El Clínico de Valladolid estrenará el edificio de consultas externas en 2025 tras 40M€ de inversión
La Junta licitará las obras por 27 M€ y prevé 13 M€ en equipamiento / El nuevo bloque estará listo 20 años después de que se anunciara la modernización integral, y aún resta la reforma de las torres de hospitalización
El Hospital Clínico de Valladolid da un paso más en su proceso de reforma, con la próxima licitación de las obras para erigir un bloque destinado a consultas externas a fin de que esté operativo en 2025, gracias a una inversión total cifrada en 40 millones de euros, 27 de ellos referidos a la construcción del nuevo edificio y, el resto, al montaje y equipamiento de las instalaciones.
Se trata de un significativo avance después de años sin apenas progresos en la modernización del complejo hospitalario, aunque todavía restarían la construcción del pabellón de acceso principal para suprimir las actuales rampas y la rehabilitación de las torres de ingreso –la parte más complicada– para completar la transformación integral anunciada por la Junta de Castilla y León, allá por 2004, a ejecutar en diferentes fases.
Un año después de esa fecha se encargó el proyecto, pero no fue hasta septiembre de 2009 cuando comenzaron los trabajos, con intención de finalizar en 2014. Nada más lejos de la realidad, pues de las cuatro etapas previstas –valorado en conjunto en más de 128 millones de euros–, únicamente se ha llevado a cabo la primera, correspondiente con la construcción de las urgencias y del aparcamiento por Real de Burgos.
Lo que se va a acometer ahora es el edificio de consultas externas en el lateral del centro sanitario, en la calle Sanz Forés, con cinco alturas y 16.450 metros cuadrados de superficie, unido a las torres del Clínico a través de dos galerías de comunicación. Una servirá para el uso de pacientes y la otra para el de profesionales (incluida una salida desde el aparcamiento), tal y como aclaró la Consejería de Sanidad tras el último consejo de gobierno, celebrado este jueves.
Además, dispondrá de un nuevo núcleo de instalaciones y comunicación vertical para todo el ala sur, que sumará 1.842 metros cuadrados a la superficie actual y se actuará sobre la torre sur del hospital, concretamente en su planta baja, en una reforma interior de más de 850 metros cuadrados, según el comunicado de Sanidad en relación a estas obras.
Una vez que la Gerencia Regional de Salud publique en los próximos días los pliegos de contratación, además de conocer los detalles de la intervención se sabrá cuándo está previsto que se inicien unos trabajos cuya duración se ha estimado en 26 meses.
Es decir, las obras se prolongarán durante más de dos años una vez se seleccione a la empresa adjudicataria, pero se trata de un procedimiento que se puede alargar en torno a un año, por lo que previsiblemente la piqueta no entrará hasta finales de 2022.
A partir de ahí, si no hay retrasos en los plazos de ejecución calculados para su construcción, a principios de 2025 estaría listo el edificio de consultas externas y, después, habría que dotar las instalaciones del montaje y el equipamiento necesario. Será, según estimaciones del departamento que dirige Verónica Casado, a lo largo de ese mismo año. Dos décadas después de aquel anuncio inicial realizado por el entonces consejero, César Antón.
Con la construcción de esta infraestructura, incidió Sanidad en el comunicado, no sólo se dará cabida a las consultas, locales de apoyos o salas de espera proyectados en el programa funcional, sino que además será el vestíbulo de entrada principal del Clínico durante el periodo de obras y puesta en servicio del futuro edificio de acceso que se va a construir en la calle Ramón y Cajal, donde está la actual rampa.
El enlace entre el nuevo edificio y el edificio principal se realizará en dos puntos, con una conexión directa con el vestíbulo principal existente y otra con el ala sur en la zona de hospitalización, en la que se instalará un nuevo núcleo de ascensores que servirá para descongestionar el tráfico vertical en la zona central del hospital.
También se ha proyectado una entrada desde el garaje hasta el pasillo de circulación interno, y se creará una nueva salida de vehículos desde el garaje hasta la calle Sanz y Forés, con el objetivo de mejorar los flujos de entrada y salida en horas punta y evitar las aglomeraciones que se producen en la actualidad, así como una salida peatonal.
La idea es que este nuevo edificio reorganice los accesos peatonales, de forma que la intensa circulación matinal a las consultas quede fuera del edificio principal del Clínico. En este sentido, se han planificado circuitos diferenciados de pacientes y profesionales hacia y desde el nuevo bloque de consultas, lo que facilitará el acceso interno del personal –incluido hospitalización y servicios generales– y mejorará el confort de enfermos y familiares.
La construcción del bloque de consultas externas supone un nuevo avance pero todavía faltaría por erigir el pabellón de acceso principal para suprimir las actuales rampas de acceso al centro sanitario y, lo más importante y complejo, la reforma de los torreones de hospitalización.