«Los accidentes son una tragedia, pero han hecho a la aviación más segura»
El vallisoletano, Pedro Carvalho, recoge en su libro 25 sucesos aeronáuticos de gran magnitud como el de Spanair en 2008 con 154 víctimas, de las cuales 22 eran de Castilla y León
Cada año 30 millones de vuelos comerciales recorren el mundo, teniendo un índice muy bajo de siniestralidad. Son cifras verídicas, que defiende Pedro Carvalho, el divulgador de la aeronáutica en español más destacado.
El autor vallisoletano firma este viernes 21, de 18.30 a 20.30 horas, en el Corte Inglés de Paseo Zorrilla su libro: ‘Algo espantoso está a punto de ocurrir’. De esta forma comienza sus publicaciones, una serie de hilos, con varios mensajes que construyen conjuntamente un relato, en Twitter. Bajo el seudónimo de Pato Aviador, Carvalho comenzó a divulgar una de sus pasiones, es piloto privado, y ha dedicado su vida a comunicar sobre aviación: «Si no empecé antes a hablar de aviación es porque jamás imaginé que hubiera tanta gente que pudiera interesarle el tema», afirma.
Su paso por Twitter fue un auténtico flechazo. En la actualidad cuenta con más de 56.000 seguidores, que han conocido en detalle, la radiografía realizada a los 25 accidentes e incidentes aéreos de mayor magnitud de la historia. «Algunos de los hilos como por ejemplo el de Spanair, o el de los atentados del 11-S han superado los dos o tres millones de visualizaciones. Es una auténtica barbaridad», esgrime.
Durante la pandemia, la editorial canaria LGE se interesó por esta información y le planteó desarrollarla en una publicación: «No me había planteado en ningún momento escribir un libro, pero a raíz de esa llamada telefónica por parte de la editorial considere que podría ser bastante interesante». Su planteamiento inicial fue adoptar un enfoque más didáctico, si cabe aún, en el libro: «No es una mera transcripción de esos hilos, es algo más profundizado». Y siempre con un vocabulario alejado de lo técnico, haciéndolo accesible a todos los lectores. Esto le permite explicar que son los flaps, los tubos de pitot, o los procedimientos que se llevan a cabo en aviación en determinadas circunstancias.
Pato Aviador divide los capítulos de su libro en tres partes: «Un relato circunstanciado de hechos primero, contando qué ha pasado de una manera lo más aséptica posible. Después explicar por qué ha pasado y qué falló a nivel técnico o humano porque un accidente aéreo nunca ocurre por una sola causa, es una concatenación de factores desafortunados. Y por último analizo el informe oficial y explico con palabras sencillas, qué medidas se han tomado a partir de ese momento».
Asegura que «los accidentes son una tragedia, pero han hecho a la aviación más segura». Esta afirmación se sustenta en que «siempre que hay un accidente aéreo se lleva a cabo una investigación técnica muy exhaustiva, no con razones punitivas sino para saber qué ha pasado, por qué ha pasado, y que se puede hacer para que no vuelva a ocurrir». Todo esto, afirma Pedro Carvalho, «hace que la aviación sea el transporte más seguro del mundo». Y da un dato: «En los últimos 10 años no ha muerto nadie en España en un accidente de aviación comercial».
Y detalla accidentes como el más trágico, el de los Rodeos en Tenerife en 1977 con 583 fallecidos, tras un choque entre dos Boeing 747 o el del vuelo JK5022 de Spanair en Barajas en 2008, con 154 víctimas mortales, incluidos 22 ciudadanos de seis provincias de Castilla y León, como León, Palencia, Salamanca, Segovia, Valladolid y Zamora. En su hilo explicativo, expone los movimientos y decisiones que llevaron al piloto y copiloto a reanudar un vuelo, que procedía de Barcelona y que hizo escala en la capital antes de viajar a Canarias. Carvalho explica en uno de esos mensajes que el informe final concluyó que «los pilotos olvidaron configurar los flaps y los slats de la aeronave en posición de despegue. Estos elementos son imprescindibles para que la aeronave genere la suficiente sustentación a velocidades bajas (despegue y aterrizaje)».
Y ese «terrible olvido» ocurrió a pesar de que tuvieron tres oportunidades para hacerlo: «durante las comprobaciones de arranque, rodaje y predespegue». Quedó acreditado además que «con las prisas por despegar, los pilotos no ejecutaron completamente las listas de verificación predespegue (checklists)». Solo sobrevivieron 18 pasajeros, tras perecer dos ocupantes ahogados en el agua tras el segundo impacto.
El pasado mayo, 13 años después del suceso, el Congreso aprobó el dictamen de la Comisión de Investigación y lo remitió a la Fiscalía por si hubiera responsabilidades judiciales, aunque la causa fue archivada en el pasado señalando exclusivamente a los pilotos. Una herida abierta que deja muchos interrogantes a familiares y amigos de las víctimas.
Carvalho difunde estas tragedias «con mucho respeto. Lo que procuro es centrarme en lo técnico, y no profundizar en aspectos que puedan resultar morbosos para los familiares de las víctimas». Sucesos que pueden generar una especie de pánico en la sociedad en los días posteriores al incidente, aunque este divulgador considera que «los miedos vienen por el desconocimiento».
Y pone como ejemplo el ruido que pueden realizar los spoilers, placas montadas en la cara superior de las alas de un avión, que pueden desplegarse hacia arriba modificando el flujo laminar, al frenar. Ese miedo a volar, reconoce, pueden tratarlo «a nivel psicológico o de formación».
FIRMA DE LIBROS, ESTE VIERNES 21.
En el Corte Inglés de Paseo Zorrilla, de 18.30 a 20.30 horas. El autor, Pedro Carvalho, realizará una firma de libros en Valladolid, tras presentar el libro en Madrid el pasado noviembre. En Navidad se publicó la segunda edición.