Las lluvias hacen brotar los níscalos en Valladolid
La temporada de setas ha arrancado tarde por al escasez de lluvias, pero las últimas precipitaciones han propiciado la abundancia de especies codiciadas entre los recolectores
Las recientes lluvias en Valladolid han traído consigo la proliferación de hongos. Los más populares entre los recolectores son los níscalos , la seta por excelencia de la zona. Aurelio García Blanco , presidente de la Asociación Vallisoletana de Micología , apunta que el níscalo – o “nícalo” como se conoce en Valladolid – “es la pasión en Tierra de Pinares ”. Asimismo, el aumento de setas en la provincia ha provocado que la gente se anime a buscar especies comestibles en su tiempo libre.
La temporada de setas estará marcada casi en su total por la cantidad de precipitaciones , que se esperan a lo largo de las próximas semanas y que han tardado mucho en llegar. Sin embargo, no solo las lluvias influyen a la hora del nacimiento y proliferación de las diferentes especies micológicas; “si las heladas tardan en venir, tendremos un mes muy bueno. Pero estamos a la expectativa del tiempo ”, indica García Blanco.
Aunque el níscalo es la estrella de la provincia, no solo por su abundancia, sino por sus propiedades comestibles. Existen otras setas aptas para el consumo humano que los recolectores valoran como las setas de cardo , las plateras , las ratonas y alguna especie más conocida como el champiñón . Estas especies aparecen en su mayoría en campos sin cultivar o zonas de espinos.
Por otra parte y en relación a la variedad de setas que pueden aparecer, desde la Asociación Vallisoletana de Micología, se advierte del peligro de encontrar alguna especie venenosa y, por tanto, no apta para consumo humano, como la amanita phalloides , capaz de causar la muerte en más de un 90% de los casos en los que se ingiere.
Para evitar envenenamientos y problemas de salud, García Blanco indica que una de las tareas de la asociación que dirige es ayudar a los recolectores de Valladolid a identificar las setas que cogen en sus salidas al campo y da algunas recomendaciones para diferenciar una especie venenosa de una que no lo es, “hay que tener cuidado si la seta tiene forma de paraguas o de láminas blancas, si tiene un anillo en el pie en forma de falda y, sobre todo, si al sacarla de la tierra desde la raíz tiene un saco redondo en la base”.