Diario de Valladolid

La Fiscalía resucita los abusos en el hospital de Medina y denuncia a la dirección por omisión

Insta a que se investigue judicialmente la falta de remisión de la denuncia de una enfermera que dijo que un traumatólogo tocó a una niña en quirófano / Detecta «contactos inadecuados a mujeres» que no se investigarán porque el médico falleció

La consejera de Sanidad, Verónica Casado, y el ex gerente del Hospital de Medina, José Manuel Vicente, en una imagen de archivo. | ICAL

La consejera de Sanidad, Verónica Casado, y el ex gerente del Hospital de Medina, José Manuel Vicente, en una imagen de archivo. | ICAL

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Alicia Calvo
Valladolid

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Pese a las sospechas, solo hubo silencio, pero ahora se investigará todo lo que no se hizo, lo que se ocultó y lo que rodea a los supuestos abusos sexuales a una menor en quirófano por parte de Alfonso D., el traumatólogo del hospital de Medina del Campo que perdió la vida dos días después de que 26 sanitarios denunciaran en una carta su conducta inapropiada de índole sexual hacia compañeras y pacientes. 

La Fiscalía de Valladolid denuncia a la dirección del centro hospitalario y a los directores de servicios por un delito de omisión .  Emprende este camino tras el hallazgo por un inspector de Sanidad de una denuncia interna sobre posibles abusos sexuales a una menor mientras estaba anestesiada por parte de este traumatólogo. 

La efectuó una enfermera hace ya dos años y no se investigó, ni se habló con el profesional y mucho menos se informó a los padres de la paciente . Tampoco llegó a oídos de ninguna autoridad policial ni judicial y, desde luego, no se puso en conocimiento del ministerio público que ahora arroja luz sobre los ojos que estuvieron abiertos y los labios que permanecieron sellados.

La acusación pública «entiende necesario que se investigue judicialmente la falta de remisión», a la propia Fiscalía o al juzgado, de «la comunicación reflejada en el sistema del hospital el 30 de septiembre de 2019», según expone en un comunicado.

En ese escrito anónimo de hace dos años, una enfermera del bloque quirúrgico detalló cómo durante una operación, el traumatólogo Alfonso D. habría «realizado tocamientos» a la menor mientras esta se encontraba en la mesa de quirófano . Observó «movimientos por debajo del campo quirúrgico» realizados por parte de Alfonso D. y ella se habría «tratado de poner en medio para impedir el acceso a la menor».

Sin embargo, este truculento relato no sirvió para que ningún mando actuara ni comprobara si los hechos eran ciertos. 

La enfermera empleó una vía inusual para denunciar un caso de este tipo. Utilizó el Sistema de notificación de incidentes sin daño en los centros del Servicio Regional de Salud de Castilla y León (Sisnot), que en la práctica los profesionales emplean para alertar de «problemas de seguridad para evitar que se produzcan incidentes» que tienen que ver con tratamientos y otros procesos. En cualquier caso, remitió esta información, que llegó –según consta en la propia web de la Junta– a «los gestores» del departamento. Pero no generó ninguna reacción al respecto.

Esta inacción es la que pide Fiscalía que se investigue, tanto la ausencia de protocolos internos como la falta de traslado a sede judicial, pese a la gravedad de las acciones descritas.

El ministerio público señala directamente a «los responsables del centro y directores de servicios, que tuvieron conocimiento de tales hechos, pues tal inactividad pudiera ser constitutiva de un delito de omisión». 

La investigación de la fiscal de Valladolid encuentra indicios suficientes de que los abusos sexuales denunciados el pasado junio a través de una carta por 26 sanitarios pudieron producirse, sin embargo, no podrá abrirse una línea de actuación al respecto dado el trágico final del traumatólogo.  

En concreto, detecta «posibles contactos físicos inadecuados del médico fallecido a algunas mujeres en ese hospital», pero reconoce que la causa judicial no tiene razón de ser porque «no pueden ser investigados a causa del fallecimiento del presunto autor de los mismos». De hecho, una de las cuestiones más controvertidas del caso es que contra Alfonso D. no consta ninguna denuncia ni judicial ni policial. Tan solo un expediente que la Consejería de sanidad le abrió por «posible conducta irregular» escasas horas después de su fallecimiento.

En el punto de mira desde que este caso se destapó permanece el ya ex gerente del centro hospitalario comarcal de Medina, José Manuel Vicente, que sustituyó al frente del comarcal a  Francisco Javier Vadillo. Tomó posesión de su cargo el 9 de octubre, tan solo nueve días después de que se efectuara aquella denuncia por el Sisnot, y no se remitió a la Gerencia de Sanidad. 

Parte de la plantilla también reprocha que las actuaciones reprobables del traumatólogo señalado eran «vox pópuli» y el mismo ex gerente aseguró cuando saltó a los medios el caso que tiempo atrás iba a mantener una reunión con sanitaria que le advirtió de esta conducta, pero al no presentarse esta a la cita Vicente dejó correr el asunto. 

José Manuel Vicente dimitió de este y de su cargo al frente también del hospital Clínico de Valladolid cuando trascendió el asunto y Alfonso D. ya había perdido la vida en la carretera pocas horas después de saberse cuestionado. 

La carta donde hablaban de «tocamientos libidinosos» a pacientes la presentaron un martes día 1 de junio; ese jueves Alfonso D. se estrella en una recta a la altura de Ceinos tras haber hablado con el gerente, que le recomendó que cursara una baja y que acudiera al programa confidencial de Atención al Médico Enfermo . El mismo día, Vicente cuenta a Sanidad lo que sucede y el viernes 4, después de que la Consejería lanzara un comunicado anunciando la apertura de un expediente a un facultativo fallecido que no iba a poder defenderse, solo entonces, José Manuel Vicente dimitió. 

No fue la única dimisión. Frente a la pasividad de los últimos años, se produjo una actividad frenética en los despachos presentando y aceptando dimisiones. Dejaron su puesto por este caso: la directora médica, Laura Gil ; la directora de Enfermería, Teresa Sánchez ; el jefe de Traumatología, José Ángel Sanz , y el jefe de Anestesia, Juan Carlos Álvarez .

Y el ambiente en el hospital se volvía cada vez más irrespirable. Frente a la carta de 26 sanitarios en la que aseguran que no quieren «ser cómplices» y relatan que conocían de años atrás conductas reprobables de Alfonso D., aunque no las denunciaron en ese tiempo, hubo un escrito posterior de otros 41 profesionales en el que defendían el «honor» y la memoria del traumatólogo fallecido. 

En medio de esto, los medios silencios de Sanidad. Ante la acción tomada por Fiscalía, se limita a decir que estará al lado de lo que esta y el juzgado le demanden.

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