Escápate de las puertas del infierno

Misión: evitar que se abran las puertas del infierno. Lugar: Valladolid. Instrucciones: estar hoy a partir de las diez y media de la mañana en algún rincón del casco histórico. La ONG Azacán ha organizado un escape city con la meta de recaudar fondos para proyectos solidarios y de desarrollo.

Más de 150 personas tendrán que meterse en la piel del Padre Martín, asesinado tras encontrar un manuscrito de Fray Bernardo, un templario de la antigua encomienda de Valladolid, en el que predice que se abrirán las puertas del infierno en la capital del Pisuerga.

Con este escenario de fondo, los participantes utilizarán su ingenio para ir descifrando los acertijos que se encontrarán en el camino. Y, sobre todo, para escaparse y no caer en las redes del abismo. El juego comenzará con un mensaje de texto vía WhatsApp.

Un trabajo en equipo «divertido» y «lleno de pruebas» del que nada se conoce. «Queremos que todo sea sorpresa. Solamente podemos decir que se van a divertir, que es ingenioso y que van a conocer Valladolid», asegura Jesús Gómez, presidente de Azacán.

Con una duración de alrededor de tres horas, los equipos –compuestos por entre dos y seis personas– se organizarán para aportar su granito de arena a una actividad que sólo se resolverá «entre todos». El broche lo pondrá un «gran final», que no se sabe donde se producirá.

Una carrera «pionera» en la que llevan dos años trabajando, más de 1.000 horas, y en la que participarán medio centenar de organizadores. Y es que, según anuncia, bastantes partes estarán teatralizadas. Habrá actores que ayudarán a los jugadores a meterse mucho más en el papel. «Lo hicimos porque nos gusta Valladolid y nos gusta El Código Da Vinci de Dan Brown». Una pista más para todos esos intrépidos que buscarán no caer en las redes de la tentación y morir asesinados.

La inscripción –que se tenía que hacer en los www.losmisteriosdevalladolid.org– iba unida a una aportación mínima de 30 euros, si bien las donaciones podrían ascender «hasta los tres millones de euros». Las expectativas, admite, no se han cubierto y esperan, al menos, poder contribuir a los proyectos solidarios que tiene esta organización. Uno de ellos, las bibliotecas sociales. Desde el año 2000, que comenzó este programa, han enviado más de 125.000 libros a Honduras, Bolivia, Perú, Costa de Marfil y España. Se han beneficiado 18 bibliotecas.

También quieren apoyar al comercio justo de Valladolid –cuentan con una tienda en la calle Carmelo–. Sin olvidar, recalca, la construcción de colegios de primaria en Burkina Faso –en las localidades de Yinbulsa, Barsalgo, Saorka y Keglsé–. De momento, presume Jesús Gómez, han realizado cinco.

Una actividad para toda la familia porque, aunque está recomendada para mayores de 12 años, todos los interesados pueden consultarlo con los organizadores para ver las posibilidades que existen. Eso sí, deberán llevar su mochila de guerra, en la que no puede faltar una brújula y prismáticos, que serán «claves» para descubrir algunas pistas, un plano de la ciudad –que se entrega con el kit de bienvenida–, bolígrafo, papel y los teléfonos móviles cargados y con tarifa de datos, puesto que son la conexión para avanzar en el escape city.

Habrá un centro de soporte y ayuda a través de los números de teléfono y WhatsApp para los «descolgados» pero también para aquellos que necesiten ayuda en un momento determinado. «No se trata de un juego competitivo», recalca para, más tarde, añadir que es fundamental no desvelar pistas y «respetar» los edificios históricos que formen parte del juego.

El objetivo es doble. Por un lado, recaudar fondos. Por otro, promocionar el turismo de Valladolid. Por ello, por primera vez –«aunque no será la última», dejan claro desde la organización– convertirán la ciudad en un gigantesco escenario de escape room, un juego muy de moda en el que un grupo de personas debe solucionar rompecabezas para conseguir escapar de una habitación antes de que se les acabe el tiempo.

Rincones, personajes y monumentos que no pasarán desapercibidos. Para más información no duden en pasear hoy por el casco histórico. Seguro que se encontrarán con participantes que no perderán el tiempo para evitar que se abran las puertas del infierno. El Padre Martín encontró la manera y, aunque pensó que era «de locos», apostó por ella. Ahora los jugadores lucharán con uñas y dientes para escaparse. ¿Lo conseguirán? Un gran misterio rodeado de misterios, idas y venidas y acertijos que no les dejarán parar ni un solo instante. Una cuenta atrás que ya ha comenzado y que promete mucha diversión con trasfondo solidario.