilla del río . Tres hermanos y un tío del concejal siguieron ayer desde la ribera los trabajos de los GEAS de la Guardia Civil. Había esperanza, pero no pudo ser. En las bolsas para la tensa espera portaban un termo de café y agua. Una premonición de que, quizá, la guardia puede ser larga.

Pendientes del luto

También siguió de cerca las inmersiones de los buzos el alcalde de Geria, Antonio González, quien indicó que su deseo era decretar dos días de luto desde hoy martes en su municipio , pero de momento no se puede realizar hasta que no se certifique oficialmente el fallecimiento de Guillermo Álvarez.

"El secretario judicial me ha comunicado que los dos días de luto no es una decisión del alcalde, sino que tiene que ser aprobado en pleno extraordinario. Y éste no se puede celebrar hasta que no aparezca el cuerpo", indicó el regidor a este diario, abatido por el accidente mortal de Guillermo «querido por todo el pueblo».

Tras constatar que el teniente alcalde de Geria no estaba dentro del aparato , a las 16 horas de ayer se volvió a suspender la búsqueda. Hoy se reanudará, pero fuentes consultadas, no ocultaron que el campo de búsqueda ahora se abre exponencialmente. Y con las fuertes corrientes, aún más. Antes de partir de la zona, los últimos trabajos de la Guardia Civil fueron atraer el ultraligero a una orilla, reflotarlo con una boya y amarrarlo a unos postes de electricidad.

Aún con menos corriente y profundidad los buzos no hallaron los restos de Álvarez, de 53 años . Por la mañana la delegada del Gobierno, Virginia Barcones, ya adelantaba que el rescate era complicado debido a la situación del río, que continúa bajando con un abundante caudal de agua turbia, además de que la temperatura es de unos 8 grados centígrados.

Si bien los restos de Beatriz Cantos fueron recuperados a primera hora de la mañana, en el caso de su acompañante el rastreo no dio frutos. A las 12.30 horas los buzos decidieron salir del agua para realizar un breafing y preparar una nueva estrategia. Quizá había que cerciorarse mejor de si el piloto estaba en la cabina. También impedir que la corriente se llevara el aparato. Por ello el plan fue reflotar el ultraligero con una gran  boya de oxígeno y acercarlo a la orilla para examinarlo con menos profundidad y corriente. A las 14 horas se volvieron a sumergir, pero solo para constatar lo que ya se intuía: Guillermo estaba entre los restos del aparato.

De hecho, uno de los buzos que participó en el operativo también lo expresó claramente al salir a la superficie «He entrado por una puerta, salido por la otra... He tocado pedales y palancas. No he visto nada» , señalaba a sus compañeros instantes después de su inmersión. La prioridad ahora es localizar el cuerpo de Guillermo. Tras   confirmar que no está en el interior de los restos del ultraligero,  podría haber sido arrastrado por la corriente río abajo, lo que añadirá mucha dificultad a su localización. 

Cable de barcaza

La causa de accidente del ultraligero fue un cable de acero (ahora roto) que cruza el río entre el citado pueblo y Villanueva de Duero, y contra el que colisionó la aeronave, y más en concreto, el hecho de que se enrollara en el tren de aterrizaje de la pequeña aeronave.

Este efecto tuvo una segunda consecuencia que ha sido aliada en este caso para la recuperación del aparato. Las vueltas de cable que abrazaron el tren de aterrizaje lo amordazaron de tal forma que se desplomó en seco, cayendo con las ruedas hacia arriba. Acto seguido se sumergió, pero estaba tan enganchado al cable, que impidió que la corriente arrastrara el aparato.

Gracias a ello, la visión del cable derribado y tenso de los equipos de rescate fue la gran pista el domingo para dar con la ubicación del ultraligero, además de la gran mancha de aceite en el agua. «Si no llega a enrollar el cable al ultraligero, igual nunca se hubiera podido encontrar por la fuerte corriente y la turbiedad del agua», señalaron a este diario fuentes del caso.

La conclusión de que se enredó en el tren está avalada por el hecho de que el fuselaje se encuentra prácticamente intacto . La pregunta que surge ahora es por qué existía aún este cable desplegado de orilla a orilla y saber a qué altura volaban los dos tripulantes, porque la altura máxima del cable es de 7 u 8 metros sobre el agua. El cable de acero en cuestión lleva décadas sin uso, según los vecinos de Villamarciel. En pendiente, se utilizaba, a modo de tirolina, como guía para barcazas de transporte de personas y mercancías para cruzar el río.

En la orilla en la que estaba más elevado se erguía a unos 7-8 metros o quizá algún metro más del nivel habitual del río. Y en la parte más baja, en la otra orilla, a un metro aproximadamente. Según informaron las fuentes consultadas, el ultraligero podría haber colisionado con la parte más elevada algo  que determinarán los estudios que realice la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC). Del estudio completo del suceso se encarga la Policía Judicial de Valladolid, bajo la dirección del Juzgado de Instrucción 4 de Valladolid.