Diario de Valladolid

ANTONIO GONZÁLEZ / GANADOR DEL PINCHO PROVINCIAL DE ORO

«Lo fácil es prohibir, lo difícil es decirme qué tengo que hacer para salir de esta»

El pincho de oro de este año es una gran velada que surgió en Candelera (Ávila). En el restaurante de un antiguo empleado de Los Zagales. «Con mis manos, la izquierda se llama Nerea y la derecha, Laura, les transmití la idea que había que hacer algo con un pollo de corral y en forma de cirio. Un trabajo de equipo». Antonio González, propietario, junto a su hermano, de Los Zagales, se somete hoy a La Espuela.

MIGUEL ÁNGEL SANTOS

MIGUEL ÁNGEL SANTOS

Publicado por
J. I. Fernández

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Pregunta. Tiene ya más premios de pincho provincial que Messi balones de oro.

Respuesta, (Risas). ¡Vaya compa-ración! Nosotros somos humildes reposteros taberneros.

P-. ¿Me da la receta del éxito?

R. - Pues ‘La clave del éxito’, que será el libro que quiero editar sobre pinchos, es la labor de equipo. Fuera el egocentrismo. Uno solo en la hostelería no tiene nada que hacer.

P.- Gallo campero, ¿qué tiene usted de gallo?

 R.- ¡Uy! pues en mi corral, que son Los Zagales, casi todo son gallinas. A mí me gusta criarlos en la fin-ca de Tudela de Duero.

P. - Si los pinchos marcan el esta-do de ánimo de una ciudad, ¿cómo estamos ahora?

R. - Pues como nos podemos calificar la capital del pincho, como tal, estamos con ganas, ánimo y esperanzada.

P. - Velada perfecta es el pincho ganador, ¿cómo es para usted?

R. - Pues en compañía de alguien con el que estás muy a gusto, con alimentos de Valladolid y un vino de primera calidad.

P.- ¿No se imagina una velada con el vicepresidente Igea y la mejor médico del mundo, Verónica Casado?

R.- ¡ Buah! qué peligro nos han he-cho y nos están haciendo. No sé si justificado o no, pero nos están haciendo mucho daño las medidas de la Junta.

P.- ¿Qué ha hecho la hostelería para merecer esto?

R.- No lo sé. Creo que hay un ensañamiento con este sector, al que era muy fácil de culpar. Los contagios son tan comunes en un avión, como en un cine o en un restaurante. Parece que solo se nos puede hacer daño a nosotros. Una pena.

P.- ¿Se confirma que no fueron ustedes los que crearon el virus?

R.- Desde luego que no. Yo solo les pido que nos digan qué medidas tomar, y lo haremos, no a cerrarnos, que es la postura más cómoda. No me prohíbas, dime qué tengo que hacer. Nosotros no podemos tener un cristal. Es más, he intentado instalar unas pantallas transparentes entre mesa y mesa y en Sanidad me lo han negado.

P.- ¿Qué ha sacado de bueno usted en todo este tiempo?

R.- El aislamiento estrecha lazos. Yo me siento más unido a mi familia y a mis empleados. Nosotros hemos ayudado económicamente. ¡Cómo no lo vas a hacer si es el mejor material que tenemos! ¡Con los años que nos ha costado hacer un grupo tan bueno! Es una animalada tener que despedir porque no hay trabajo.

P.- Si la situación de España fuera un pincho, ¿cómo lo llamaría?

R.- Si hablamos de situación política sería ‘Pínchame Juan, pínchame Pedro’.

P. - ¿Por qué cambiaría todos sus premios?

R. - Porque se acabara la lacra del Covid, porque creo que sabiéndolo hacer volvería a levantarme y volverían los premios. Con trabajo se pue-de salir, es la forma de levantarnos.

P.- ¿Qué es lo más raro que le ha pasado con un cliente y un pincho?

R.- La visita de un responsable de la casa Bimbo, dueños del Tigretón. Preguntaron por mí y me acojoné. Me veía ya con la demanda encima de la mesa. Pues bien, era para felicitarnos por la publicidad indirecta que les habíamos hecho y nos regalaron un montón de productos de la gama.

P.- A Obama le dedicó uno, ¿se lo haría ahora a Trump?

R.- Ya lo hicimos y no le hizo gracia. Creamos el ‘Trumpantojo, viva México’. Y ya te digo que no le hizo mucha gracia.

 

Yo no daría nada por una Estrella Michelín. Creo que hay grandes profesionales que se las merecen y yo me considero bastante más humilde. Yo soy de tascas.

 

P.- ¿Qué daría por una Estrella Michelin?

R.- Yo nada. Creo que hay grandes profesionales que se las merecen y yo me considero bastante más humilde. Yo soy de tascas.

P. - ¿De niño era usted buen zagal?

R.- Sí, lo era. Fui un buen niño.

P.- ¿Qué ingrediente no puede faltar en su vida?

R.- La familia.

P.- Calle Pasión, ¿cuál es su pasión oculta?

R. - El mar.

P. - ¿Le gustan los programas de televisión de cocineros?

R.- Al principio me gustaban mucho, ahora ya se han convertido en salsa rosa.

P. - ¿Contra quién afila usted sus cuchillos?

 R.- Contra los intransigentes. España se está llenando de radicalismo.

 P. - ¿A qué famoso le invitaría a comer su ‘Pincho de Oro’?

R.- A Bertín Osborne que dijo el otro día en el programa con Concha Velasco cuando visitó Valladolid que había ido muchas veces a La Mejillonera, el bar que comenzó mi padre y que heredamos los hijos hace dos años.

P. - ¿El peor defecto de un cocine-ro?

 R.- Creerse un ‘estrella Michelín’.

P.- ¿Qué menú tiene para los políticos?

R. -Qué miren por España. Que nos da lo mismo la ideología, pero hay que mirar por este país. Somos un país relativamente nuevo en política y nos falta el saber gobernar en coalición. Muchos otros lo hacen perfectamente y nosotros todavía no sabemos. Estamos lleno de crispación. Todo lo contrario que hacemos en ‘Los Zagales’ donde trabajamos en coalición y no miramos la ideología del cliente.

P.- ¿Que diría la zona de dentro? R.- ¡Uff! tiene historia. Ahí se hizo el fichaje de Vicente Cantatore y hemos tenido alguna reunión política importante. En la época de Zapa-tero, el PSOE nos reservó todo el restaurante.

P.- Como dice a sus clientes, «sople el pincho y pida un deseo».

R. - A día de hoy está claro, que se acaba el Covid. Y nos va a costar, yo lo veo para largo plazo. Hay que buscar alternativas al cierre de la hostelería.

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