Diario de Valladolid

'Sólo sí es sí'. La Audiencia de Valladolid rebaja tres años de cárcel al 'violador de la capucha'

José Antonio V.M. violó a tres mujeres y lo intentó con tres a lo largo de ocho meses el año 2009 L Interno en el Centro Inserción Social de Alcalá, su salida prevista para 2027 se adelanta ahora a 2024

Sudaderas con capucha y prendas con las que cometías las violaciones el 'violador de la capucha'. E. M.

Sudaderas con capucha y prendas con las que cometías las violaciones el 'violador de la capucha'. E. M.

Publicado por
Íñigo Arrúe
Valladolid

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El ‘ violador de la capucha ’ uno de los agresores sexuales de mayor actividad depredadora en Valladolid, se va a beneficiar también de la ley de ‘Solo si es si» , promovida por la ministra de Podemos, Irene Montero. Es la segunda rebaja de condena por aplicación de la nueva ley en Valladolid. 

En este último caso el ‘violador de la capucha’, José Antonio V.M., de 32 años en la actualidad, natural de Soria , aunque residente en Valladolid, que era jardinero de profesión y contaba con 19 años cuando ocurrieron los hechos, ve reducida su condena en 36 meses, de 18 a 15 años de pena.

Actualmente cumple condena en uno de los regímenes más amables para los presos: el Centro de Inserción Social (CIS) en este caso, el ‘Melchor Rodríguez García’ de Alcalá de Henares (Madrid), en el que cumplen actualmente condena 142 internos , 79 de ellos en régimen abierto (solo acuden a dormir). 

La sección cuarta de lo Penal,  en la resolución dictada el martes 13 de diciembre por los magistrados José Luis Ruiz Romero, Ángel-Santiago Martínez García y María Teresa González Cuartero –los mismos que firmaban la sentencia firme el 7 de marzo de 2011–, deciden rebajarle la condena a José Antonio V.M., al que habían condenado por la violación de tres mujeres e intentarlo con otras tres en Valladolid entre febrero y septiembre de 2009.

La fiscalía se opuso

Con la nueva sentencia, este violador múltiple, que ya lleva cumplidos trece años de prisión, ve reducida su condena de 18 años a 15 de cárcel por la aplicación de la ley del ‘sólo sí es sí’, Ley Orgánica 10/2022 de 6 de septiembre, de Garantía Integral de la Libertad Sexual, «que modifica los límites inferiores de algunos tipos penales relativos a la libertad sexual, entre las que se encuentran infracciones por las que ha sido condenado el penado en la presente causa», remarca la última resolución. 

Una revisión a la baja que, eso sí, llega en contra del criterio de la Fiscalía de Valladolid . El Ministerio Público entiende, tal y como se recoge en la nueva resolución de tribunal vallisoletano,  «que los seis años impuestos en la sentencia entra de lleno en la pena que pudiera haber sido impuesta en su momento por cada uno de los hechos consumados al corresponder a la pena inferior en grado , imponible en toda su extensión».      

Es decir, para el fiscal no ha lugar a la revisión porque la pena de seis años de cárcel que se le imponía por cada uno de las tres violaciones consumadas hasta sumar los 18 años ya corresponden a la pena inferior en grado. Quien también se oponía a la revisión de la pena era la acusación particular,  mientras que la defensa del violador condenado dejaba claro que sí procedía la revisión.

Una vez visto todo el caso y escritos, la Audiencia de Valladolid decidió rebajar de 6 a 5 años de cárcel la pena por cada uno de los tres delitos de agresión sexual con penetración, con la nueva norma del ‘sólo sí es sí ’.  El tribunal considera procedente imponer conforme a la regulación actual, «por cada uno de los tres delitos de agresión sexual con penetración y haber hecho uso del arma que portaba, la pena de cinco años de prisión. Y en aplicación de la regla contemplada en el art. 76.1 del Código Penal (el triple de la más grave) la pena ha de quedar fijada en quince años de prisión».

Esta rebaja de pena no es la primera que dicta la Audiencia de Valladolid. Con anterioridad, la sección segunda, en aquella ocasión en una ejecutoria rubricada por dos magistradas y un magistrado, reducía en dos años la cárcel al violador de una menor amparándose en la ley del ‘sí es sí’. En este  caso, rebajaba de 12 a 10 años de cárcel la pena impuesta por el Tribunal Supremo a un joven de 18 años acusado de violar a una menor.

La rebaja de 18 a 15 años de cárcel para el violador múltiple de Valladolid llegó justo un día después de que el Tribunal Supremo dictara jurisprudencia con el ‘caso Arandina’, al sentenciar que era «obligado» revisar todas las condenadas dictadas por delitos contra la libertad sexual en aplicación de la ley del ‘sólo sí es sí’.

Los hechos por los que era condenado el conocido como ‘violador de la capucha’ se remontan a 2009 , cuando el encausado violaba a tres mujeres entre febrero y septiembre y lo intentaba con tres más, a las que asaltaba en portales, garajes y en la calle y amenazaba con un cuchillo en el cuello .     

El condenado, que padece «un retraso mental leve en el límite con el moderado», llevaba habitualmente una sudadera que cubría la cabeza, de ahí que se le conociera como el ‘violador de la capucha’.

Con este disfraz y el uso de arma blanca inició un rosario de agresiones que comenzó el 21 de febrero de 2009, a las tres de la madrugada, cuando abordó a una joven  cuando se disponía a entrar en el portal de su vivienda. La empujó por la espalda y la tapó la boca. Le colocó una navaja en el cuello al tiempo que le exigía que no gritara, obligándola a ir al garaje del inmueble. Una vez allí la obligó a que se desnudara siempre conminándola con la navaja, le efectuó tocamientos en los pechos y le introdujo uno de sus dedos en la vagina.

«Si gritas, te rajo»

El 11 de abril cometió su segunda violación a las dos de la madrugada. El acusado, que vestía una sudadera blanca con capucha y una braga negra que le cubría parcialmente el rostro (ver fotografía), se percató de la presencia de su nueva víctima cuando caminaba por la calle Amor de Dios y comenzó a seguirla hasta que llegaron a la altura del puente de la Rondilla, donde, al darse ella la vuelta le tapó la boca con una mano, mientras le colocaba en el cuello una navaja y le decía: «Como te muevas o grites te rajo»

Sin dejar de taparle la boca, logró el acusado conducirla  hasta un parque cercano a la calle Valle De Arán donde, en una zona de arbuos, conminó a ésta a desnudarse completamente y a colocarse de espaldas a él. El acusado se colocó un preservativo en el pene y se abalanzó sobre la chica que se arrodilló quedándose en cuclillas y, mientras le sujetaba los brazos, la penetró vaginalmente eyaculando dentro. Tras ello, le soltó: «Ves, no es para tanto...».

El siguiente ataque lo cometió el 12 de abril de 2009, justo al día siguiente, sobre las 2,35 horas. Abordó a una chica de 20 años en el momento en que ésta se disponía a entrar en el portal del su casa y, tras amenazarla con una navaja le dijo «...No grites, no me mires a la cara o te rajo...» conduciéndola hacia los garajes del inmueble y la penetró analmente eyaculando dentro. Tras ello, amedrentándola con la navaja, la obligó a arrodillarse y mientras le tocaba el pecho se masturbó. Antes de abandonar el garaje, el acusado se apoderó de un teléfono móvil Nokia de la chica. 

Solo pasaron 14 días para que actuase de nuevo. El 26 de abril, a las 1,30 horas, siguió a una menor de 17 años. Se introdujo tras ella en el portal del domicilio de ésta, la siguió hasta los ascensores, le colocó una navaja en el cuello  y le espetó:  «Si no te callas te rajo el cuello». Al ponerle de manifiesto ella que estaba en los días de menstruación, el acusado abandonó el lugar.  Ella sufrió heridas lacerantes en la zona cervical anterior no punzantes. 

Cayó por un mordisco

El 9 de mayo de 2009, sobre  las 3,30 horas, abordó a otra joven que regresaba a su casa en la calle Cerrada de Rondilla . Le  colocó una navaja en el cuello y le dobló la rodilla intentando introducirla en el portal. Como consecuencia de la enorme resistencia física que le opuso, ésta logró zafarse de el e introducirse sola en el portal consiguiendo cerrar la puerta, ante lo cual el acusado abandonó rápidamente el lugar.  La asaltada sufrió laceración en la cara externa de brazo derecho, contusión en la muñeca y muslo derechos. Precisó asistencia médica y tardó veinte días en curar. 

La última agresión, en grado de tentativa, la cometió el 12 de septiembre de 2009 sobre las 4.15. La víctima volvía a su domicilio. Le siguió desde el Teatro Calderón hasta la calle Gutiérrez Cetina (Rondilla) donde, al entrar al portal, el acusado la agarró por detrás de un brazo y mientras le tapaba la boca le decía: «Calla, calla». No logró su propósito ya que ella le propinó un mordisco y huyó. Cinco días después José Antonio fue detenido. La dentellada que lucía en su mano le delató sin genero de dudas, confesó,  y la Policía pudo poner fin a la actividad del depredador. 

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