Arroyo negocia con Valladolid una solución a la ampliación de la A-62

El Ministerio de Fomento publicó el pasado mes de junio el proyecto de mejora de la A-62, más conocida como Autovía de Castilla, con la meta de hacer frente a una intensidad media de tráfico, de alrededor de 44.000 vehículos al día, y para mejorar su funcionalidad. Parecía una buena noticia, si bien en Arroyo de la Encomienda al leer la letra pequeña se dieron cuenta de que no lo era tanto.

El alcalde del municipio, Sarbelio Fernández, decidió presentar alegaciones por los «graves perjuicios» que sufren, sobre todo en dos puntos, y, además, buscar un plan B con el Ayuntamiento de Valladolid si el departamento de José Luis Ábalos decide no admitir sus propuestas. Por un lado, denuncia que el nuevo trazado cierra las salidas desde el municipio dirección norte, hacia Palencia y Burgos. Por otro, expone que las dos rotondas que se pretenden crear en la zona sur, a la entrada de la localidad desde Simancas, incrementarían «mucho» el tráfico rodado, incluido el pesado, en Arroyo pueblo.

Por estas razones, propone a Fomento una serie de alternativas. En primer lugar, tal y como comentó, la creación de una variante para que el tercer carril vaya por fuera de la Autovía de Castilla desde el punto «que consideren». Eso sí, es consciente de que el proyecto está cerrado y es la solución «más complicada» de ejecutar. Cabe recordar que la iniciativa busca la ampliación de la capacidad de la A-62 con un carril entre Cigales y Simancas, municipio en el que se soterrará la autovía.

En esta línea, la actuación, que cuenta con un presupuesto estimado de 163 millones de euros, consiste en la implantación de un tercer carril en cada calzada a lo largo de 21,3 kilómetros y la remodelación de los doce enlaces existentes en el tramo. Atraviesa los términos municipales de Fuensaldaña, Valladolid, Zaratán, Arroyo de la Encomienda, Simancas y Geria.

Fernández se reunió ayer con el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Valladolid, Manuel Saravia, para informar sobre el «gravoso» proyecto de la A-62 y buscar alternativas con la capital. Según subrayó, el encuentro fue «muy cordial y fructífero», ya que el edil vallisoletano planteó la posibilidad de liberar tráfico tras la eliminación de la salida a Zaratán por el sector de Las Raposas, junto a La Flecha. Además de comunicar mejor las dos localidades.

En este sentido, Saravia explicó que esta zona de suelo urbanizable mixto depende de la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes), un organismo adscrito al Ministerio de Fomento. La idea, según apuntó Fernández, es que el Consistorio vallisoletano medie para poder llevar a cabo algún proyecto en esta zona que ayude a «liberar» tráfico de la Avenida de Salamanca, que ya acumula «muchos coches».

El alcalde de Arroyo está confiado en sacar adelante esta propuesta, apelando a la «sensibilidad» por la contaminación que afecta a zonas residenciales. «Estamos muy preocupados porque no hay salida a Zaratán y se acumula mucho tráfico en el municipio de Arroyo», indicó para, a renglón seguido, recalcar que la mejor solución sería la variante.

Manuel Saravia también puso sobre la mesa que el proyecto de la A-62 deja fuera a peatones y ciclistas. «Solo se preocupa por los vehículos», lamentó. Por ello, indicó que dentro del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Valladolid se recoge la propuesta de un paso peatonal, en Parquesol, para conectar la capital con los términos municipales de Arroyo, Zaratán y el centro comercial Río Shopping.

Volviendo al proyecto de la ‘nueva’ A-62, Sarbelio Fernández incidió en que cerrar la salida hacia Burgos y Palencia es un «grave prejuicio». En la actualidad esa gran rotonda sirve de conexión para los vecinos de La Flecha en ambas direcciones, norte y sur.

Arroyo de la Encomienda no es el único municipio que se encuentra arrinconado por el proyecto planteado por Fomento. Simancas, que tiene pensado dar un vuelco histórico a su trazado urbano aprovechando la ampliación de la Autovía de Castilla, presentó hace unas semanas una serie de alegaciones «con el objeto de potenciar los accesos al casco histórico, al polígono industrial proyectado en el PGOU, las paradas de autobuses, el acceso al Camino de Santiago y la instalación de pantallas acústicas para evitar ruido en las urbanizaciones de Panorama y Entrepinos, así como diversas soluciones para el tráfico agrícola», informó el Consistorio a través de una nota de prensa.

Aunque no ha sido una reclamación conjunta tal y como planteó en un primer momento Fernández a este periódico, cada uno buscará lo mejor para su localidad. Sea como fuere la ampliación del tercer carril está levantando muchas ampollas en las localidades afectadas. Ahora la pelota se encuentra en el tejado de Fomento, que deberá determinar si acepta las propuestas presentadas o si, por el contrario, sigue la hoja de ruta marcada por sus técnicos para los 21,3 kilómetros del tramo Cigales-Simancas.