Diario de Valladolid

Formato pequeño para grandes talentos en la Seminci

Esta tarde, en el Auditorio Fundos, siete cortometrajes de autores de la Comunidad o grabados en la autonomía compiten por el premio de Castilla y León en Corto

El Auditorio Fundos acoge un pase con los siete cortometrajes que compiten por el premio

El Auditorio Fundos acoge un pase con los siete cortometrajes que compiten por el premio

Publicado por
Redacción de Valladolid
Valladolid

Creado:

Actualizado:

El Auditorio Fundos, en la Plaza Fuente Dorada de Valladolid, acoge en la tarde de hoy domingo, a partir de las 16.00 horas, un pase con los siete cortometrajes que compiten por el premio de la sección Castilla y León en Corto de la Seminci . Optan al galardón el burgalés David Pérez Sañudo por ‘Au Pair’ (grabado en Valladolid); la benaventana Almudena Vázquez con ‘Magia negra’; el gaditano Raúl Herrera con ‘Plein Air’ (grabado en el Valle de Mena, en Burgos); la lagunera Lucía Lobato con ‘Quizás mañana’; el riosecano Eduardo Margareto con ‘Ramiro, pastor de por vida’; la colombiana afincada en Valladolid Jenifer de la Rosa con ‘Tierra’; y los segovianos Alfonso Fulgencio y José Luis Farias con ‘Zombie Meteor’.

El jurado de la sección , integrado por la actriz Alba Frechilla, el director y productor Pablo García Sanz y el actor, director y dramaturgo Alberto Velasco, será el encargado de dilucidar el galardón , al que no optarán otros dos trabajos que se proyectan fuera de concurso: ‘Apelo’, realizado por alumnos de la asociación Pajarillos Educa, y ‘La lavandería’, codirigido por Jose Luis Aguilar y Nuria Oujo, dentro del Máster de Cine, Comunicación e Industria Audiovisual de la UVa.

El flamante ganador del Goya 2021 por ‘Ane’ al mejor guion adaptado, David Pérez Sañudo, explica a Ical que ‘Au Pair’ nació de dos voluntades: “Por un lado, para responder de alguna manera al momento sociopolítico y llamar la atención sobre las derivas que está tomando el trato hacia el inmigrante, con la extrema derecha señalando a un tipo de inmigrante, el más desamparado o que afronta condiciones más adversas. Me parece bastante preocupante y creo que tenemos una responsabilidad.

Por otra parte tenía muchas ganas de volver al terror, o a la comedia negra de terror, y hacer un cortometraje muy lúdico . Así nació el corto, sobre una chica que viene a cuidar, que es francesa pero que es árabe; quería mostrar esa contradicción, de la llegada de alguien que viene de un país aparentemente más pudiente, pero al mismo tiempo es de origen árabe, y mostrar qué reacciones implica en el interior de España, en Castilla en este caso, en la frontera entre Valladolid y Zamora”.

Como explica Almudena Vázquez, en ‘Magia negra’ ha intentado “normalizar la menstruación, un tema tabú no solo en la sociedad sino en la ficción, y demostrar que no pasa nada por hablar de ello abiertamente”. “Hemos llegado a un extremo en el que aceptamos con normalidad escenas violentas como un asesinato o violación, pero se ponen trabas a la hora de tratar ciertos temas femeninos como la regla, de algún modo generan una incomodidad que prefiere ser evitada”, relata. El corto es fruto de su proyecto final en la New York Film Academy, ‘Black out’, donde que abordó la menstruación desde otro ángulo y ya percibió “la gran expectación que generaba”. En este caso, sintió que “era el momento de sacar la menstruación del armario y hacer comedia con ella”.

Por su parte, ‘Plein Air’ habla “de los paisajes interiores y exteriores en nuestras vidas, y de nuestra manera de conectar con ellos”, según comenta su director, Raúl Herrero. La película narra la historia de Emma, “una artista bloqueada emocionalmente, que va a visitar a su madre unos días a su aldea, un lugar con paisajes idílicos que paradójicamente le produce agorafobia por conflictos en el pasado”. “el germen del corto fue una reflexión sobre los diferentes tipos de encierros que hay, no solo físicos, como los que tuvimos en la pandemia, si no también de otro tipo más intangibles, como los emocionales, por ejemplo, los causados por una opresión, o por uno mismo”, detalla.

‘Quizás mañana’ surgió en plena pandemia mientras su autora, Lucía Lobato, estudiaba tercero de Comunicación Audiovisual y comenzó a darle vueltas a una idea para su TFG. “Durante los días encerrados en casa me sorprendió mucho la manera que tenemos de relacionarnos por redes sociales. No he vivido exactamente lo que vive la protagonista del cortometraje, pero el ‘ghosting’ es una cosa que nos pasa muchísimo a los jóvenes, y cada vez más no paramos de basar nuestras relaciones en las redes. Es algo que te puede volver literalmente loco, si alguien desaparece de la nada. Me parecía que era algo muy difícil de comprender y también de explicar, así que me propuse hacer este cortometraje”, explica.

El único corto documental que compite es ‘Ramiro, pastor de por vida’ , de Eduardo Margareto, editor gráfico de la Agencia Ical que también participa este año en Seminci con ‘Héroes del Congo’, en el apartado Castilla y León en Largo. Según desgrana, el corto se centra en Ramiro Arias, un pastor de 94 años de la localidad zamorana de Fontanillas de Castro, que en su día llegó a conducir en su rebaño a más de 200 ovejas, y que falleció este mismo verano. “Al principio nuestra idea era hablar con familiares y amigos sobre él, pero cuanto más tiempo pasábamos con Ramiro, más nos abría el abanico de temas interesantes que abordar”, comenta el director.

“Su vida es todo un homenaje hacia esas personas del medio rural que desde temprana edad tuvieron que trabajar y sortear infinidad de dificultades. Son gente sencilla con valores que se merecen todo nuestro respeto y el corto brinda un acercamiento a una forma distinta de afrontar la vida diaria de nuestros mayores, y muestra cómo luchar cada día por no quedarse sentado en casa viendo la vida pasar”, señala.

Por su parte, en ‘ Tierra ’, la colombiana criada en Valladolid Jenifer de la Rosa traza un ‘coming-of-age’ a partir de sus propias vivencias, como niña adoptada consciente desde su infancia de su condición. “La magia de la ficción nos permite regresar al verano del 97, y adentrarnos en los sentimientos de una niña que necesita saber sobre su pasado, que investiga a hurtadillas su expediente de adopción, que aprovecha cada oportunidad que tiene para entrar en internet (en el grupo de empresa de Fasa) para buscar sobre su país de origen porque es incapaz de verbalizar esa necesidad, tiene un conflicto de lealtades muy grande y se encuentra en una edad en la que cree que tiene que decidir si es pucelana o colombiana...”, resume la autora.

Por último, ‘Zombie Meteor’ es una excelente muestra de las posibilidades y el talento que el cine de animación atesora en Castilla y León. En él, Alfonso Fulgencio y José Luis Farias le dan “una vuelta de tuerca” al género zombie, y lo llevan al espacio conjugando cine fantástico, terror y comedia. “Está fue la primera idea que surgió antes de desarrollar el guion para un largometraje del mismo nombre, proceso en el que nos encontramos ahora”, señala Fulgencio. “El cortometraje es sólo una pequeña píldora que explora todo este universo, en el que dos astronautas, que se encuentran en la Estación Espacial Internacional, tienen que sobrevivir tras el ataque de un meteorito compuesto íntegramente por muertos vivientes”, añade.

Mucho talento pero falta de apoyos

Cuestionados sobre cómo contemplan la situación del sector audiovisual en Castilla y León, Almudena Vázquez defiende que en la Comunidad  “se están haciendo grandes cosas y los proyectos castellanos y leoneses empiezan a tener una presencia cada vez mayor, tanto en festivales como en el circuito comercial”.

Sin embargo, como guionista, asegura sentir “cierta frustración ante la falta de ayudas a la escritura de guiones”, frente a otras autonomías como Canarias o País Vasco, que “están potenciando historias locales que parten de guionistas de la tierra y están consiguiendo un desarrollo audiovisual que nace de historias trabajadas y de calidad más allá de lo que puedan proponer las propias productoras”. “ Es una pena que los guionistas castellanoleoneses tengamos que irnos a otros rincones de España para trabajar y a lo mejor dejarnos en el tintero tantas historias de aquí que podrían dar la vuelta al mundo”, lamenta.

Con ella coincide Alfonso Fulgencio, que recalca que “todas y todos los cineastas de Castilla y León necesitan más ayudas económicas por parte de la Comunidad que permitan llevar a cabo sus proyectos”. “La escasez de apoyo hace que los creadores acaben yendo a otras autonomías y Castilla y León quede muy perdida dentro del panorama cinematográfico nacional”, lamenta.

En ese sentido, David Pérez Sañudo asegura que Castilla y León vive “una situación contradictoria”, y alude por un lado a que “seguramente somos la autonomía con mayor ratio de festivales importantes”, con certámenes “fabulosos que califican para los Goya como Aguilar de Campoo, Soria, Medina del Campo, Seminci o Reino de León”, si bien la otra cara de la moneda es que “luego eso no se traslada a la producción”.

“Hay unas dificultades y adversidades tremendas para conseguir financiación, y al final el talento está muy ligado a las oportunidades y a las posibilidades de financiación”, algo que vincula con la falta de obligatoriedad para la televisión autonómica de invertir en producciones castellanas y leonesas.

Por su parte, Lucía Lobato explica su caso personal. En estos momentos se está especializando en dirección de fotografía y se ha visto obligada a marchar a Madrid, donde se quedará “un tiempito, probando”, puesto que “en Valladolid casi no podría tener la oportunidad de hacerlo”. “Ante el futuro estamos muy positivos, pero en la realidad, en el presente, no se puede vivir únicamente del cine estando aquí”, comenta antes de recalcar que “hay mucho talento en la Comunidad, gente joven con muchas ganas de hacer cosas”. “Siento que la Film Office enseguida nos echa una mano, pero una facilidad y agilidad mayor de ayudas por parte de las instituciones nos haría avanzar mucho mejor”, defiende.

“Creo que aún nos falta tener mayor apoyo para poder acercarnos al nivel de otras comunidades, sería bueno que hubiera más residencias, laboratorios de cine, y que se impulsase con determinación un cine diverso y con perspectiva de género”, añade por su parte Jenifer de la Rosa, que considera que “estamos en un buen momento para hacer cine y audiovisual en España”, puesto que “cada vez hay más ayudas y subvenciones”, si bien “aun así cuesta mucho poder arrancar tus proyectos cuando son tus primeras obras (independientemente de la edad que tengas)”.

También aplaude el talento que se vislumbra en la autonomía Eduardo Margareto: “Hay mucha gente haciendo cosas. El acceso al material técnico con costes contenidos ha ayudado mucho”, señala antes de subrayar el que, en su opinión, es el gran debe de la Comunidad: “Falta educación en el lenguaje audiovisual, con una escuela de imagen potente”. “Sería fundamental que se involucren las instituciones en poder enseñar eso aquí, porque tenemos un potencial tremendo de gente y la gran suerte de contar con una plataforma de visibilidad como es Seminci desde hace muchísimos años”.

Alegría y orgullo

Sobre el festival, todos ellos coinciden en recalcar su alegría por la selección, y por poder mostrar su trabajo en uno de los certámenes   más importantes de España. Para Raúl Herrero, “formar parte de la Seminci es un gran honor, además de por ser uno de los festivales más importantes, por el tipo de cine que seleccionan, que a mí me gusta mucho”. “Estamos muy contentos tanto el equipo, como la productora Mesala Films”, destaca.

Lucía Lobato, por su parte, reconoce que formar parte del certamen “es un sueño” que aún no ha podido “asimilar del todo” hasta encontrarse en la sala de proyección. “‘Quizás mañana’ es mi proyectito, que se hizo con mucho cariño, con gente a la que quiero y los lugares en los que me he criado. Para empezar ya me resultó complicado asimilar que fuese a festivalese ha llegado a Sevilla, México o Paraguay, pues imagínate que lo seleccionen en el festival con el que yo he crecido”, apunta antes de mostrarse “muy orgullosa” de su equipo y de la gente de Moraleja Films.

Para Almudena Vázquez, la llamada de Seminci ha sido “el espaldarazo definitivo” a ‘Magia negra’, y se confiesa “profundamente emocionada con la selección”. “Es un honor estar aquí y más aún con una comedia”, aclara. “A priori, una piensa que no tiene las cartas para estar aquí, que eres David contra Goliat, pero el corto empezó a crecer y a día de hoy tengo la certeza de que ha tocado una tecla, un algo por explorar que está llegando a mucha gente, y no solo mujeres. Así que es muy gratificante que un festival tan prestigioso como Seminci haya decidido apostar por él entre tantos trabajos de calidad como hay en Castilla y León”, completa.

David Pérez Sañudo se muestra también “muy ilusionado” ante su primera participación en Seminci. “He tenido la fortuna de estar en festivales muy importantes pero nunca había estado en Seminci, y tengo muchas ganas”, resume.

Para Alfonso Fulgencio y José Luis Farias, “la Seminci es un referente, uno de los festivales más importantes de España y sin duda una grandísima plataforma para darse a conocer”. “La existencia de festivales así dentro de la Comunidad de Castilla y León es fundamental y ayuda mucho al sector audiovisual no sólo para los castellanos y leoneses, sino también para el resto de españoles. Estamos muy orgullosos de estar presentes en el festival y de poder mostrar nuestra obra en él”, concluyen. Eduardo Margareto califica la oportunidad de mostrar su trabajo en un marco como Seminci como “muy especial” y “alucinante”. “Para todo el equipo que ha hecho posible la película es un placer poder mostrar al público estas historias que el cuerpo nos pide contar. ‘Ramiro, pastor de por vida’ es un homenaje a tanta y tanta gente que nos ha transmitido los valores de la tierra, que por desgracia se van perdiendo”, explica.

tracking