El Banco de Alimentos moviliza a 1.600 voluntarios para lograr otro récord
La campaña de recogida de este año se marca el objetivo de igualar las 200 toneladas de 2018 en 61 establecimientos
El Banco de Alimentos de Valladolid celebrará la gran recogida de donaciones los días 22 y 23 de noviembre. La entidad espera igualar las 200 toneladas recogidas el año pasado gracias a la participación de más de 1.600 voluntarios que se repartirán por los 61 puntos de entrega ubicados por toda la ciudad.
Jesús Mediavilla, presidente del Banco de Alimentos de Valladolid, espera que en esta campaña se puedan reunir importantes cantidades de los alimentos que más escasean en sus instalaciones, como son las alubias, las lentejas, la leche entera, los cereales para el desayuno, las conservas de carne y los caldos de pollo y verdura. Estos alimentos son, según la nutricionista Margarita Alonso, parte fundamental de los 26 alimentos básicos necesarios para cualquier persona.
En la recogida de alimentos no solo participa el Banco, sino que empresas y entidades de todo tipo ponen sus recursos a disposición de esta campaña solidaria, ya sean bancos, asociaciones o cadenas de supermercados e hipermercados que donan alimentos además de los depositados en sus tiendas. El objetivo, al final, es solo uno: adquirir los recursos suficientes para atender las necesidades de las personas que acuden a los puntos de entrega de alimentos.
La gran recogida de alimentos es la vía principal a través de la cual esta organización consigue llenar sus reservas de productos y que durante todo el año se irán entregando a las familias con menos recursos y que así lo soliciten.
Mediavilla explica que, en Valladolid, el Banco de Alimentos asiste a 15.200 personas, las cuales suponen únicamente el 20% de las necesitadas de la provincia. El presidente del Banco achaca estas cifras a que «a mucha gente le da vergüenza ir a pedir comida, sobre todo si han perdido el trabajo hace poco o por el hecho de verse en una situación así».
Igualmente, el presidente también admite que sería muy difícil atender las demandas de todas las personas sin posibilidades de adquirir alimentos por su cuenta, sobre todo si no existe apoyo por parte del gobierno regional. «Una opción sería que las administraciones como la Consejería de Familia también entregaran alimentos, sobre todo frescos, a través de vales o ayudas económicas», insiste.
El funcionamiento de la campaña de recogida puede parecer sencillo a ojos del público, pero el trabajo que el Banco de Alimentos realiza para lograr que todos los productos lleguen a las familias es muy complejo. En primer lugar es necesario que todas las donaciones se trasladen desde el punto de recogida hasta los almacenes de la organización. La mayoría de supermercados se encargan de llevar ellos mismo la carga, y en los casos que no, Mediavilla asegura que «es cuestión de ponerse de acuerdo». El presidente cuenta, además, que hay que escalonar la llegada de los envíos «para que los voluntarios puedan clasificarlo todo».
El segundo paso es la clasificación de los productos, y que se lleva a cabo mediante los criterios del tipo de alimento y su fecha de consumo preferente, con el objetivo de que ningún alimento se desperdicie. Para ayudar a los voluntarios en esta parte del proceso, el Banco de Alimentos de Valladolid es pionero en contar con un sistema informático que reúne todos los datos y los emplea para indicar que producto se debe entregar en cada momento.
Por último, los alimentos se trasladan desde el almacén hasta los puntos de entrega, donde se ponen a disposición de las familias mediante una serie de criterios, como el número de personas que la forman o si en ella hay niños, con la idea de ofrecer siempre una selección de alimentos óptima desde el punto de vista nutricional.
Jesús Mediavilla siempre confía en los buenos resultados que se pueden conseguir en Valladolid. No en vano, él mismo define la ciudad como «una de las cinco capitales de España más solidarias», algo que también se puede ver en otros eventos de este tipo, como la marcha contra el cáncer que en 2019 congregó a casi 60.000 ciudadanos.
DONACIONES SIN IVA
Con respecto a la campaña de recogida del Banco de Alimentos de Valladolid, la Asociación Nacional de Alimentos Solidarios (ANDAS) mantiene negociaciones con el gobierno central para conseguir que el IVA de los alimentos donados no se quede en las arcas del Estado, si no que se reinvierta en más productos para, de esta forma, aumentar de manera considerable las cantidades entregadas.
Santiago López, presidente de ANDAS, explica que este proceso es fácil de realizar, pues «hay que tener en cuenta la cantidad de kilos que se donan, el tipo medio del IVA, que será del 7,5%, y el precio medio de los alimentos, que se sitúa en 1,5 euros por kilo. Se realiza una cuenta sencilla y se puede estimar que cantidad a mayores se podría recolectar».
De hecho, López aporta datos a nivel nacional, y que hablan de que en 2018 se podrían haber conseguido más de un millón y medio de kilos de alimentos a mayores de los 21 millones recogidos. En el ámbito local, estos datos dicen que en Valladolid, los 205.000 kilos recogidos el año pasado podrían haberse convertido en más de 220.000, mientras que en Castilla y León se podría haber alcanzado un total muy cercano al millón de kilos de comida entregados por los ciudadanos.
ANDAS ha celebrado cinco reuniones en el Congreso, la última el pasado 15 de octubre, y según López, la propuesta podría llevarse a cabo. No obstante, apremia a la administración y dice que «es necesario que los políticos den un paso al frente para que la iniciativa se aplique lo antes posible». Además añade que «las grandes superficies estarían encantadas de seguir colaborando con este nuevo sistema».