CARMEN PUENTE SORIA HABLA TRAS LA VOZ KIDS
«Nunca sería política, eso lo tengo clarísimo»
Carmen Puente Soria, la hija del regidor vallisoletano, tras su triunfal paso por La Voz Kids no descarta cantar ‘Shallow’, de Lagy Gaga, en un dúo con su padre
Se llama Carmen Puente Soria, tiene 15 años y canta como los ángeles. Quienes la conocen bien dicen que tiene los ojos, la determinación, el carácter y la inteligencia de su madre, Laura, juez de lo social en la ciudad del Pisuerga. Sin embargo, todo el mundo la etiqueta como la hija de Óscar, el alcalde de Valladolid. La celebridad, que es otra cosa, no le ha llegado ni por la una ni por el otro, sino por erizar la piel de miles de espectadores con la personalidad, el color y la potencia de su voz a través de los micrófonos del programa televisivo La Voz Kids.
Lo de su padre lo zanja enseguida: «Nunca sería política, eso lo tengo clarísimo», asegura decidida en cuanto le preguntan sobre el particular. Pero las influencias familiares pesan: «Voy a hacer Bachillerato de ciencias sociales y me gusta el Derecho, la Administración y Dirección de Empresas, ese tipo de carreras». Es consciente de que, aunque a partir de ahora comienza su andadura artística, de forma paralela «hay que tener un fondo», explica. «Lo primero son mis estudios, porque en la música te puede ir muy bien o muy mal, o puedes tener fama y luego decaer».
Tras La Voz Kids, la editora Universal España será la encargada de dar los pasos necesarios para ese ascenso a la fama que todo cantante tiene como objetivo. En cuanto a la agenda que comienza, «todavía no sé nada, tenemos una reunión con el director esta semana», anuncia Carmen. Por ahora, está en proyecto una actuación en alguno de los conciertos de su coach, David Bisbal, pero aún no se sabe el día ni la hora.
La cadena de acontecimientos que la llevó a participar en La Voz Kids comenzó por casualidad, durante una celebración en la casa de unos amigos de sus padres. Conectaron un karaoke y cuando le tocó el turno «mis padres se sorprendieron y dijeron que lo hacía muy bien, que tenía que hacer algo con eso», relata. Hasta ese momento, lo de cantar «era algo que solo hacía cuando estaba sola en mi habitación».
Nunca se había planteado ir a la televisión. «Me daban mucha vergüenza ese tipo de programas», afirma. Pero un vídeo llegó a La Voz Kids y la productora se puso en contacto con su padre, que la animó a que participara. «El paso por el programa me ha servido para evolucionar, creo yo. Me ha ayudado mucho a superar mi timidez, y a dar respuestas. Por ejemplo para expresarme en público, para hablar con los demás o a los medios de comunicación».
El programa también le ha enseñado a «contar con el público» cuando está cantando, «a darme cuenta de cómo la canción está llegando a la gente, y no solo estar centrada en mí misma», detalla. De La Voz se lleva también grandes amigos, como Rocío Avilés:«Nos ha invitado a ir a Sevilla, al Rocío, a Carla y a mí. Nos hemos hecho muy amigas y seguimos teniendo relación».
«Me encanta cantar, me llena muchísimo desde que soy muy pequeña. Si pudiera dedicarme a la música lo haría sin dudar. Trabajaría en algo que me encanta, y eso es muy difícil conseguirlo hoy en día», apunta Carmen. Para ello, está decidida a continuar su formación musical en septiembre, ya que solo recibió algunas clases antes de los programas.
Esas clases eran parte del ‘aparataje’ que supuso la grabación del talent show. «Fue complicado guardar el secreto en el colegio, mis compañeros lo sospechaban porque cuando llegaban las grabaciones yo faltaba a clase tres o cuatro días, pero un día fue de público un autobús de Valladolid, y de ahí corrió el rumor. Al final la gente sabía algo, aunque yo no dije nada».
No llegar a la final fue «decepcionante por no haber cumplido las expectativas que tenía de llegar a la final, pero luego fue un alivio, porque te causa mucha tensión estar en el programa, con los ensayos... Yo cada vez menos, pero antes me ponía muy nerviosa cuando me tenía que subir a un escenario».
Poco se notaron esos «nervios» en las tablas del programa. Allí cantó por Amy Winehouse, por Dúa Lipa y por Whitney Houston. «La de Amy, Love is a losing game, la canté en el primer casting de Madrid y les gustó mucho, me dijeron que la tenía que repetir en las audiciones. Yo la conocí porque un día la escuché con mi padre, en el coche. Me dijo: ‘Esta te la tienes que aprender, que es muy bonita’ y así, la canto desde que tengo doce o trece años».
Su casa ha sido, desde pequeña, un buen caldo de cultivo para las artes escénicas. No solo por la afición teatral, ya conocida, de su célebre progenitor, sino por la presencia de su hermana pequeña, Isabel, que ahora tiene 14 años. «También le encanta cantar, y es muy hábil con la música. Se le da bien tocar todos los instrumentos», explica. «Es autodidacta desde siempre y toca la guitarra, el ukelele, el piano de mi abuela... pero no se ha planteado ir a un programa, le gusta más cantar en casa y con sus amigas».
La Voz Kids ha resultado ser también positivo en las relaciones con sus compañeros de colegio: «Antes era más vulnerable. Cuando era más pequeña, en primero o en segundo, he sufrido algún tipo de acoso por algunos compañeros, en torno a mi padre, pero tras el programa, o quizá porque me he hecho más mayor, no dejé que me hicieran ciertos comentarios».
Una circunstancia, la de la celebridad de su padre, que le ha servido como «vacuna» para asumir las críticas malintencionadas. «Con el programa me han hecho comentarios muy positivos, sin embargo los que ha habido negativos creí que me iban a afectar más, pero ya estoy acostumbrada a saber que no siempre le vas a gustar a todo el mundo. Tras ver los mensajes que recibe mi padre y su actitud hacia ellos, he aprendido yo también a no dejar que me afecten».
Música, estudios y familia son tres grandes pilares de su vida, y con el tercero la figura del alcalde de Valladolid, su padre, con quien no descarta hacer un dúo sobre el escenario en un día no lejano: «Incluso tenemos dos canciones ensayadas, Shallow, de Lady Gaga, y City of Stars, de la película La La Land», relata. Canta con él, pero prefiere no discutir mucho de política. «Solemos tener ideas parecidas, pero a veces discrepamos en alguna cosa. En cualquier caso, prefiero discutir de política desde el respeto y nunca fuera de mi familia. No voy a hacer cambiar a nadie de opinión», concluye.