Génova amenaza con una comisión gestora para apartar a Carnero de la dirección del PP

Génova no acepta que el presidente del PP de Valladolid goce de un respaldo masivo del partido en la provincia. Tras la última tanda de elección de diputados –los seis del partido judicial de Valladolid–, los dirigentes desplazados desde Madrid para velar por el proceso –el único de estas características democráticas que se desarrolla en toda España–, amenazaron al dirigente vallisoletano con suspender a los órganos legítimamente elegidos por los militantes en primarias hace dos años.

El motivo es que no se impuso en la lista de diputados al alcalde de Simancas, Alberto Plaza, muy afín a Génova. Es más, los dirigentes desplazados exigieron que se le incluyese una vez celebrada la votación, que era pública, pese a que Plaza ni siquiera había concurrido. Algo a lo que tanto el presidente como los miembros de la dirección del PP de Valladolid se opusieron al entender que estarían violando la decisión democrática de todos los ediles del partido judicial de Valladolid que son los que han elegido a los seis diputados, todos afines y partidarios de que Carnero siga en Diputación.

Según diversas fuentes, el responsable de Política Local del PP Nacional, Antonio García Terol, comunicó a la dirección regional, en concreto al número dos, Francisco Vázquez, la decisión de que sea el PP a nivel regional el que inicie los mecanismos para apartar a Carnero y su equipo y forme una gestora presidida por otra persona.

Esta medida, de extrema gravedad, se sustenta «únicamente en la pérdida de confianza en Carnero». Aunque algunas fuentes aseguraron que debe ser el comité nacional el que debe aprobar tal medida y que no está consensuado con la formación que lidera Alfonso Fernández Mañueco en Valladolid, quien precisamente ha animado en reiteradas ocasiones a Carnero a que siga en Diputación.

Ahora se busca la excusa de la pérdida de confianza, una vez que Ciudadanos haya desmentido que veten la presencia de Carnero en la Diputación, entre otras cosas, porque su elección no depende de los votos del partido naranja.

Fuente regionales y provinciales del PP aseguraron a este periódico que si la amenaza sigue adelante, y se crea la gestora el PP, se puede encontrar con un estallido sin precedentes de bajas masivas de alcaldes y concejales que respaldan a Carnero, tal y como demostraron en la votación de ayer.

Los doce diputados electos que acompañan a Carnero en la Diputación sólo lo contemplan a él como presidente. El pulso está en todo lo alto, con la dirección regional intentando aplacar los ánimos y enfriar la situación. Entre otras cosas porque esta crisis no sólo no favorece, sino que perjudica notablemente la recta final de la negociación con Ciudadanos para alcanzar un pacto en el Gobierno de Castilla y León.

«No podemos abrir una crisis de este calibre en la principal organización provincial de Castilla y León, y una de las más importantes de España, justo cuando estamos negociando», señalaron fuentes del PP regional con enorme preocupación. Nadie quiere que la facción de Ciudadanos más reacia al pacto con el PP utilice esta crisis como nuevo argumento para resistirse al acuerdo.

Carnero no quiso hacer declaraciones, ni atendió las llamadas. Ni siquiera dio testimonio tras la votación celebrada en un hotel de Valladolid, de la que se fue nada más votar. Sus más cercanos aseguran que pese a la tensión creada está tranquilo «porque no existe ningún motivo objetivo para una gestora».

Nadie quiere aventurar lo que podría pasar, confiando en solventar esta crisis. Pero alcaldes y dirigentes populares consultados por este periódico aluden a «otro Ávila» en referencia a la marcha del ex presidente de la Diputación a un partido independiente que ha arrebatado el consistorio a los populares.

Lo que quedó ayer claro es que Carnero y su equipo gozan de un respaldo masivo en el PP de Valladolid. Lo demostró en las primarias de hace dos años, cuando arrasó a su contrincante, Borja García. Y lo demostró los últimos tres días, con la elección de diputados donde no encontró contestación, más allá de los deseos de última hora de Génova.

En la reunión de anteayer jueves, de tres horas, Terol y sus dos acompañantes, pidieron a los dirigentes del PP de Valladolid que incluyeran al regidor de Simancas, además de al actual delegado de la Junta, Pablo Trillo, entre los seis diputados. La respuesta fue que intentarían buscar apoyo para ellos, pero que era una elección abierta y los dos citados gozan de escaso respaldo y apoyo dentro del PP vallisoletano. Ayer ni siquiera se atrevieron a presentar su candidatura en vista de que desde la cúpula nadie garantizaba su elección y podían evidenciar un ridículo democrático.

En esa reunión del jueves por la tarde no se le pidió a Carnero que diera un paso atrás, tal y como algunos empeñados en acabar con Carnero interesadamente han intoxicado. Incluso lo intentaron con este medio, pero no lo consiguieron.

Sólo sugirieron las dificultades que podría tener por el veto de Ciudadanos. Sin embargo, en la mañana de ayer, tras confirmar Ciudadanos que no existía ningún veto para que Carnero fuera presidente, Terol, en conversación telefónica, le pidió al actual presidente que no se presentara a la elección de diputados. Carnero horas antes de la votación, y tras consultar con su equipo de diputados y dirigentes, siguió adelante.