PEATONALIZACIÓN
El centro, expectante ante la peatonalización
Los comerciantes y hosteleros de la zona de Claudio Moyano tiene posiciones opuestas frente al proyecto del Ayuntamiento, del que prevén que afectará negativamente a las tiendas pero traerá más volúmen de negocio a bares y restaurantes
La peatonalización de las calles Claudio Moyano, Menéndez Pelayo y Constitución está fechada para después de Semana Santa. Una intervención que el Ayuntamiento y las asociaciones de comerciantes anunciaron esta semana y que para el concejal de Movilidad y Espacio Urbano, Luis Vélez, «será buena para el comercio y para la ciudadanía en general». Sin embargo, los establecimientos de la zona no están tan seguros de que esta nueva medida les vaya a reportar tantas cosas buenas .
Las opiniones son diferentes según el tipo de negocio . Las tiendas, sobre todo de ropa, consideran que la eliminación del tráfico de automóviles les afectará de manera negativa, ya que muchos saben que parte de sus clientes acude después de haber visto los productos en el escaparate. La hostelería, por su parte, ve con buenos ojos la peatonalización, ya que les permitirá colocar o aumentar las terrazas y de esta forma atraer más clientes.
Elena, de la tienda de moda Colon Queens, en Menéndez Pelayo, es una de las primeras en afirmar que espera una reducción en el volúmen de clientes. «Si la gente no puede venir en coche irán arriba al centro comercial» , asegura. Añade además que, a pesar de que la supresión del tráfico pueda invitar a los ciudadanos a pasear, «pasear no deja dinero».
Algo similar opina Nuria, de Trastevere, en un local muy próximo a la zona afectada, quien también valora el proyecto del Ayuntamiento como «negativo». «Hay que buscar que la ciudad sea bonita y que pueda acceder la gente» , opina. Como medida para contrarrestar la llegada de las nuevas calles peatonales sugiere que los aparcamientos sean más económicos.
«O abaratan los parkings o la gente no viene», asevera. También comenta que en su caso son los clientes los que acuden específicamente a su tienda, puesto que «no son clientes de paso». «La solución es traer de nuevo los funcionarios y la vida al centro», quienes asegura que suponían gran parte de sus clientes.
Por su parte Rafael, el encargado de 50 Yardas, confirma que la nueva iniciativa traerá unas consecuencias negativas que ya comenzaron con la implantación de la zona de aparcamiento para residentes . «Antes había mucho movimiento de coches, pero esta calle ha perdido muchísimo solo por la zona verde» .
La peatonalización no afectará solo a las tiendas de moda, como asegura Miguel, de la papelería Ambrosio Rodríguez, ya en Claudio Moyano, quien afirma que «cuando hagan la calle peatonal va a ser imposible acceder» , lo que obligará a los clientes a «ir fuera de la ciudad».
Mar y Chus, las dependientas de Marcos Restegui, y Fernando Potente, de la joyería y relojería con el mismo nombre, advierten que la peatonalización les resta «visibilidad», lo cual afectará al negocio . Las dos compañeras ven la conversión a zona peatonal como «una forma de quitarnos visibilidad». Una clienta presente en la tienda aprovecha la ocasión para rebatirlas, comparando el proyecto de Claudio Moyano con el de la calle Regalado, que para ella «ahora parece una joya». Asevera también que, ante la ausencia de coches, «quedan las calles muy bonitas».
Carolina, que atiende tras el mostrador de La Casa del Libro, es la única de todos los preguntados que se muestra optimista ante el inminente cambio. «Esperamos que sea muy positivo» , comenta, y no espera ver reducida su clientela.
«Aquí la gente vendrá la misma porque puedes venir caminando», y anticipa que el cambio urbanístico «desviará tráfico de gente de la calle Santiago».
En la linea opuesta a lo que comentan desde el resto de los establecimiento, los hosteleros valoran la nueva medida como muy positiva , principalmente porque permitirá que haya más espacio en el que instalar las terrazas.
Calle sin sentido
Roberto, del restaurante El Bar, afirma que Menéndez Pelayo «es una calle que ahora mismo no tiene sentido» y no ve demasiado problema para acercarse hasta allí. Ante la imposibilidad de hacerlo en coche, recuerda que «la gente tendrá que coger el transporte público».
Iñaki, el propietario de otro bar, el Campero, imagina que el cambio de la peatonalización «será positivo». «Tenemos más espacio», reitera, y ve el cambio como positivo porque considera que «la gente que pasa en coche no entra a tomar nada» , a la vez que prevé que «La gente que quiere seguir viniendo, vendrá».
Por su parte, Avadeco también reclama al consistorio un plan de mejora de la movilidad en el centro que dé soluciones a los problemas que encuentran las personas en sus desplazamientos. Esta advertencia pretende que las calles peatonales sirvan como vías de tránsito para las personas , así como que se habiliten zonas adecuadas para carga y descarga, entre otras propuestas.