Sevilla arrebata a la UVA a Alfredo Corell, uno de los inmunólogos más prestigiosos
La universidad andaluza ficha al premio CSIC 2021 y le ofrece vincular su plaza de inmunólogo al hospital, una petición que durante años le negaron la Facultad de Medicina de Valladolid y Sacyl
La fuga de cerebros en la máxima expresión y sin necesidad de salir del país. En tiempos de alta competencia en los que las facultades adolecen de relevo generacional y de recursos humanos suficientes, la Universidad de Sevilla arrebata a la UVA al reconocido catedrático de Inmunología Alfredo Corell (Madrid, 1963) y le concede lo que Valladolid le niega: vincular su plaza de inmunólogo al trabajo de hospital.
Durante varios años, desde hace más de 17, Corell solicitó que eso mismo le sucediera en la ciudad en la que ejercía, sin embargo, una comisión mixta formada por representantes de la Facultad de Medicina de Valladolid y de Sacyl se lo denegaron año tras año . Hasta que tras varios intentos recibiendo una negativa dejó de reclamarlo, según explican a este diario fuentes de la propia Facultad.
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El rechazo a la petición de Corell de vinculación con Sacyl se produjo pese a que el Hospital Río Hortega de Valladolid no dispone de departamento de Inmunología ni de inmunólogo asociado al centro hospitalario , como sí ocurre en el Clínico de la capital vallisoletana. Ni siquiera para compensar este déficit, este especialista consiguió en la UVa lo que sí le ofrece un centro académico de otra comunidad.
De este modo, Corell pasa a ejercer como catedrático de Inmunología en la Universidad de Sevilla y a la vez facultativo especialista en el hospital andaluz Virgen del Rocío .
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Corell: «La innovación tiene un aura de reconocimiento social y futuro-ficción»
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Su palmarés avala una trayectoria destacada. Ha sido premio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Recibió en 2021 el primer premio CSIC-Fundación BBVA a la Comunicación Científica y además fue seleccionado por la lista Forbes como «uno de los 100 españoles más creativos del mundo empresarial». El jurado del galardón del CSIC lo premió «por convertirse en la voz de la ciencia desde el inicio de la pandemia, transmitiendo el conocimiento científico sobre esta amenaza en un lenguaje accesible para el público general».
Pues bien, ahora Sevilla le da una especie de cheque en blanco. Valora las dos potenciales facetas de este investigador y contará con él tanto para que forme a las nuevas generaciones desde su puesto de catedrático de Inmunología como para que aporte su conocimiento en la praxis del hospital donde podrá retroalimentar teoría y práctica.
Un ejemplo de fuga de talento y de prestigio porque la Facultad vallisoletana de Medicina , capitaneada por José María Fidel Fernández Gómez, y por extensión la Universidad, no ha sabido o querido retener a quien se ha convertido en un referente, sobre todo desde que el Covid irrumpiera en nuestras vidas.
Y es que la lista de reconocimientos a su figura es muy extensa además del prestigioso reconocimiento del CSIC . También fue nombrado Mejor Docente Universitario de España en 2018 en los II Premios Educa Abanca, y destacó el año pasado como Premio Innovadores de El Mundo de Castilla y León en la categoría de Personaje Único.
Entre su abultado currículum, también consta que ha sido coordinador del proyecto de innovación docente Immunomedia , una plataforma digital de la que forman parte docentes de ocho universidades, dos de ellas extranjeras. Una iniciativa múltiples veces premiada dentro y fuera del mapa nacional.
El catedrático y divulgador científico deja una facultad que, a decir de las mismas fuentes académicas, tendría un sesgo «marcadamente conservador y endogámico» . Esta última, la de la endogamia, es una acusación frecuente al sistema universitario.
Ambos conceptos chocarían con el marcado perfil renovador de Corell, que ha tratado de aplicar la innovación no sólo a los métodos internos de la universidad de Valladolid, sino a la forma de comunicar al exterior y de divulgar.
Así, se ha convertido en uno de los profesionales con más proyección mediática en estos últimos dos años, reconocible más allá de las aulas de Medicina de Valladolid.
Es uno de los expertos habituales de las cadenas de televisión generalistas al que recurren los principales programas informativos como voz autorizada sobre el devenir de la pandemia. Eso, tras arrasar en las redes sociales por sus didácticos métodos de divulgación de la ciencia .
En el tiempo en el que el inmunólogo ha dependido de la Facultad de Medicina ha habido luces y sombras. Hasta hace poco fue vicerrector de Innovación Docente y Transformación Digital, una función en la que Corell se desenvolvió como pez en el agua y que puso en valor su trayectoria y currículum dentro del mundo académico. El tiempo en el que formó parte del equipo de gobierno fue de lo más fructífero para él, según indican fuentes de su entorno.
Pero también ha vivido episodios más –por decirlo suavemente– comprometidos, como cuando en el año 2018 denunció públicamente ser víctima de insultos homófobos sin salir del entorno académico .
Hubo quien colgó en el campus vallisoletano carteles profiriendo insultos al inmunólogo por su «identidad sexual», según denunció él mismo ante los medios de comunicación. «Maricón y socialista», decían las octavillas, tal y como recogió la prensa entonces.
La investigación al respecto no dio con el autor o los autores. Incluso cuando el año pasado pronunció el discurso por el Día del Orgullo en el Ayuntamiento de Valladolid relató episodios de burlas y críticas homófobas dentro de su facultad, pese a tratarse de una universidad pública del siglo XXI.
Con todo, la salida del inmunólogo de Valladolid parece tener como factor clave el reconocimiento de su trayectoria y la posibilidad que ahora le abre Andalucía de aplicar sus capacidades más allá del entorno puramente universitario.
Todo este tiempo después, resulta innegable que dentro de la facultad de Medicina no ha logrado ‘cuajar’ , como sí hizo en el equipo de gobierno de la Universidad de Valladolid el tiempo que fue vicerrector.
En la nueva etapa que se abre para este sanitario en Sevilla podrá conjugar las dos vertientes, tanto la docente como la asistencial.
Compaginará sus clases en la facultad de Medicina de la universidad sevillana con su desempeño en el laboratorio de inmunología en el Hospital Virgen del Rocío .
Con este traslado de Alfredo Corell, por una vez el que fue a Sevilla ganó su silla. En este juego decisivo entre países, comunidades y provincias para captar o retener la excelencia, en esta ocasión Valladolid se queda de pie, mirando mientras los demás se acomodan.