Los críticos de Ciudadanos plantan cara a la lista impuesta por González
Presentan una candidatura alternativa a la Diputación con Oliver Del Arco y Fernando Fernández
Insurrección en la agrupación provincial de Ciudadanos. Los militantes del partido ‘naranja’ no se conforman con obedecer las órdenes de sus superiores y exigen democracia interna. Los concejales electos de la zona centro de Valladolid se sublevan contra la asignación ‘a dedo’ de los dos escaños que les corresponde en la Diputación provincial, y presentarán una lista alternativa ante la Junta electoral.
Dos puestos en esa Institución centenaria, contra cuya existencia tanto han pontificado los de Albert Rivera, son ahora codiciados por dos facciones divergentes. Los ‘oficialistas’ al mando del secretario de Organización, Miguel Ángel González –que ha designado a la concejala de Valladolid, Gema Gómez, y a la alcaldesa de Amusquillo, Nuria Duque, para cubrir esos escaños–, y los ‘díscolos’.
Esos ‘díscolos’ –que suman 32 de los 57 concejales ‘naranjas’ de la circunscripción, según pudo saber ayer este periódico–, presentarán una lista alternativa ante la Junta electoral entre hoy y el 21 de junio, día de la elección. Esa lista estará integrada por el concejal de Renedo, Oliver del Arco, y el concejal de Olivares de Duero, Fernando Fernández.
Desde un importante sector de la militancia y los concejales de la circunscripción, que comenzaron el ejercicio de su cargo el pasado sábado, arrecian las críticas a la dirección provincial. Más cuando, según las fuentes, durante la última asamblea el propio González aseveró que los concejales deberían votar lo que les ordenase el partido.
Los ‘díscolos’ han comenzado a recoger avales, y anunciaron ayer que impugnarán los avales recogidos por la dirección provincial, por haber sido reunidos «de forma irregular». Y es que, según avanzó este periódico, se llegaron a recabar avales en blanco antes del periodo legal. Una ‘cosecha’ que habría sido posible «por presiones y coacciones a los concejales».
Unas coacciones que, según denunció un documento interno dirigido a González, se habrían producido en contra del articulo 30 de los estatutos de la formación. Unos hechos «susceptibles de una infracción grave y/o muy grave realizados por la Secretaria de Organización Provincial de Valladolid, Gema Gómez, y la secretaria provincial de Acción Institucional, Nuria Duque», reza la misiva dirigida al secretario regional.
Según ese mismo documento, Gómez y Duque, sin haber obtenido el acta de concejales electos e «incumpliendo todos los trámites establecidos», fueron «exigiendo» y «coaccionando» en base a su cargo, para que estos futuros concejales (sin serlo aún), las avalaran para obtener un cargo de diputado en la Diputación Provincial.
Usando los datos de los concejales, «llamaron por teléfono y quedaron con éstos para exigir en nombre del partido su aval para ser diputados provinciales». Esta petición de aval «iba acompañada de coacciones de negación de fondos futuros de la Diputación para sus municipios». Incluso habrían llegado a poner «los avales en blanco y exigir su firma», detalla la denuncia interna.
Según la misma fuente, Gómez no habría convocado ninguna reunión de cargos electos provinciales, «para evitar que estos se reunieran y hablaran entre sí». Un plan, en resumen, del que estaría detrás el propio Miguel Ángel González.
El documento, firmado por más de medio centenar de militantes, tiene como destino la Comisión de Garantías, ante las dudas de que el propio Miguel Ángel González se la hiciera llegar, ya que consideran tanto a Gómez como a Duque «protegidas» del secretario autonómico de Organización.
Todo empezó el pasado 31 de mayo, cuando trascendió que Ciudadanos situaría como portavoz en la Diputación a la concejala electa al Ayuntamiento de Valladolid, por expreso deseo del secretario de organización autonómico, que era quien la había elegido y decidido, según avanzó este periódico..
La estrategia de Ciudadanos en la Institución provincial estaría en manos de Gema Gómez, eso sí, bajo la estrecha dirección de Miguel Ángel González, que es quien controla el partido, como lo demuestra el hecho de que él se encargara de cerrar la práctica totalidad de la listas de Ciudadanos en la provincia y en las autonómicas.
La elección de Gema Gómez generó controversias entre una parte importante de la militancia y, sobre todo, de los concejales elegidos en la provincia, que no acaban ni de compartirla ni de entenderla.