Diario de Valladolid

Cabezón exige premura en las obras del puente porque «parten el pueblo»

Las lanzaderas tardan 20 minutos en cruzar la orilla cada hora para ir al colegio o al médico

Operarios y máquinas toman ayer posesión del puente medieval de Cabezón en el arranque de la intervención que durará nueve meses. J.M.- LOSTAU

Operarios y máquinas toman ayer posesión del puente medieval de Cabezón en el arranque de la intervención que durará nueve meses. J.M.- LOSTAU

Publicado por
Santiago G. del Campo
Valladolid

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Las obras de rehabilitación del puente medieval de Cabezón arrancaron este martes puntuales a las siete y media de la mañan a, momento en el que se cortó el tráfico de vehículos y de peatones. Comienzan nueve meses de trabajos y durante los primeros tres, al menos, todos los vecinos que quieran cruzar de una orilla a la otra del pueblo deberán esperar a que llegue una lanzadera, que sale a las horas en punto, y cumplir veinte minutos de trayecto pasando por los recorridos alternativos, la carretera de circunvalación VA-30 o la autovía A-62.

Se trata de una situación incómoda para los vecinos , que pidieron ayer en boca de su alcalde, Sergio García Herrero, premura en las obras para cumplir los plazos previstos y poder volver a cruzar a pie en los tres meses estipulados –la intervención continuará al menos un mes más hasta que puedan pasar los vehículos a motor–.

«Los vecinos están contentos por el inicio de las obras, pero parten el pueblo en dos y desearíamos que hubieran instalado antes una pasarela peatonal para estar comunicados, no solo con las lanzaderas» , explicó Herrero en respuesta a este periódico. «Técnicamente tanto la Junta como la empresa adjudicataria –estuvimos reunidos con ellos– nos dijeron que era muy complicado montar una pasarela, así que se han habilitado unas lanzaderas que comunican cada hora una parte del pueblo con la otra. Enlazan con los autobuses que vienen de Valladolid, y aparte, el vecino que quiera utilizarlo puede hacerlo para ir de un lado a otro».

Y es que «es mucho rodeo, mucha distancia la que recorren» esas lanzaderas en autobús. «Los alumnos del colegio que viven en el Barrio Viejo y van al otro lado –son doscientos treinta y cinco alumnos–, tienen que coger cinco autobuses por la mañana para ir al centro educativo por la VA-30 o la A-62. Se tarda alrededor de 20 minutos o algo más», añadió el regidor.

El andamiaje del puente y la naturaleza de las obras hacen imposible el paso de peatones. Precisamente ese andamiaje en la parte exterior, hace inviable la instalación de una pasarela temporal. «Era peligroso, no podían confluir a la vez la maquinaria, los trabajadores y los peatones».

Servicios

Pero no son solo esos 235 alumnos los afectados por las obras, sino «todos los vecinos» . Servicios como el colegio, el médico, el campo de fútbol o la iglesia están repartidos a ambos lados. Son más de 3.700 paisanos los que, por diferentes motivos, tendrán que esperar en algunas ocasiones la conexión por autobús. Deberán estar atentos a la hora en que llegue la lanzadera, subirse al vehículo y esperar esos 20 minutos para efectuar un gran rodeo hasta el punto en la otra orilla, distante del primero solo 400 metros.

Por ello, el alcalde pide la máxima celeridad y que se cumpla el calendario previsto : «Previsiblemente dentro de entre dos y tres meses podrán pasar peatones, y depende de cómo vaya la obra, el tráfico rodado tendrá que esperar un mes más. Pero la obra total durará nueve meses», recordó Herrero.

En cuanto a la histórica reivindicación del pueblo, representada por la plataforma vecinal con el nombre ‘Cabezón con su puente’, que lucha por la construcción de un paso nuevo tanto para el tráfico como para viandantes, sigue aplazada sine die. «Tanto los vecinos como el Ayuntamiento reclamamos a la Junta que haya una inversión para realizar este puente», subrayó el alcalde. «Actualmente solo está presupuestada la redacción del proyecto», lamentó.

La construcción de ese nuevo puente está presupuestada en torno a los siete millones de euros . No parece tanto si se tiene en cuenta que el constante paso de vehículos pesados y turismos por el viejo puente medieval, cuyas primeras trazas datan de uno romano anterior, han deteriorado el monumento histórico hasta el punto que ahora necesita una intervención de 1,3 millones de euros. El paso romano que precedió a la estructura actual permitía a la calzada romana entre Asturica Augusta y Clunia salvar el Pisuerga. Es un lugar tan histórico que ya en 1495 los Reyes Católicos instaron al corregidor de Valladolid a que obligara a las religiosas del Monasterio de las Huelgas Reales, concesionarias de la edificación, a repararlo.

La Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, realiza las obras de consolidación y rehabilitación con una inversión, más en concreto, de 1.321.880 euros. Lo hace en previsión de que la evolución de los daños en la estructura pueda poner en riesgo la seguridad vial de los usuarios de la carretera VA-113, de la que forma parte. Por ello se realiza la intervención por el procedimiento de emergencia.

Según las conclusiones del equipo de inspección del Servicio Territorial de Fomento, existe «un grave riesgo de desplome parcial del viaducto y de parte de la carretera VA-113», y por ello urgieron «una actuación rápida» a fin de evitar «posibles daños» a los usuarios que circulen por la vía, así como daños en el puente que luego resulten más costosos de reparar. 

La memoria de la intervención insiste en el «grave riesgo que supone para todos los usuarios de la vía un derrumbe súbito de la plataforma» y considera que «se debe alertar del grave riesgo y del peligro de desplome parcial del tramo afectado, en torno al punto kilométrico 12+600» de la citada VA-113, propiedad de la Junta de Castilla y León.

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