Diario de Valladolid

«El programa elimina posibles incertidumbres a la hora de poner un piso deshabitado en renta»

Saravia considera que la iniciativa ayudará «al buen funcionamiento» del mercado de los arrendamientos

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Estibaliz Lera

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El concejal de Urbanismo, Manuel Saravia, se mostró ayer «contento» del impulso que el Ayuntamiento ha dado al programa ALVA, que se aprobó el año pasado para conseguir que viviendas vacías se incorporen al mercado del alquiler a un precio asequible para el inquilino y con garantías para el propietario, con la intermediación de la Sociedad Municipal de Suelo y Vivienda de Valladolid (VIVA).

La iniciativa que tiene un marcado carácter social ayudará, en su opinión, «al buen funcionamiento» del mercado de los arrendamientos, ya que tanto el dueño como el inquilino contarán con el respaldo municipal. «Con este programa se eliminan posibles incertidumbres a la hora de poner un piso deshabitado en alquiler». Por ejemplo, se evitan impagos o daños en la vivienda, ya que VIVA en cualquier momento puede acudir a los pisos amparados bajo el paraguas de ALVA para conocer el estado en el que se encuentran.

Manuel Saravia remarcó que los arrendatarios se beneficiarán de un alquiler social limitado a cinco euros por metro cuadrado, es decir, una cuantía que oscilará entre los 200 y los 450 euros mensuales. En el caso de contar con plaza de garaje o trastero, los alquileres de ellos se encuentran fuera del programa. De hecho, no se pueden acoger al mismo. Además, el concejal de Urbanismo comentó que VIVA se encargará de todo, con lo cual el inquilino puede estar «más tranquilo».

A los dueños se le garantizará el cobro puntual de la renta y la devolución de la vivienda a la finalización del contrato en buen estado. De igual manera, recalcó que existen beneficios, como el seguro multirriesgo del hogar a cuenta de VIVA; la compensación del 50% del IBI; el certificado de eficiencia energética, tramitado y costeado por la misma sociedad de vivienda municipal, y la financiación de hasta 4.200 euros para gastos en la adecuación del piso. A esto se suma, la realización de una serie de gestiones, como la «fundamental», la búsqueda del inquilino.

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