Valladolid ‘cocina’ las futuras estrellas
Víctor Gutiérrez, Juan José Losada, Víctor Martín, Pedro y Óscar, Yolanda León, Juanjo Pérez o Miguel Ángel de la Cruz tienen algo en común:son cocineros de Castilla y León y todos ellos cuentan con Estrella Michelín. Cocineros consagrados pero con ganas de seguir adelante y que están llevando a la Comunidad a la vanguardia de la gastronomía. Una cantera que no parece agotarse si nos atenemos a las nominaciones para el Premio Promesas de la Alta Cocina, que la prestigioso escuela de cocina Le Cordon Bleu Madrid organiza desde hace siete años. La ilusión y el talento siguen siendo los mejores ingredientes para alcanzar el éxito y Castilla y León será una de las más representadas en esta cita.
Así, han sido cinco estudiantes castellanos y leoneses (Juan Pedro Millaruelo, Nerea Álvarez, Jénnifer Guevara, Javier Setién del IES Diego de Praves, ambos centros situados en Valladolid, y Javier Fuentes del Río del CIPF Rodríguez Fabrés en Salamanca, los preseleccionados para un beca que está tasada para el ganador en 23.000 euros. El segundo clasificado también tendrá la oportunidad de estudiar un certificado valorado en más de 8.500 euros. Tras pasar la primera fase, ahora se encuentran en una segunda, que finaliza el 31 de enero, que dará billete directo para la final. Para ello, tienen que enviar un vídeo con una elaboración con una base común para todos los participantes. Todos los participantes trabajan desde hace varias semanas en ofrecer su mejor versión.
Todos han apuntado en su calendario el 27 de febrero. Ese día, tras la deliberación del jurado, se anunciará los 10 alumnos que competirán en la sede de la escuela en Madrid por convertirse en la Promesa de la alta cocina en abril 2020. En la gran final deberán presentar su plato frente al jurado que en ediciones anteriores ha sido presidido por chefs de referencia como Martín Berasategui, Quique Dacosta, Joan Roca o Andoni Luis Aduriz, presidente de la última edición.
Un premio que ya luce en las vitrinas vallisoletanas ya que Marina de la Fuente, del Instituto Diego de Praves, logró ser la mejor en la tercera edición celebrada el año 2015, y que el pasado año tuvo de finalista al también pucelano Fernando Benito y que finalmente acabó imponiéndose la malagueña María Ángeles García Roldán.
eNerea Álvarez . Desde que era una niña, esta vallisoletana de 23 años, sabía que su futuro profesional estaría ligado a la cocina. «Dije que quería ser chef y es por lo que lucho», comenta. Es consciente de que está ante «una gran oportunidad para crecer profesionalmente y como persona». Para la alumna de la Escuela de Alcazarén estar entre los 50 mejores ya «está bien», pero «quiere más». Para ello intentará convencer al jurado con un plato donde ha puesto todo su empeño y un toque personal, «cítrico» en la pasta. Además, al tener raíces murcianas, asegura que en sus platos nunca falta «alguna especie», en concreto, el comino. De lograr ganar la beca tiene claro que sería «un sueño total». Su referente en la cocina es José Andrés.
eJuan Pedro Millaruelo . Viendo desde pequeño, junto a su madre, los vídeos de Karlos Arguiñao es cómo a este vallisoletano, también de 23 años y del Alcazarén, le picó el gusanillo de la cocina. «Quería dedicarme a una profesión con la que pudiera hacer a la gente disfrutar, y que mejor que mediante la cocina, comenta. Comenzó con un curso de camarero, pero rápidamente se pasó a los fogones. Cuando vio que la prueba del jurado sería con pescado se llevó las manos a la cabeza, él es «fan» de la carne, pero tiene claro que si le pones «creatividad y tu toque personal» todo puede salir adelante. Asegura que para llegar al estómago del jurado ha apostado por un plato «tradicional» con espinacas, arándanos y frutos secos. «Ganar sería una locura y serviría para abrir muchas puertas, tanto en España como en el extranjero». De Arguiñano ha aprendido que la cocina puede «ser popular» pero que hay que saberla trasmitir. Aunque él no necesita ponerle perejil a sus platos, «le pongo otras cosas más importantes», bromea.
Javier setién. Un cartel en el IES Diego de Praves fue la forma en la que este vallisoletano de 19 años se enteró de este premio. Desde el principio tuvo claro que él tenía que estar presente en esta cita. Se lo tomó como un reto personal «para su motivación». Ydicho y hecho. Aunque en su caso, tampoco le gustó lo de tener que hacer una receta a base de pescado. «Al principio me desmotivó, pero según lo iba haciendo me iba creciendo más, y me ha acabado gustando», comenta. Setién se ve como ganador «alguien tiene que serlo», y lo argumenta en su trabajo. «Desde la primera idea hasta que salió el definitivo ha habido mucha elaboración, muchas horas y muchos cambios de plato», recuerda. Su ídolo es el popular Dabiz Muñoz, de Diverxo con el que se siente identificado por lo de ser «atrevido y la fusión». Se considera un chef al que le gusta «jugar con técnicas» y en sus platos nunca falta un alimento que potencie el sabor, «ya sea un crítico o la propia sal».
Jénnifer Guevara . A sus 21 años esta palentina, pero estudiante también del Alcazarén, ve en este premio su gran oportunidad para hacer ver refrendado «el trabajo» de todos estos años. Aunque el salmón no es su pescado «favorito», reconoce que se ha sentido cómoda elaborando recetas y que lo ha abordado «bastante bien». Lo de da miedo enfrentarse al jurado de los Premio Promesas de la alta cocina, pero sí «intriga», ya que «nunca sabes por dónde pueden salir». Ganar «sería un sueño casi imposible», asegura. En todos sus platos intenta que no falte el color. «Es mi toque personal, me gusta que sean coloridos porque la comida siempre entra por los ojos». Además le pone «mucha alegría» y nunca falta la pimienta negra y algún cítrico por que «le da algo diferente». Su espejo donde mirarse es el de Jordi Roca, «me parece una persona interesante y fuerte y con el que me puedo identificar».
Javier fuentes. Desde Vitigudino llega este cocinero salmantino con muchas ganas de comerse el mundo. Es consciente de que este certamen permite a sus ganadores cumplir un sueño y seguir formándose en una de las escuelas culinarias de más prestigio a nivel mundial gracias a las becas que otorga el Premio Promesas. Por eso pondrá toda la carne en el asador. Fuentes, alumno del IES Vaguada de la Palma, ya tiene experiencia en esto de los concursos ya que recientemente participó en ‘GMChef Alimenta tu talento 2018’ donde llegó a la ronda final después de presentarse más de 1.000 aspirantes.
Los cinco chefs de futuro, a pesar de su juventud ya han logrado dar un paso en su preparación, pero ahora el sueño que tienen entre manos se centra en ganarlo y para ello la receta tiene que tener innovación sin olvidar el objetivo principal que no es otro que el de conquistar al jurado por el paladar.