Diario de Valladolid

Un libro de aventuras solidarias

El ciclista Sergio Monge repasa su último reto en el libro ‘De Valladolid a Amsterdam en bici, cuya recaudación irá destinada de manera íntegra a la investigación de la enfermedad de Dent

Sergio Monge posa con su libro, delante de su inseparable bicicleta.-EL MUNDO

Sergio Monge posa con su libro, delante de su inseparable bicicleta.-EL MUNDO

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Guillermo Sanz

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Un libro comienza a latir con la primera palabra. Sin embargo, en ocasiones la hoja el blanco no se decora con caligrafía, sino con el bosquejo de una ruta hacia un mundo mejor. Esa meta se levantó en el horizonte del ciclista vallisoletano Sergio Monge, que repasa entre párrafos y fotografías su último reto solidario en ‘De Valladolid a Ámsterdam en bici’, un libro cuya recaudación irá destinada íntegramente a la investigación de la enfermedad de Dent.

Agosto comenzó el pasado año para Sergio Monge en la plaza Mayor de Valladolid, punto de partida de la última aventura solidaria de un ciclista especializado en pedalear por las buenas causas -una Titán Desert, una Mongolian Race, el reto de las 24 horas por Nacho, los 1000 kilómetros para We Can Be Heroes o el récord de siete días pedaleando por Asdent avalan estas palabras-.

Por delante, 15 días, cuatro países, 1.756 kilómetros y muchas aventuras que relata en un libro en el que la fotografía permite revivir un viaje único y lleno de significado. «El motivo de sacar el libro no es otro que recaudar fondos. Ahora podemos estirar más el reto, porque el objetivo no es completar el reto en sí, es llamar la atención para ayudar a Nacho. Poco a poco, vamos descubriendo otras formas de ayudar», explica.

Desde que Sergio Monge conoció en plena Titan Desert -prueba ciclista que se desarrolla en el desierto marroquí- la historia de Eva, una madre coraje que luchaba por su hijo Nacho -afectado por la enfermedad de Dent-, el vallisoletano decidió que nunca más pedalearía sola. Con sus iniciativas, el ciclista ha logrado recaudar ya más de 50.000 euros para investigación, una cantidad que espera engordar con la publicación de ‘De Ámsterdam a Valladolid en bici’.

El precio del libro, 15 euros, irá destinado íntegramente a Asdent gracias a que los costes de su producción corren a cargo de dDc -Daza Diseño y Comunicación- y Dando Pedales. «Esto permite saber que vendamos uno o cien libros ya hemos ganado», asegura.

La primera edición ha salido a la venta -en los locales de dDc, Marpormedio y Matovelo- con una tirada de cien ejemplares. El ritmo de ventas hace pensar que no tardará mucho en que la imprenta vuelva a ponerse en funcionamiento para dar a luz una nueva tanda de otros cien ejemplares.

El efecto de este reto va más allá de Ámsterdam o de la contraportada de ‘De Valladolid a Ámsterdam en bicicleta’. Igual que Labordeta metió un país en la mochila, Monge metió medio continente en un petate para dar a conocer una enfermedad rara que afecta a 17 personas en España; un viaje que hizo con su inseparable Nacho -un muñeco que representa al niño que encendió su motor solidario en 2014-. «Durante el viaje la gente me preguntaba por el muñeco y eso te da pie a poder contar la historia. Es muy difícil cuantificar lo que puedes ayudar», estima.

Una de las últimas páginas de este libro gráfico termina con un ‘No estemos melancólicos.. el 2019 acaba, pero empieza el 2020’. Como no podía ser de otra manera, Maggie -nombre de su bicicleta- no ha terminado de cumplir su misión solidaria. El próximo verano volverá a las carreteras para firmar una nueva aventura. En esta ocasión será cubrir los 2.000 kilómetros que separan Valladolid y Roma. «Son mis ‘vacaciones’ y no las cambiaría por nada del mundo. Es mi razón de ser. Todo el año organizo el reto y forma parte de mí. A mi novia Blanca la conocí de voluntaria en la Cúpula del Milenio durante el reto y nunca me va a plantear que lo deje», asegura.

Con el respaldo de familia y amigos, Sergio Monge volverá a ensillar su bicicleta una vez más en la cruzada contra el Dent, una enfermedad para la que casi no hay inversión pública por el escaso número de casos en el país. «Cualquiera que me llame para una causa voy a ir, pero estos retos son por Nacho, por la manera en la que conocí a su madre y cómo me cambio la vida. Nacho no es ni más ni menos especial que otros niños que están enfermos, pero estoy implicado con ellos», admite.

Sergio Monge quiere que su implicación con las buenas causas polinice a otras personas; otro reto conseguido para el vallisoletano. «Ahora hay mucha gente que me llama para organizar retos solidarios», asegura. Entre ellos, Bea López, que está preparando el Medio Ironman de Eslovaquia también por Nacho. Cada paso y cada pedalada acercan un poco más hacia la meta, que no es otra que encontrar la cura del Dent.

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