Diario de Valladolid

Catorce años de cárcel por violar a su hija menor y obligarla a abortar en Valladolid

El TSJ ratifica la condena contra el padre por abusar de la pequeña desde los 10 a los 19 años de forma continuada

TSJ de Castilla y León. E. P.

TSJ de Castilla y León.- E. P.

Publicado por
Íñigo Arrúe
Valladolid

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El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y León ha ratificado la condena de 14 años de cárcel para un padre que abusó sexualmente con penetración de su hija menor durante 10 años , hasta el punto de que quedó embarazada en tres ocasiones y en todas ellas la obligó a abortar en una clínica de Valladolid.

El primer embarazo se produjo cuando la menor tenía 13 años y se encontraba ya en la semana 18 de gestación.

Por estos hechos el padre, nacido en Bolivia y de 43 años en la actualidad, fue juzgado en febrero de este año en la Audiencia de Valladolid y condenado a 14 años de cárcel por un delito continuado de abusos sexuales con penetración vaginal sobre menor de 16 años y con prevalimiento.

El condenado recurrió la sentencia ante el alto tribunal castellano y leonés, el mismo que ha ratificado de forma íntegra el fallo de primera instancia. Alegó error en la valoración de la prueba e infracción del principio ‘in dubio pro reo’ , interesando la revocación de la sentencia y que, en su lugar, se acordase su libre absolución.

El TSJ tumba tal pretensión y recuerda que los testimonios de la víctima y de la profesora de ésta son “sinceros” y “verosímiles” , todo lo contrario que la versión del condenado, a la que no concede ninguna credibilidad. “En el acto del juicio quedó descartada la existencia de móviles espurios o de venganza por su parte , no siendo el origen de la denuncia el propio de quien tenga interés en relatar unos hechos inventados o fabulados, pues surgió a raíz de la intervención de la profesora y tutora de la menor que notó signos extraños en ésta”, recuerda el TSJ.

“Por otra parte”, agrega el alto tribunal, "las manifestaciones del acusado, en cuanto a que los embarazos eran fruto de relaciones que la menor mantuvo con otra persona , nunca identificada, carecen de toda credibilidad por las contundentes razones que se exponen en la sentencia recurrida, y es inverosímil igualmente su alegato de que nunca pudo quedarse a solas con ella”.

Desde Bolivia

El calvario para la pequeña comenzó en agosto de 2010. Había nacido en Bolivia nueve años antes y llegó en esta fecha a España como hija legal -por reconocimiento realizado en Bolivia- del acusado y de su esposa, que en realidad es hermana biológica de la víctima . Comenzó a vivir en Valladolid con los padres legales antes citados y sus dos hermanos en el domicilio familiar.

Según recoge la sentencia en los antecedentes de hecho, desde esta fecha de 2010, el acusado (nacido en Bolivia en 1979) de forma habitual mantenía con la menor relaciones sexuales completas con penetración vaginal , en contra de la voluntad de aquella y, si bien su periodicidad exacta no ha podido determinarse, solían realizarse una vez al mes.

Estos hechos se producían en el domicilio familiar, aprovechando que no se encontraba en la vivienda el resto de la familia. El acusado entraba en la habitación de la menor y comenzaba a tocarla para llegar finalmente a penetrarla vaginalmente. Cada vez que sucedían estos hechos, vencía la voluntad de valiéndose de la ascendencia que tenía sobre esta por su edad y porque era su padre del que la menor dependía y porque le decía que la compraría lo que necesitara.

A consecuencia de estas relaciones sexuales completas, se quedó embarazada en tres ocasiones y fue sometida a otros tantos abortos por obligación del padre : el primero el día 27 de noviembre de 2014, con 18 semanas de gestación, cuando la menor tenía 13 años; el segundo el día 9 de septiembre de 2016, con 14 semanas de gestación cuando la menor tenía 15 años; y el tercero el 3 de agosto de 2017, con 6 semanas de gestación, cuando la menor contaba con 15 años. La madre legal de la menor no supo nada de los embarazos, ni de los abortos practicados a la menor. Estos hechos cesaron en el mes de marzo de 2020, coincidiendo con el confinamiento familiar en el domicilio derivado de la pandemia del Covid.

En noviembre de 2020, la tutora del Instituto donde cursaba sus estudios observó que esta estaba extraña, ante lo cual le preguntó qué era lo que le pasaba. Al principio no le quiso contar nada. Como no la veía bien, la tutora insistió si tenía algún problema y finalmente la niña, en una tutoría de mayo de 2021, le dijo que era algo muy serio, que su padre había abusado de ella durante años y también le contó que había tenido tres abortos de embarazos de su padre . Ello dio lugar a que la menor presentara la denuncia el día 14 de mayo de 2021.

Alejamiento de su hija por 19 años

Además de los 14 años de cárcel, la sentencia también condena al padre a la prohibición de aproximarse a la víctima menos de 300 metros , en cualquier lugar donde se encuentre, así como respecto de su domicilio, lugar de trabajo y cualquier otro que sea frecuentado por ella; y la prohibición de comunicarse con citada víctima por cualquier medio de comunicación o medio informático o telemático, contacto escrito verbal o visual. Estas prohibiciones se establecen por tiempo de 19 años (cinco años superior a la duración de la pena de prisión).

También impone la inhabilitación especial para el ejercicio de los derechos de la patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento por tiempo de cinco años. La inhabilitación especial para cualquier profesión, oficio o actividades, sean o no retribuidos, que conlleve contacto regular y directo con personas menores de edad , por tiempo de 19 años (cinco años superior al de la pena de prisión).

Y finalmente la medida de libertad vigilada , para su cumplimiento posterior a la pena privativa de libertad, con las obligaciones como la de prohibición de acercamiento a la víctima, a su domicilio y lugar de trabajo y prohibición de comunicación con la misma, por tiempo de ocho años, así como la de realizar un curso de educación sexual.

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