Cs pierde más del 60% de apoyos en todas las provincias y roza el 70% en Soria y Ávila

El terremoto electoral sufrido por Ciudadanos en las elecciones nacionales del domingo ha sacudido también todos los rincones de Castilla y León hasta desvanecerse su presencia en la Comunidad, pese a que la formación naranja gobierna en coalición con el Partido Popular y ostenta la vicepresidencia de la Junta. De aportar ocho diputados al Congreso, a no contar, a partir de ahora, con ningún representante en la Cámara Baja.

Ya vaticinó su líder en la región, Francisco Igea, que los votantes castellanos y leoneses podían estar «cabreados» por la alianza con Alfonso Fernández Mañueco, si bien al poco tiempo se retractó y aseguró que su partido había hecho lo correcto al pactar con el PP.

Haya influido o no el pacto, lo cierto es que las urnas parecen haber constatado el descontento de la población y en las nueve provincias han perdido más del 60% de apoyos respecto a los comicios del 28 de abril, con Soria y Ávila como principales epicentros de la debacle, al rozar un 70% de sufragios perdidos.

En términos absolutos, la formación del hasta ayer líder, Albert Rivera, perdió más de la mitad de las papeletas en el conjunto de la Comunidad, al lograr sólo 104.407 votos el 10-N frente a los 287.468 cosechados el 28-A, lo que supone una merma de 183.329 apoyos o, lo que es lo mismo, del 63,8%. Por encima de esta media destacan Soria (con un 69% menos de votos), Ávila (-68,16%), León (-67,6%), Palencia (-65%) y Zamora (-63,9%).

A la cola se encuentra Valladolid, la provincia donde Ciudadanos ha resistido mejor las consecuencias de la repetición electoral, aunque sin dejar de poner de manifiesto el hundimiento de la formación, pues la rebaja se traduce en 41.032 votantes menos y una disminución relativa del 60,5% de su electorado.

La sangría de sufragios se ha notado tanto en los entornos urbanos, considerando como tales las capitales de provincia y los municipios con más de 20.000 habitantes, como en el medio rural, según se desprende de las comparaciones realizadas entre los resultados de este domingo y los de hace poco más de seis meses.

Si en la convocatoria de abril el 19,8% de los votantes de las capitales y de Aranda de Duero, Miranda de Ebro, Ponferrada, San Andrés del Rabanedo, Laguna de Duero y Medina del Campo introdujeron, de media, la papeleta naranja en la urna del Congreso, en esta ocasión el respaldo se ha reducido al 8%.

El hundimiento en el mundo rural se constata en similares términos. Mientras el 28-A el 17,4% de la población residente en pequeños municipios optó por Ciudadanos como partido para representar sus intereses en la Cámara Baja, el 10-N se desplomó hasta el 7%. En uno y otro caso, diez puntos de diferencia.

Dentro de los considerados como entornos urbanos, la capital abulense y la localidad leonesa de San Andrés del Rabanedo son las que más acusaron la hecatombe, con una pérdida de la confianza del 70,9% y del 70% de sus simpatizantes, respectivamente, mientras en Miranda de Ebro (Burgos) y Salamanca capital notaron menos el descalabro, con una merma del 60% y del 60,1%.

En cuanto al conjunto nacional, en cuyo cómputo global Ciudadanos ha virado de 57 diputados a una decena, Castilla y León ha pasado a engrosar el grupo de comunidades en las que la formación naranja no ha conseguido representación. Como ha sucedido aquí, en Murcia el pacto de gobierno parece que les ha pasado factura porque también se han ‘quedado a cero’. Y es que sólo Madrid, Andalucía y Valencia siguen a flote, si bien el retroceso resulta más que significativo.

Eso sí, Castilla y León es la cuarta autonomía donde más respaldos ha sumado el partido de Albert Rivera –hasta hace algunas horas– en la última cita con las urnas en números absolutos, aunque la cifra no se traduzca en representación en el plenario nacional. Y es que esos 104.139 votantes sólo los supera la Comunidad Valenciana (195.374), Madrid (319.310) y Andalucía (344.274).

Analizando, sin embargo, el ranking de comunidades en términos porcentuales, Castilla y León cae hasta la sexta posición, por detrás de Madrid, Aragón, Andalucía, Valencia y Extremadura. Además, si el 28-A aportaba el 6,9% respecto al total de los más de cuatro millones logrados, esta vez el peso de la Comunidad en el escrutinio se queda en el 6,35%.