Familiares y asociaciones se concentran para denunciar la precariedad en las residencias de mayores
Los afectados por la gestión de estos centros exigen que se aumente el personal y que la Junta "vele por el bienestar de los ancianos"
«La soledad mata más que el virus» o «Con visitas restringidas no hay calidad de vida» son algunas de las frases que se podían leer en los carteles de la concentración organizada por la plataforma de Personas afectadas por la gestión de las residencias de mayores de Castilla y León . Con el lema «Por justicia, responsabilidades. Por dignidad, derechos humanos» más de medio centenar de personas se reunieron en la Plaza Mayor de Valladolid para denunciar la situación de precariedad social y laboral en las residencias de ancianos de la Comunidad que en su mayoría están gestionadas por empresas privadas que «priman lo económico» al bienestar de las personas mayores por el que «tiene que velar» la Administración Autonómica. La portavoz de la plataforma, Ana Redondo, explicó estas reivindicaciones e insistió en que no olvidan a los fallecidos «en soledad» en las residencias durante la pandemia causada por el covid-19 a los que, en muchos casos, se les «denegó la asistencia sanitaria o el traslado a los hospitales».
Con esta concentración, que también se extiende hasta la Plaza Mayor de León esta tarde a las 19.00 horas, la plataforma de Personas afectadas por la gestión de las residencias de mayores de Castilla y León pretende que en estos centros «no ocurra lo mismo que en los meses pasados» y exigen que se busquen otras soluciones que no sea «restringir las visitas y encerrar a los ancianos» porque esa medida conlleva «daños psicológicos y afectivos para los mayores». Redondo aseveró que en el medio y largo plazo es urgente que se ponga en marcha una Ley estatal que regule las residencias y las dote de los medios, recursos y personal necesarios.
«Los empleados trabajan turnos interminables con una cantidad enorme de personas a su cargo que necesitan cuidados continuos», señaló la portavoz.
Además de exigir un aumento de personal reclamó que debe de haber más inspecciones en las residencias porque son las familias las que ejercen la supervisión y ahora tienen el acceso restringido.
«Los más indefensos que son los que tienen que estar en las residencias por necesidad son los que pagan la carencia de personal y los familiares no podemos hacer nada al respecto», lamentó Adelina Pérez, una de las personas que se concentró en Valladolid. Otras de ellas fue una mujer que no quiso dar su nombre «por miedo a posibles represalias» y que, visiblemente afectada por el motivo de la concentración, narró su experiencia personal en la que en la residencia en la que se encuentra su madre, los ancianos «no han sido desconfinados». «Tenemos las visitas tan restringidas que la angustia y la preocupación es horrible. Además, no tenemos mecanismos ni vías para poder protestar o participar en las decisiones de la residencia y no nos queda otra que acatar el régimen de visitas, como si fuera una cárcel », clamó.
Gente de toda la región y de diferentes ideologías se unió en abril para denunciar esta situación y crearon la plataforma de Personas afectadas por la gestión de las residencias de mayores que dentro de unas semanas se registrará como asociación para «poder emprender acciones legales».